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Ignore las llamadas insistentes de Eduardo, no quería saber nada de él.

Evite preguntarle a mis hermanos sobre el en todo el mes, francamente quisiera quedarme más tiempo, la familia de Fernando era hermosa y unida, sus papás se amaban y me habían aceptado como si me conocieran pero de toda la vida.

Estaba empacando, la mayoría de la ropa la había comprado nueva en Ross y TjMax barata para el pueblo, además de haber comprado otra maleta por que no me cabía casi nada en la otra junto con una de brazo para los encargos de mis hermanos y algunos regalitos pequeños para ellos.

-Deberías quedarte.- Me dijo la mamá de Fernando en el umbral de la puerta.

-Tengo que regresar, quizá te tome la palabra el año que viene.- me reí.

-Tú sabes que aquí tienes tu casa, Mi hijo te tiene mucho cariño y nosotros también, me gusto haberte conocido, eres el vivo retrato de tu mamá.

-A mi me encanto más haberlos conocido, no sabe lo bonito que es escuchar como era mi mamá.- le sonreí agradecida.

-Bueno cámbiate iremos a cenar para despedirte y tienes que descansar para el vuelo.- me dijo llendose por el pasillo.

No saben la sorpresa que me lleve al ver una foto de mi mamá y ella en la sala, resulta que eran amigas cuando eran jóvenes pero después ella emigró para acá y no se volvieron a ver, solamente supo de su muerte pero no pudo ir al funeral.
Saber que mi mamá era una perdona bondadosa solo me hacía confirmar lo que ya sabía, mi Mamita era un angel.

Antes de cerrar la maleta saqué mi ropa interior y un cambio para la cena y otro para mañana, fui a la cocina y agarré una bolsa ziploc para echar la ropa sucia y me metí al baño, me arreglé un poco y salí con los demás.

Fernando y yo nos habíamos convertido en los mejores amigos, el sabía cosas de mi y yo de él y al final terminé contándole mi relación con Eduardo, me encantaba que el solo escuchaba pero no decía nada más, no emitía juicios ni juzgaba.

Al día siguiente se llegó la hora de partir y me costo mucho despedirme por que ya me había encariñado con toda la familia, Fernando me dio un abrazo fuerte y beso mi frente, era todo lo que una mujer podría desear pero desafortunadamente yo no era esa mujer y aunque intenté verlo con otros ojos no pude, en mi corazón solo estaba Eduardo.

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Llegue al aeropuerto en eso de las nueve de la noche, mis hermanos ya estaban esperándome y para mi sorpresa mi papá estaba con ellos, los abracé como si me hubiera ido cinco años.

No pregunté el por qué mi papá estaba ahí pero mis hermanos no se veían muy contentos con ello.

Llegamos a casa y mis hermanos salieron de casa por cena dejándome sola con mi papá.

-Me voy a casar.- Comentó mi papá haciendo que lo mirara fijo.- Tus hermanos ya lo saben y te voy a decir lo mismo que les dije a ellos, digan lo que digan no harán cambiar mi opinión.

-Está bien, es tu vida tú sabrás que hacer con ella.- le dije caminando hacia la cocina.

-Amanda está esperando un bebé, al parecer es niña.- comentó ansioso.

-Vaya felicidades.- comenté sarcástica.

-¿Por que no puedes ser feliz por mi Isabela?.- pregunto mi papá enojado y yo le rodee los ojos.

-Lo estaría si las cosas hubieran sido de otra forma, si no te hubieras ido sin despedirte, felicidades por el nuevo bebé me alegro mucho por ti, pero por lo demás, no esperes una buena reacción de mi parte.

Mi papá salió de la casa azotando la puerta y yo me tiré a llorar ¿Por que no podía estar bien aquí?

Mis hermanos llegaron después de un rato y entendieron la situacion.

-Isabela ya.- dijo Daniel.- Dejemos que el haga su vida, que se case si se quiere casar y que tenga los hijos que quiera tener,nosotros estaremos bien sin él, ya estamos grandes ya no lo necesitamos.

-Daniel tiene razón Isa, ya fue mucho de esperar a que el regrese el ya hizo su vida, dejémoslo.- Carlos me abrazo por los hombros.- Mejor cuéntanos si ya eres novia de Fernando.

-¡¿Que?! Claro que no.- exclame sorprendida

-¡Ja! Me debes quinientos.- Luis se burlo de Carlos

-¿Por que?.-Pregunto Carlos intrigado.

-Por que no funcionamos como pareja, encontré una Foto de mi mamá muy joven, fue mucho antes de conocer a mi papá, miren.- Saque mi teléfono y les enseñe la foto que había sacado.- Su mamá fue mejor amiga de la nuestra.

-¡Isabela! Mi mamá te imprimió, estás igualita a ella.- Dijo Daniel.

-¿crees? Yo no me veo mucho parecido.- le respondí.

-No mames Isabela estás igualita.- Luis me respondió.

Me quede viendo el teléfono, como quisiera que ella estuviera aquí.

Los cuatro cenamos y después de platicar sobre el viaje nos fuimos a dormir.

TENIAS QUE SER TÚ (Markitos Toys)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora