TENIAS QUE SER TÚ (Markitos Toys)

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ISABEL P.O.V.

Toda la semana recibí flores de diferentes tipos, con notas diferentes.
Eran de verdad un detalle muy lindo, pero si el pensaba que solamente con flores iba a olvidar los he me hizo, estaba equivocado.
Sabía que el estaba tratando de ser sincero y hacer cosas que no hizo la primera vez, pero no todo podía solucionar de la noche a la mañana, ¿Como puedes arreglar algo que no estaba roto por que ni siquiera empezó ?.

Llegue del trabajo, mi cabeza dolía, había tenido un día pesado con uno de los padres de familia, su hijo había pegado un chicle en la cabeza de su compañera y su mamá lo defendía a capa y espada.

Abrí la cajuela para sacar las flores que había recibido esta mañana y mi material de clase.
Amanda venía saliendo de la casa junto con mi papá quien me miró nervioso.

-Hola.- les salude con una sonrisa.- ¿A donde van?.

-Vamos a salir a buscar a mi hijo a la escuela y de ahí a comer.- contestó amablemente Amanda.- ¿Quieres acompañarnos?

-Gracias pero mi cabeza está explotando, mejor veré si puedo dormir un rato.- agradecí.

El carro de Ana se estacionó frente a la casa de Kevin y ella bajo acercándose a nosotros con un papel en la mano.

-Hola, disculpen que no había traído la invitación antes pero hubo un problema con quien nos estaba haciendo el diseño.- le entregó la invitación directamente a mi papá

-No te hubieras molestado en traer invitación muchacha.- le dijo mi papá.

-Como cree que no, ademas Kevin me dijo que le había comentado a Luis que había invitado a los muchachos que vinieron la primera vez.-Dijo sonriendo.- Pero bueno me voy por que aún me faltan mucho, adiós Isa.- se despidió y se fue en su coche.

Yo de igual manera me despedí de ellos y entre a la casa.
Me tome una pastilla y subí a dormir.

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Desperté sudando a mares y con un asco del infierno.
Cheque el aire acondicionado pero estaba normal, decidí meterme a bañar, pero el asco y lo que parecía era temperatura no bajaba.

Mi cabeza empezó a doler aún más, me vestí como pude y toque las puertas de mis hermanos pero no estaba ninguno, baje las escaleras y tome las llaves del coche.

Salí de casa, Kevin y Gail estaban afuera, en cuanto me vieron me saludaron, pero yo no pude contestar, mi estómago se empezó a contraer nuevamente y tuve que poner mi mano en la boca para no vomitar.

-Isabela ¿Estás bien?.- pregunto Kevin acercandose y yo negué.- Wey háblale al Marcos.-Le dijo a su hermano quien se metió a la casa.

No tardo mucho en salir Eduardo, quien se acercó a mi como instinto.

-¿Que tienes?.- pregunto preocupado.

-Creo que tengo temperatura y mi cabeza duele, además tengo ascos repetidas veces.- dije triste.

-Vamos al Doctor, en el Camino le hablamos a tu papá, vamos Kevin, tú maneja.- le dijo a su hermano y subimos a la camioneta.