50

1.9K 126 9
                                    

Entre a la tienda siendo un manojo de nervios ¿Como había podido pensar que estaba embarazada?.
Tome las cosas que necesitaba y fui hacia la caja.
Era tan estúpida, cada vez que el se acercaba me volvía más vulnerable, no podía dejar que el me controlara, por más que lo quisiera a él tenía que quererme más a mi.

Salí de la tienda directo a mi coche y todo el camino me la pase pensando en el.

¿Valía la pena arriesgarme una vez más y salir lastimada?

No podía contestar eso, el me hacía feliz, pero mi felicidad cuánto iba a durar esta vez ¿Un mes?.

Llegue a casa y  Carlos me estaba esperando con un semblante medio serio.

-¿Fue contigo verdad?.- Sabia a que se refería.

-Si.- conteste sería.

-Mira Isabela, es tu problema si decides regresar con el, tú sabes, pero te pido que te pongas lista y que te alejes cuando veas que es necesario.

-Aún no se que haré hermano, no quiero que me lastime de nuevo.

-Bueno pues si lo quieres aveces tienes que arriesgarte.- comentó y se fue dejándome sola.

Subí a mi cuarto y dormí toda la tarde, no sabía que hacer, estaba tan confundida.

Desperté por el sonido del timbre, espere varios segundos y nadie abría, baje con cuidado y vi que May estaba afuera junto a Ana.

Les abrí y les salude.

-Hola Isa, tenía mucho sin verte.- Se sentaron en los sillones.- El domingo haremos el Gender Reveal y pues venimos a invitarlos, será algo sencillo y pues les pedimos que vayan todos de blanco para más polémica.- Ella se rio y May y yo le seguimos.

-Gracias por invitarnos, por mi parte yo estaré ahí para acompañarlos.- Le conteste.

Nos quedamos un rato más conversando, me encantaba que ellas no se metían en lo que era la relación con Eduardo, se mantenían al margen y eso me hacía sentir bien.

Al día siguiente empecé el nuevo ciclo escolar con niños nuevos, así paso mi semana, obviamente con mensajes de por medio entre Eduardo pidiendo que le contestara o que saliéramos pero eso no pasó.

El debía entender que las cosas no eran tan fáciles.
El domingo por la mañana saqué un vestido color Perla por que no tenía ninguna otra prenda que fuera toda blanca.

Me puse unos zapatos de tacón color Rojo y pinte las uñas del mismo color, alise  mi pelo y me maquille con una sombra de transición un poco más obscura y puse pestañas postizas, además de poner un labial color rojo intenso.

Jamás había usado este color en los labios, me sentía diferente.
Tome mi bolsa y en ella coloque un perfume de bolsillo una batería pre-cargada y mi cargador.
Tome mi labial y el celular y salí de la casa, ninguno de mis hermanos iría, pues estaban trabajando, por lo que llegaría sola.

Cerré la puerta tras de mi y Eduardo también estaba saliendo de su casa.

-Hola.- me sonrió y le sonreí un poco incómoda.- ¿Quieres que te lleve?.

-Mmmmmm...... no gracias.- le dije nerviosa.

-Por favor , digo  vamos para donde mismo y nos podemos regresar juntos para que no te vengas tú sola.- Me miro suplicante y acepte sin más remedio.

Sino al coche y partimos hacia la fiesta.
Según Ana era algo sencillo, pero creo que no compartimos la misma definición de eso pues la fiesta estaba grandísima y había demasiados invitados.

Caminamos entre las mesas y pude ver a Doña Vero sonriendo cuando nos vio llegar juntos.
Nos acercamos a la mesa y Eduardo me acercó a la silla.

Empezamos bien Eduardo.

Los meseros empezaron a servir y un poco después llegó un payaso a amenizar el evento, nos hacían reír con los chistes que decía.
Pronto llegó la hora de saber el sexo del bebé que venía en camino.

Nos acercamos al centro del patio y le pidieron a Ana y Kevin que cerraran sus ojos, pusieron una tipo rueda en el suelo con bengalas encima de él.

Contamos hasta tres y de pronto todas las bengalas empezaron a dar vueltas al principio salió humo blanco que después se convirtió en rosa y todos gritamos haciendo que Ana abriera sus ojos y brincara de felicidad asustando al pobre de Kevin.

Grabamos el momento exacto y sentía una enorme felicidad al verlos tan felices a los dos, iban a tener una hermosa nena ¿Quien lo diría?.

Como era de esperarse la fiesta no terminó y la música empezó a sonar, la gente empezó a moverse en la pista, yo tome asiento nuevamente junto a mis ex-suegros y empezamos una plática amena.
Vi a mi lejos a Eduardo con sus amigos y coincidimos las miradas haciendo que me sonrojara.

Dejo a sus amigos y se acercó a mi y se sentó en la silla contigua a la mía.

-¿Ya quieres irte?.- me preguntó acercándose a mi oído haciendo que mi piel se erizara.

-No, estoy bien, ve con tus amigos, no ese necesario que te quedes todo el rato conmigo.-Era la verdad no quería que dejara a sus amigos por estar conmigo.

-Estoy bien aquí contigo.- Contestó y se enderezó en su silla pasando un brazo por el respaldo de mi silla.

El fotógrafo se acercó y nos pidió una foto de todos juntos y otra de las parejas y aunque quise objetar Eduardo me acercó mas a el y sonreí para la foto, antes de que se fuera el fotógrafo Marco pidió dos copias de las dos fotos que había tomado.

Mas tarde la gente empezó a partir y yo estaba muy cansada, mañana tenía que trabajar y eran alrededor de las Dos de la mañana.

Nos despedimos de Kevin y Ana una vez más felicitándolos y de la demás familia de Eduardo.

Subimos al coche y el piso un poco de música, ya no estaba tan nerviosa, otra vez volvía a retomar la confianza para platicar con el.
Llegamos a casa y baje del coche.
El me acompañó cruzando la calle llegando a mi puerta.

-Por fin en casa corazón.- Definitivamente este hombre me va a matar pensé en mi mente.- ¿Crees que mañana puedas aceptar ir a comer conmigo después de tu trabajo?.- Pregunto aunque más bien rogó.- Te prometo que no habrá malas intenciones, esta vez voy encero Isabela.

-Está bien, pero entonces nos vemos aquí en la casa, por que si no tendría que dejar el coche solo.-Dude un poco.

-No te preocupes iré a dejarte por la mañana y pasaré a recogerte a la salida.- Dijo decidido.

Acepte y me despedí de él con un beso en la
Mejilla.

Entre a mi casa y me desmaquille poniéndome la pijama y durmiendo plácidamente.

TENIAS QUE SER TÚ (Markitos Toys)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora