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Por un lado siento que no debo de confiar nuevamente en Eduardo, pero creo que también debo darle una oportunidad por que no quiero.
Hasta el momento se ha portado excelente y muy diferente conmigo.
Tenemos citas o me lleva a sus asuntos cuando se puede.
Hoy es la boda de Kevin y Ana, ayer llegaron todos de San Luis y mis hermanos están que no se la acaban.

Todas las mujeres estamos en la casa de Ana, esperando que lleguen las maquillistas, como damas de honor saldremos con ella para llegar a la iglesia. Aunque lo único que me incomodaba era Paola y sus miradas llenas de odio.

Ama  escogió el color rojo para nosotros y los arreglos de la boda, sería muy elegante y diferente.

Ella se veía hermosa, más de lo que ya era, el vestido se le veía mucho mejor que la primera vez

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Ella se veía hermosa, más de lo que ya era, el vestido se le veía mucho mejor que la primera vez.

Al llegar a la iglesia, Eduardo y Enrique estaban afuera junto al Papá de Ana.

-Te vez hermosa Isabela.- me saludo Marcos dándome un beso en la mejilla como saludo.- Tu familia ya está adentro dijo señalando la puerta, camine y el me siguió posicionando sus manos en mi cintura.

Salude a mi familia y amigos de lejos y fui hasta enfrente donde era mi lugar y Eduardo fue al suyo.
Me senté a un lado de la señora Vero y a un lado estaba Mayve.

La ceremonia estuvo hermosa, se escuchaba el mariachi en la iglesia y  juro que la piel se me erizaba.

Cundo termino hubo una pequeña sesión de fotos dentro y fuera de la iglesia donde la familia y las damas posamos junto a los novios.

Me fui con Eduardo en su carro pues yo ya no cambia en los coches de mi familia, pensé que el se sentaría junto a sus amigos y me sorprendió cuando tomo asiento en la mesa de mis amigos, hermanos y mi papá junto a Amanda.

La recepción estuvo padrisima, bailaron el vals muy enamorados y la fiesta comenzó, la banda empezó a sonar y como a nosotros casi no nos  gusta la fiesta, mis hermanos comenzaron a bailar junto a mis amigos.

Me quede sentada junto a Eduardo, el no era muy fan de bailaba pero juro que mis pies me hormigueaban por ir con los demás, Hugo me tendió la mano para ir a bailar, mire a Eduardo quien me sonrió.

-Ve a bailar.- dijo riendo, como bala salí a la pista, cuando vivíamos en San Luis, cada fin de semana había bailes, Hugo era mi bailador de todos los fines, no solía bailar con alguien más que mis hermanos o amigos, por que nadie se me acercaba.

Baile con cada uno de mis hermanos, con Hugo y mi papá, la banda acabó y un DJ empezó a tocar.
Cuando sentí que ya no podía más, me fui a sentar esperando ver a Eduardo por algún lado,  lo vi a lo lejos en la barra de bebidas junto a Paola riendo de algo que ella había dicho.

No iba a acercarme y juro que trate de no molestarme por que no somos nada y por que el puede salir con quien el quiera, me di media vuelta y busque a los demás, todos ya estaban bastante tomados y haciendo un show al lado de Kevin, así que decidí unirme y solo por una noche no pensar en Eduardo, no darle importancia a la situación.

Seguimos perreando hasta el piso, empezó una vez más la música norteña y fuimos hacia la mesa, Eduardo está ahí parado junto a Hurtado, me sonrió como saludo y yo se lo del I algo forzada.

-Isabela ¿Quieres bailar?.- Pregunto alguien tras de mi tocando mi hombro giré hacia la persona, Aaron el mismo muchacho de la fiesta de doña Vero, asentí contenta, habíamos platicado un poco por mensajes, pero por una cosa u otra, perdimos comunicación.

Salimos hacia la pista, la música norteña era mi fuerte, crecí viendo como mi papá bailaba con mi mamá y después a mis hermanos quienes fueron los que me enseñaron, después cambio a música más movida como Huapangos y merequetengue y me hizo extrañar mi ranchito.

Dos canciones más y decidimos parar, fuimos directo hacia la barra para buscar algunas bebidas y después el me fue a dejar a la mesa, mis hermanos lo saludaron y empezaron a platicar con el haciendo que lo que resta de la noche el se quedara con nosotros.
Llego la hora de irnos, así que me senté esperando a que mis hermanos se despidieran de los demas, me senté y Aaron se sentó a mi lado.

-Me voy a quedar un rato más para despedir a Kevin, se irán a su luna de miel, por si te quieres esperar y nos vamos.- Ofreció Eduardo ignorando por completo a Aaron.

-No hace falta me iré con mi familia.- Agradecí

-No caben en los carros y como te viniste conmigo de la iglesia pensé que igual te podrías ir conmigo.- explico el.

-Pues si quieres yo te voy a dejar.- Interrumpió Aaron.- Asi tú no te preocupas compa y te quedas a lo que tengas que hacer.

Eduardo se quedó sin habla esperando a mi respuesta.

-Está bien, entonces yo creo que después nos vemos Eduardo.- Dije parándome de la silla y despidiéndome de él con un beso, el solo asintió dándose la vuelta.

Llegue a mi casa atrás de mi familia, muerta de cansancio, sabía que no podría dormir sin antes tomar una ducha, así que me bañe y apenas toque la cama caí muerta.

TENIAS QUE SER TÚ (Markitos Toys)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora