TENIAS QUE SER TÚ (Markitos Toys)

FIN ( Parte 1)

En el break nos sentamos todos como ayer, obviamente yo estaba esperando que Ruth dijera algo.

-Chicos, ¿Recuerdan el local que habíamos visto? .- Pregunto Ruth  y ellos asintieron.- Lo desocuparon y lo están tentando, hable para ir a verlo mañana ¿Como ven?.- Fanny aplaudió emocionada y Pablo sonrió.

-Mañana vamos a verlo, siento que esta si es la buena.- Murmuro Pablo.- Ojalá alcance con los ahorros.

-¿De que es el negocio?.- Pregunté

-Queremos poner una imprenta, obviamente empezaremos con algo chico por que es muy poco el dinero, pero es nuestro sueño.- Me contestó Fanny.-Por eso entramos al curso, para mejorar y aprender más.

-Plebes yo no puedo.- Héctor hizo que sus amigos voltearan a verlo.- Ustedes saben cómo están las cosas en la casa, tengo muchos gastos por la enfermedad de mi abuela.- Comentó agachando su cabeza en señal de tristeza.

- No te preocupes Héctor, ya saldrás de esta.- Comentó Ruth un poco desilusionada.

-¿Por que no invitan a Isa a invertir?.- Pregunto Héctor haciendo que todas las miradas se posaran en mi.- Claro, si no tienes problemas, puedes empezar el negocio con ellos.

-Me suena bien.- Conteste.- Pero no quiero abusar de su confianza, ustedes tienen sus planes.

-No Isabela, no abusas para nada, de hecho sería buena idea, sin la inversión de Héctor no se podría hacer nada.- Fanny hablo.

-Entonces ¿Mañana vamos a ver el local?.- Dije emocionada y ellos asintieron.

Me gustaba esta nueva etapa, tenía que ganar mi propio dinero otra vez para que ya nada me frenara.

Después de las clases salí para encontrarme a "Los Toys" estacionados frente a la puerta.

-¿Por que te tardaste Isa?.- Pregunto Chiquete cuando me vio acercarme.

- Me estaba poniendo de acuerdo con unos compañeros, vete para atrás.- Le dije una vez que llegue al carro.

- ¿Que te crees tú maldita zorra? Eduardo, ¿Vas a dejar que me hable así?.- Le dijo a Marco pero el estaba sumido tecleando en el teléfono.- Amorts te estoy hablando a la verga, no me pones atención, parece que no te importo.- Volvió a mencionar.

-Ya mujer no seas dramática y pásate para atrás.- Le contestó Marco un poco serio.

Enrique se bajó del carro y me volteo la cara haciendo que me riera.

Le dije adiós a Pablo con la mano antes de avanzar.
-¿Quien es ese wey?.- Pregunto Marco.

-Un compañero.- Le dije simple.

El no dijo nada más y manejamos hasta la casa de Enrique, después nos fuimos a la casa y bajamos a los niños, les di una ducha y jugué un poco con ellos.

Los ascos se estaban haciendo presentes nuevamente por las noches, además de los mareos y el insomnio.
Después de dormir a los pequeños me di una ducha muy larga para relajarme y me tumbe en la cama.
Minutos después, llegó Eduardo, se quitó la ropa para quedar solo en bóxer y se metió a bañar.

Estaba tan sumida en la trama de la serie hasta que el teléfono de Marco empezó a vibrar insistentemente, dejé que pasara un rato, pero llegaban muchos mensajes juntos.
No era de las personas que desconfiaba y se la pasaba buscando cosas, pero la duda entro y entonces me estiré de la cama para tomarlo.
El nunca traía contraseña, por eso no se me daba revisarlo, abrí la aplicación y el nombre de Romina resaltó, leí todo.
Una vez más mi corazón se rompió, una vez más sentí como el mundo se me venía encima.
"Estas jugando a la familia feliz" "Ya déjala" "Cuando vienes a verme" eran algunas de las palabras que ella le enviaba y prefiero no hablar de lo que él decía.

Oí como el agua aún corría en la regadera y dejé el teléfono en el buró, tome una bolsa y eche lo que me parecía más necesario.
Tome mi teléfono, computadora y cargador, fui al cuarto de los niños y agarre los dos porta bebés para llevármelos.
Subí primero sus cosas y las mías y después regresé por ellos.
Salí haciendo el menor ruido posible y encendí el auto, aceleré un poco.

Salí directo a la casa de Kevin, no podía llegar así con mis hermanos y que después quisieran matarlo.

Toque la puerta repetidas veces hasta que el salió.

-¿Isabela? ¿Que paso?.- Mis ojos se llenaron de lágrimas y solloce.- Voy por los niños tú pasa.

Ana venía bajando las escaleras.

-Isa ¿Que paso?.- Pregunto, supongo que al ver mi cara supuso lo que había pasado, por lo que solo me abrazo y me dirigió hasta la sala.

-¿Quieres que le llame a Marco?.- Pregunto Kevin llegando hasta la sala con los niños.

-No.- Dije asustada.- No le digas que estoy aquí por favor.- Supliqué.

- ¿Que paso?.- Me preguntó el asustado.

-El me engaño Kevin.- Trate de ignorar si cara de sorpresa.- Lleva engañándome desde que empezaron el proyecto del ranch en Sonora.- Le dije y conté toda la historia con Maribel, el como el me volvió a enredar con sus palabras de amor y yo volví a caer, me daba vergüenza.

-No lo puedo creer.- Dijo Kevin sorprendido.- ¿Que piensas hacer?.

-No lo sé, supongo que regresar a casa con mis hermanos.- Dije más tranquila.- Empezar una nueva vida sin el.

-¿Estás segura?.- Me preguntó Ana y yo asentí.

-Nunca pensé que pudiera sentir tanto dolor Ana, confié en el, pensé por un momento que podíamos llegar a ser felices, juro que lo intenté, no quiero seguir haciéndome daño.- Limpie las lágrimas que empezaban a resbalar nuevamente.- Si el busco a otra, es por que no soy lo que él busca, si el es feliz yo soy feliz.

-Puedes quedarte aquí.- Mencionó Kevin y yo sonreí.

-Los quiero mucho, de verdad, son una estupenda familia y me alegra de haberlos conocido, pero es hora de irme, solo necesitaba desahogarme antes de llegar a casa.- "De donde nunca debí haber salido" pensé con amargura.

Me despedí de ellos prometiéndoles que todo estaría bien conmigo, mi teléfono empezó a sonar y sin darle más tiempo lo apagué, conduje con cuidado hasta mi casa, marqué el número de Carlos para que bajara a ayudarme con los niños.

-¿Que paso?.- Me preguntó confundió al ver mi maleta.

- Las cosas entre Marco y yo ya no están bien, me separé de él.- Dije sin entrar en detalles esperando que el lo entendiera.

-¡Verga! No me esperaba eso, bueno pues, me alegra que sepas abrir los ojos y saber que si ya no eres feliz es mejor dejarlo por La Paz.- Dijo sin preguntar más.- Los demás ya están dormidos, yo me quedo en la sala y te dejo tu antiguo cuarto ¿Va?.- Me dijo dándome una sonrisa y yo se la devolví.

Subimos a los niños y los acoste en la cama.

-¿Sabes que tienes todo apoyo?.- Me preguntó antes de salir y yo asentí.

-Té quiero hermano, muchas gracias.- Dije melancólica.

—Descansa Isabela.- Salió del cuarto cerrando la puerta tras de el.

Y fue ahí cuando llore con más fuerza, lloré en silencio toda la noche.

"No se por que me duele, si yo sabía en el fondo que todo era cierto"  Pensé con tristeza "Pero si no soy prioridad no voy a ser opción"