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-¿Por que lloras?.- pregunto cuando me tendió unos pingüinos y un suero.

-No estoy llorando, me duele la cabeza.- le respondí y aunque se que no me creyó no dijo nada y nos fuimos al hospital.

El doctor nos hizo pasar nuevamente, aunque yo le dije a Eduardo que podía entrar sola, el quiso acompañarme.

-Ire al laboratorio por los resultados, si gustan esperar, no tardo.- el doctor salió del consultorio y nos quedamos solos.

-Todo va a estar bien.- Eduardo tomo mi mano y la entrelazo.- Si sale positivo no seremos ni los únicos en tener un bebé y si sale negativo es por que dios así lo quiere, quita esa cara ya verás que no pasará nada.

El doctor entró en ese momento con un sobre en la mano el cual abrió por la parte de arriba y me tendió la hoja.

Leí atentamente siendo consiente de la mistada de Eduardo hacia mi.

-Es negativo.- susurre, sentía como el alivio corría por mis venas y el sonrió frotándose las manos.

-De ser así, tenemos que aplicarte médicamente para la migraña, por que es un problema grave que puede ser tratado, además, para la intoxicación también, tratar de no comer en puestos de la calle o cosas así e Isabela como recomendación tenemos que ir con un ginecólogo para que e te explique mas de los métodos anticonceptivos y la planificación familiar.- dijo sonriendo y anotando en la receta los medicamentos que teníamos que comprar.

Salí del consultorio con una sonrisa en el rostro y Kevin río, ya lo sabía.
Subimos a la camioneta y pasamos a la farmacia donde de igual manera Eduardo no quiso que yo bajara y el fue a comprar las cosas, eso si con mi dinero.

Llegamos a la casa y me despedí de Kevin agradeciéndole por las atenciones, Eduardo me acompañó a mi habitación y me ayudó a anotar las horas que tenía que tomarlo.

-Me asustaste mucho.- dijo con la vista hacia abajo.

-Yo también me asuste.- dije sincera.

-Por eso lloraste.- afirmó y yo agaché la mirada.- Yo se que estamos jóvenes y que tú tienes mas planes para el futuro, pero si las cosas hubieran sido diferentes yo no te hubiera dejado sola, le hubiera echado vergasos junto contigo.

-Yo lo sé, pero seamos sinceros Eduardo, me usaste.- le dije dolida.- Primero dudaste de mi en cuanto a Erick, cuando el solo era mi amigo, te pedí que confiaras y luego me dejaste.

-Ya te pedí perdón.- dijo de igual manera.

-Pero es que con un perdón no vas a solucionar un problema, yo no quiero volver contigo para estar con el miedo de que me vayas a dejar cualquier día, por que me lastimaste, me acusaste, me ignoraste y me lastimaste, por que no se si hoy me quieres y al día siguiente no.- le dije al borde de las lágrimas.

Se oyó que la puerta de abajo se abrió y que subían las escaleras, limpie mis ojos y solté el aire.

Mi papá abrió la puerta y su cara demostró sorpresa al ver a Eduardo sentado en la cama.

- Perdón, no sabía que estabas aquí.- dijo saludándolo y luego fue a mi.-Carlos me aviso apenas, tenía el teléfono descargado.- explicó.-¿Que te dijo el doctor?

-Tengo migraña y algo que comí me cayó mal.-  le expliqué.- Estoy bien no te preocupes.

-Bueno.... yo me voy tengo que ir a hacer algo al lavado, mañana regreso a verte Isa, buenas noches Don.- le dijo a mi papá y este asintió al igual que yo y el salió de la casa.

-Carlos me dijo que fue el quien te llevo.- me dijo mi papá sentándose en la cama.

-Si, Kevin estaba afuera y le hablo, me llevaron entre los dos al hospital.- aclaré.

-¿Ya hablaron?.- me preguntó

-Papá, tú deberías estar contento por que estoy soltera.- le dije riendo.

-No puedo estarlo, Isabela, te conozco y se que lo quieres y se nota que el té quiere.- explico mi papá.- No puedo estar feliz si tú no lo estás.

-Papá, ya... no quiero hablar de eso.-  hice un puchero y el río.- Mejor dime si ya pidieron permiso para la boda de Kevin.

-Si, todos dijeron que el patrón les dijo que si, pues nos adelantaron las vacaciones y el Hugo y los demás también vienen.- dijo riendo.

-¿Enserio?.- dije contenta, en verdad los extrañaba.

-Si, van a llegar desde el viernes y se van a quedar una semana y después la otra semana de las vacaciones nos vamos nosotros para haya ¿A ti si te van a dar las canciones de Semana Santa verdad?.- me preguntó.

-Si, pues son las dos semanas.- le conteste.

Seguimos platicando un rato más, hasta que el sueño nos peso a los dos.

Tome el medicamento antes de dormir y caí rendida.

TENIAS QUE SER TÚ (Markitos Toys)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora