El teléfono empezó a sonar, maldije entre dientes, dejé a uno de los mellizos en la cuna con cuidado y baje las escaleras, apresuradamente, me quedé paralizada al ver mi reflejo en el espejo de la mesita donde estaba el teléfono.
¡Dios mío estaba echa un desastre! Mi pelo negro estaba echo en un moño deshecho, la blusa rosa pastel estaba mojada en varios lugares y Frida solo empeoraba mi aspecto jalando los botones de esta.-No.- Le dije con dulzura y firmeza al mismo tiempo.
Cogí el teléfono que no había parado de sonar.-¿Bueno?.- conteste sin fijarme quién era el que estaba hablando.
-¿Isa? Soy Mary.
-¡Hola Mary!.- Conteste alegre
Tenía mucho tiempo sin saber de ella, desde que renuncie en el kínder no tuvimos mucho contacto, ella era de las personas que no necesitaban un hombre y una familia.
-Frida, por favor ¡Espera!.- Alce un poco más la voz.
-¿Todavía no has acostado a tus hijos?.- Me preguntó irritada, lo que les digo, ella no se molestaba en ocultar su molestia por los niños, solté un suspiro cansado.
-Eduardito ya está en la cama y Frida tiene hambre, está impaciente.- Le conteste.
-¿Y Marco? ¿Todavía no ha llegado?.
De inmediato detecte el tono de desaprobación en sus palabras. De un momento a otro resulta que no se caían bien, ninguno de los dos.
-No, no está, me parece que anda grabando.- Ella se quedó en silencio.- ¿Sucede algo?
-Maldita sea, si Isabela, mira me siento muy mal por esto pero tú tienes derecho de saber, mejor mañana te llamo atiende a la pequeña demonio....
-¡No! ¡No cuelgues! ¿Que sucede?.- pregunté intrigada.
-¡Estás casada con un sin vergüenza! No está trabajando está saliendo con otra mujer.- Aquellas palabras me golpearon duro.
-¿Que? ¿Ahorita?.- Me sentí tan estúpida preguntando.
-No solo Hoy Isabela, no se si ya tengan mucho tiempo pero todo Culiacán lo sabe menos tu.- Comentó un tanto exagerada.
Aunque si lo pensábamos bien vivía alejada de las redes sociales, solo seguía a los míos y de lo demás no me enteraba.
-Perdoname Isa... pero lo tenías que saber.- comentó ella una vez más al no obtener respuestas de mi parte.- Y no creas que te lo digo sin estar segura, lo han visto en varios restaurantes, la muchacha no es de aquí es de Sonora, mantiene un perfil bajo en las redes Pero yo lo vi el día que fui a visitar a Ramón, mi nuevo novio, el vive en el mismo edificio que ella.
Deje de escuchar y mi mente empezó a pensar en los pequeños detalles que delataban a Eduardo, aquellos detalles que había pasado desapercibidos.
Después de la última vez me convencí de que no debía volver a dudar de él.En aquellos momentos me di cuenta de muchas cosas, el frecuente mal humor de el al llegar a casa, los constantes viajes por "Trabajo", la irritación y poca paciencia con los bebés, todas aquellas noches en las que el se quedó "editando" en el estudio y no subió a dormir conmigo.
La sangre se me heló y estaba segura que mi corazón había dejado de latir por unos segundos.
-Isabela.- escuché a lo lejos. Ya no podía seguir escuchándola.
-Tengo que colgar, tengo que darle de comer a Frida.- Colgué de golpe.
Camine hacia la habitación mientras en mi mente me imaginaba a Eduardo con otra persona, dejé a Frida en la cuna después de darle su biberón y camine al baño, lave mi cara.
Un llanto de mezclo con el sonido del teléfono, camine nuevamente hacia la mesa poseída por un choque de emociones, no podía llorar, era como una especie de calma la que me controlaba, camine hacia la bebé que ya había despertado a Eduardito y preparé otro biberón dándoselo y acomodándolo de nuevo.Los dos después de comer se quedaron dormidos, los cobije y salí de su cuarto encendiendo el Inter comunicador.
¿Por que lo había echo? ¿Por sexo? O tal vez era amor, esa clase de amor por la que un hombre dejaría todo.
Tal vez todo era mentira y Mary solo estaba exagerando. Pero los pequeños detalles no eran coincidencia.
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TENIAS QUE SER TÚ (Markitos Toys)
FanfictionUna familia de cinco personas deciden mudarse a Culiacán Sinaloa para aceptar una oferta de trabajo. El amor tocará a la puerta de uno de ellos ¿Conciencia? No lo creo...