El fin de semana, salimos nuevamente pero sólo Miriam, Marivel y yo.
Absolutamente nadie sabia de mi relación con Marcos, yo no colgaba ninguna foto con el en mis redes y el tampoco, para el mundo el estaba soltero.
Así que fue una sorpresa encontrarlo con sus amigos en el antro y no me sorprendió ver a Miriam Loca por pedirle una foto, por dios ¿Quien no conoce a Markitos Toys?-¡Ahí está!.- Miriam grito y avanzó entre la gente, no me quedo más remedio que seguirla y afrontarme a las consecuencias.
Pero entre más nos acercamos más nervios me daban.
-¡No puedo!.- le grite a Maribel.
-¿Que de quería hablas? Vamos es solo una foto.- Tomo mi mano arrastrándome hacia la mesa.
Cuando llegamos Miriam ya había conseguido su foto y estaba hablando con el, el tenía su mirada baja y una bebida en la mano.
Todos estaban ignorándonos al parecer solo éramos unas fans locas.-Hola... ¿Podemos sacarnos una foto también?.- Le preguntó Sara y el asintió yo baje mi cabeza haciendo que mi cabello cayera en mi cara.
-Claro.- contestó el, se sacaron la foto.- ¿Tú amiga también quiere una foto?.- pregunto.
-Si ¿Verdad Isabela?.- me preguntó Maribel poniendo su mano en mi brazo, no respondí.- Perdona ha bebido mucho.- se disculpo.
-Oh ¿Enserio?.- Pregunto con sarcasmo
-Si, la a estamos pasando muy bien.- Le contestó Maribel sin saber el error que estaba cometiendo.
-Oye Isabela ¿Quieres una foto conmigo?.- Me preguntó Marcos directamente y entonces lo vi, su mandíbula estaba apretada a tal punto que pensé que llegaría a romperse y sus brazos estaban cruzados sobre su pecho.
-Claro.- le dije caminando lentamente a el, posicionándome a su lado, el puso su brazo alrededor de mi cintura y me derretí ante su tacto, pero me mantuve firme a su lado, sonreí hacia la cámara hasta que salió el flash me aparte de su lado.
-Gracias.- le sonreí falsamente.
-¿Por que no vienen a sentarse con nosotros? Hay lugares de sobra.- Soltó Eduardo.
Oí como mis dos amigas jadearon y asintieron efusivamente.
-¿Que putas estás haciendo aquí?.- me dijo cuando mis amigas se fueron a sentar con los demás.
-Me la estoy pasando bien.- dije descaradamente.
-Puedes pasártela bien en tu casa, viendo películas tu sola.
-¿Entonces tú si puedes salir por ahí pero yo no?.- le grite.
-Puedes salir, pero no a un antro a emborracharte y mostrarte a los demás.- me devolvió el grito.
-¿Cual es tu problema? No te pertenezco, deja de decirme que hacer.- trague mis lágrimas.
-TÚ! , tú eres mi problema ¡No puedo dejarte sola ni dos segundos!.- se llevo las manos a su cabeza en señal de frustración
-Está discusión no tiene sentido, me iré a casa, solo déjame en paz.- mi voz sonó triste, en verdad si quería irme a casa, mi noche se había ido a la mierda y mi cabeza empezaba a doler.
-No, quédate si es lo que quieres.- dijo aún molesto.
-No, no me quieres aquí así que me iré, no es la gran cosa.- dije dándome la vuelta y buscando la salida.
Estaba por salir al estacionamiento hasta que sentó que alguien me tomo del brazo haciéndome girar.
-No, Isa, no quiere que te vayas, es solo que ¿Por que no me dijiste que saldrías esta noche?.
-Si tan solo no hubieras estado tan ocupado ignorándome te lo hubiera dicho.- Dije seca.
-Lo siento, pero no supe cómo manejar la puta situación, estoy que me lleva la madre de celos, de pensar que convives con el en la escuela y que puedes salir con el, no se que putas pensar.
-Puedes comenzar confiando en mi tal vez, siempre te he dicho que yo no soy como tris ex's, debes aprender a confiar en las personas o terminarás solo Eduardo.
-Lo se, debo controlar mis celos, pero debemos ser honestos los dos, tenemos que decirnos cuando uno está en desacuerdo con el otro.- dijo ya más calmado.
-Bien.
-¿Estamos bien?.- me preguntó y yo reí.- ¿Aún quieres irte?.- asentí.
-Traje mi coche.- caminamos por el estacionamiento hasta encontrarlo.
-Tus labios tienen buena pinta.- dijo bromeando.
-Gracias, es un nuevo labial, tiene sabor también.- mentí, solo quería que me besara de una vez.
Nuestros labios se conectaron y volvió la felicidad a mi interior.
Le tendí las llaves y el manejo hasta llegar a casa.Gracias a dios y nuevamente estaba sola.
Subimos las escaleras los dos juntos y nuevamente nos empezamos a besar, posicionó sus labios en mi cintura y empecé a desabotonar su camisa la cual dejamos en el camino.
Acaricié con mis dedos su cuello y su abdomen y un gemido salió de sus labios, sus brazos de apretaron más a mi alrededor enviándome cosquillas a todo el cuerpo.
La calle en nuestros cuerpos iban aumentando y la ropa fue desapareciendo, caímos en la cama y yo quedé arriba de él, posicionando mi centro en su entrepierna.-¿Que es lo que quieres mi amor?.- Ronroneo bajando su boca hacia mi cuello, mi cuerpo entero ardió en deseo, mis piernas se enredaron en sus caderas y mis brazos en su cuello mientras nos seguíamos besando como si no nos hubiéramos visto en años.
Se cernió más a mi y pude sentir más su erección.
-Alguien está entusiasmado.- dije riendo.
- Hija de la chingada ¿Esperabas que no lo estuviera?.- besó nuevamente mi cuello despertando muchas más sencillez.- Te tengo muchas ganas.- me susurró.- Mira como me has puesto.-Ronroneo lamiendo el lóbulo de mi oreja.
El bajo su bóxer y yo me quite por un momento hasta que se pusiera el condon.
Me volví a montar y lentamente me fui sentado.-Puta madre.- Gruñó Eduardo poniendo las manos en mi cintura mientras me levantaba para volver a sentarme.
-¿Te gusta?.- pregunté inocentemente.
-Me encanta.- dijo dándome una nalgada.- Me encantas bebé.- algo en mi se encendió y empecé a aumentar e ritmo, su cara me lo decía todo, está disfrutando, el no aguanto más y me puso abajo de el introduciéndose de un solo golpe.
Solté un gemido y eso causó que el perdiera el control aumentando las embestidas, por dios, esto era un pecado.-Ya casi llego.- soltó un gruñido y sentí como algo dentro de mi quemaba, me retorcí bajo sus brazos, el embistió más puerta tocando mi punto G llevándome a la cima.
Quede agotada, el se acostó a un lado de mi.
-Eso estuvo de puta madre.- dijo riendo y yo le seguí.
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TENIAS QUE SER TÚ (Markitos Toys)
FanfictionUna familia de cinco personas deciden mudarse a Culiacán Sinaloa para aceptar una oferta de trabajo. El amor tocará a la puerta de uno de ellos ¿Conciencia? No lo creo...