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Mi mañana empezó con los gemelos dando guerra por que tenían hambre, no sabía cómo me había acostumbrado a tener dos bebés al mismo tiempo.

Me levante y tome a los dos niños en brazos, llevándolos en el porta bebé a la cocina.
Gloria ya se encontraba preparando el desayuno.

La salude amablemente aunque vi que me vio raro por usar la misma ropa que llevaba ayer.
Ignore el gesto y me dediqué a atender a los bebés.
Minutos después Eduardo entró con un semblante serio a la cocina y me miró de reojo.

-¿Quiere de desayunar señor.- Pregunto Gloria y el asintió.

-Tengo que ir a entregar unas cosas, pero de vuelta tenemos que hablar Isabela.- Comentó el cuando gloria salió de la cocina.

-Yo no tengo nada que hablar, la decisión esta tomada.- Le dije con seriedad y le seguí dando l papilla a los niños.

-Piensa en ellos, yo soy su papá.- comentó enojado.

-Eso mismo debiste haber pensado tú.- le dije enojada.- Debiste haber pensado en ellos antes de hacer tus cosas.

Quise levantarme de la mesa e irme con mi orgullo pero los niños aún no acababan de comer.

-No me hagas esto Isabela, no me alejes por favor.- Suplico y me mantuve en silencio.

Cuando entendió la referencia el se levantó de la mesa y camino hacia la habitación.
Cuando los niños acabaron le dije a gloria que los cuidara mientras yo me daba un baño, entre al cuarto para tomar mis cosas.

El salió del baño ya vestido y yo lo mire de reojo, vi como se acercaba a mi pero no me moví.

-Por favor Isabela, piénsalo antes de cualquier cosa ¿Tienes idea de cuánto te amo? Te juro que en el momento en el que me di cuenta de la estúpidez me aleje.

-Si me amaras no lo hubieras echo.- Mis sentimientos me traicionaron y comencé a llora.

-No llores mi amor.- Comentó el abrazándome.

-¡Basta! Déjame en paz.- quite sus brazos de encima.

-Se que te he lastimado pero por favor no tomes una decisión precipitada, sabes cuánto te amo no puedes dejarme.

-Yo no fui la que mando todo al carajo.
Camine hacia en baño y me encerré en el viendo mi reflejo.

¿Que me había pasado? No era la misma de antes, me había apagado completamente, ser mamá de uno era difícil pero lidiar con dos gemelos era aveces estrésante.
Cambie todo por los niños, dejé de comprarme ropa, zapatos y maquillaje para comprarle a ellos aunque el dinero no era impedimento.
A Eduardo le empezaba a ir mucho mejor con los videos y las auto partes se habían vendido a tal punto que hacían ya envíos nacionales e internacionales.

¿De donde había salido esa mujer? ¿Donde la había conocido?

Llore nuevamente, no podía creer todo esto, mi corazón estaba roto, no sabía que hacer ni a donde ir, tenía dos hijos, dos hijos que cuidar y no quería dar molestias.

Mi ducha fue larga, me tome el tiempo de pensar pero no llegue a una solución.
Salí de baño encontrándome con los gemelos arriba de la cama y a Eduardo con ellos.

-Ya los cambie.- me aviso y asentí.

-¿Te vas a ir ?.- me preguntó preocupado.

-No tengo a donde ir Eduardo.

El soltó un suspiro de alivio.

-Tengo que ir a trabajar.- Comentó apenado y asentí sería.

Salió del cuarto no sin antes besar a los bebés. Los mire, eran su vivo retrato,

Mi teléfono sonó y conteste, la voz de Ana se escuchó del otro lado.
No tenía ganas de salir, así que rechace su invitación argumentando que me sentía mal.

Todo el día me la pase en casa como siempre.
Pero ahora tenía nuevas cosas en que pensar y es que la duda que Mary había sembrado en mi no me dejaba avanzar.

El llego más temprano, escuché como mando a Gloria a su casa y subió a la habitación.
Me concentre en la televisión ignorándolo por completo jugando con los niños.

El se acercó a mi queriendo depositar un beso pero lo esquivé.

-Me les escape a la plebada, querían ir ahorita a Altata.- Comentó pero no respondí.- ¿Te acuerdas de  el viaje que tenía planeado con chiquete?.- mi atención se posó en ellos.- La entrevista es este fin de semana.

-¿La vas a ver?.- comente sería y el se quedó callado, otra vez escuché como el corazón  se me rompía.

El timbre sonó y Eduardo bajo a ver quien era, por sorpresa llegó Ana y Kevin junto a Miranda la bebé tan preciosa de ojos verdes.

-Andábamos aquí cerca y Ana quiso venir a ver cómo estabas ya vez que te sentías mal ¿Ya fuiste al hospital?.- Pregunto Kevin.

-No, estoy mejor solo se me bajo un poco la presión.- conteste con una sonrisa fingida.

-Que bueno Isa ¿No tienen ganas de unos dogos? Vamos carnal a comprar y nos los traemos para no sacar a los niños.- comentó Kevin y sabía que solo lo hacía para preguntarle a Eduardo que pasaba.

Salieron y nos dejaron a nosotras sola.

-¿Todo está bien? Me refiero a la llamada de anoche.- Comentó Ana y las lágrimas rodaron en mi mejilla, termine contándole todo.- Mira, no se por que tu amiga no se lleva bien con Marco pero se que a él le han puesto muchas novias estos días, yo no quiero meterme mucho Isa por que a mi no me importa, solo te digo que tengas cuidado con la muchacha que dicen de las paginas, trabaja para ellos ahora que pusieron el Ranch haya en sonora.- Entonces Era ella.

-¿Como se llama?.- le pregunté

-Creo que se llama Romina Olguin la verdad no le seguí la pista, solo supe de ella por Kevin y por las personas que decían que era la novia de Marco.

Me quedé en blanco, nisiquiera sabía que habían puesto un Ranch en Sonora ¿En que momento había perdido a Eduardo?

TENIAS QUE SER TÚ (Markitos Toys)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora