Llegamos al antro y la fiesta estaba aun mas calmada, no quería arruinar el maquillaje por lo que decidí concentrarme en otras cosas.
-Cuando quieras irte, solo tienes que decirlo, no te sientas obligada.- Me susurro Erick
-Gracias, pero estoy bien, por ahora solo quiero ahogar las penas.- Le dije sonriendo.
Pidieron las bebidas y juro que trate con mi vida de no mezclar nada para no caer tan rápido pero el dolor era demasiado que tome de todo.
Baile como nunca y reí como nunca.
Cuando aun estaba aun conciente pedimos aun mesero que nos tomara una foto para poderla subir a mis redes.
Sabia que los amigos de Eduardo y mi familia la verían, pero no me importo que se supiera.
Segui perreando con mis amigos y Me olvide por completo del idiota de Eduardo, salimos de madrugada y por que los meseros nos corrieron.
Caminamos por las calles, estaba refrescando y Erick me tendió su chaqueta.
La puse sobre mis hombros hasta llegar al hotel, me tire en la cama sin quitarme la ropa y me quede dormida.
Desperté por los rayos del sol que entraban por la ventana.
Me removí incomoda entre las sabanas y busque mi teléfono.
Rodee los ojos cuando vi quince llamadas perdidas de Eduardo y dos mas de Enrique, ahora si cabrón.
Me metí al baño y me di una ducha demasiado relajante, ya no quería llorar, si mis sentimientos no eran correspondidos esta bien, algún día yo seria especial para alguna persona.
Salí del baño y coloque la bata, me llego un mensaje de Erick avisándome que iríamos nuevamente a la playa.
Saque otro traje de baño y me lo puse poniendo un kimono encima.
Salí cuando escuche que tocaban la puerta.
Entre bromas y platicas salimos del hotel para llegar a la playa, los chicos decidieron que era buena idea rentar una lancha, no pusimos objeción ninguna.
Paseamos por las orillas de Mazatlan disfrutando del sol, el agua y las vistas que nos ofrecía.
Nos tomamos unas fotos mas y subí una mas, ya no por Eduardo, de verdad me había gustado.
Estaba feliz de haber encontrado verdaderos amigos, esos que no les importa el estado en el que estés y te acompañan en lo bueno y lo malo.
No quería regresar pero después de un largo puente lleno de experiencias tocaba volver a casa.
Entramos a Barrancos y supe que dios no estaba de mi lado cuando vi un grupo de personas afuera de la casa de Marcos.
Ahí estaba el, sus amigos empezaron a chiflar en cuanto me vieron pero los ignore.
Erick bajo del copiloto y saco mi maleta, se despidió de mi con beso en la mejilla, sin malas intenciones y me despedí con la mano de Marivel.
El camión de mi papa estaba estacionado por lo que supe que estaba en la casa.
Entre sin ver hacia enfrente y mi papá estaba sentado con mis hermanos en la sala.
-¿Como te fue chave?- Me pregunto Luis.
-EXCELENTE.-Le grite haciéndolos reír.- Espero un día poder ir todos juntos, es hermoso.
-Ya veras que si Isa, ahora que están todos juntos tengo que decirles algo.- Mi papá me vio fijamente y supe que era lo que quería decir.- Yo...
-Ya lo sabemos papá.- Dijo riendo Carlos.
-¿Que?.- pregunto mi papá confundido.
-Que ya sabemos que estas saliendo con la secre.- Le respondió Luis ganándole la palabra a Carlos y Daniel rio.
-¿Como supieron?.- mi papá estaba muy sorprendido.
-Era obvio apá siempre estabas con ella platicando muy juntitos, ya se nos hacia raro que no dijeras nada.- Daniel contesto.
- Hijos de la chingada y yo quebrandome la cabeza.- Mi papa soltó el aire que tenia dentro, pobresito. - Yo solo quiero que sepan que estaré siempre que me necesiten y que todo sera igual, siempre me tendrán a su lado.
-Ay papá te amo.- Dije con las lagrimas saliendo y abrazándolo seguido de mis hermanos que se unieron tras de mi.
-Invítala a cenar, bueno no aquí, pero vamos a otra parte.- Dijo Daniel.- Pero ya Don, por que tengo hambre.
Mi papa se levanto y salio a hablar por teléfono, minutos después regreso con una sonrisa.
-Vamonos pues.- Dijo agarrando las llaves.
Salimos empujándonos, como cuando eramos niños y mi papá nos llevaba por un helado.
Pero helada quede yo, cuando mire hacia enfrente, me olvide de Eduardo, el me vio fijamente y se acerco, agache mi mirada cuando lo tuve completamente enfrente.
- Quiero hablar contigo.- me dijo serio, no cabrón, no va a ser cuando tu quieras.
-Hijole, que crees que yo no, voy de salida así que nos vemos después.- Dije sacandole la vuelta y creando mas bulla entre sus amigos.
Subí al coche pues ya me estaban esperando arriba y mi papa les pito en modo de saludo.
La novia de mi papá no era muy grande, al parecer solo tenia un hijo, era muy amable con todos y conmigo también aunque a mi no me conocía.
Y me di cuenta como miraba a mi papá, era como si solo existiera el en la tierra y de la nada me vinieron los recuerdos con Eduardo otra vez.
Jamas pensé que nuestra historia terminaría así, jure que vi algo de amor en sus ojos como los de Amanda cuando ve a mi papá, pero creo que solo estaba tan aferrada a quererlo que me olvide que no era yo sola la que estaba en la relación.
Tuve que disculparme con todos una vez que sentí que me derrumabaria ahí mismo y salí directo al baño.
ESTÁS LEYENDO
TENIAS QUE SER TÚ (Markitos Toys)
FanfictionUna familia de cinco personas deciden mudarse a Culiacán Sinaloa para aceptar una oferta de trabajo. El amor tocará a la puerta de uno de ellos ¿Conciencia? No lo creo...