- ¿Emily? ¿Eres tú? ¿Que ocurre, estas en problemas? ¿En peligro? Dime algo.- se quedaba en silencio tratando de hablar y eso me colocaba más nervioso aún.
- Me escapé de casa y es una larga historia, ¿puedes venir al parque del centro?.- hablaba tan rápido que apenas podía entenderla.
- ¿Como? ¿Te escapaste? Emily, vamos a hablar seriamente sobre eso. Pero no te muevas de ahí, voy en seguida.
Le avisé a Marco que iba a salir sin explicarle los detalles, mi corazón latía a mil por hora, no sabía cómo iba a ser mi reacción al ver a mi niña después de tanto tiempo. Quise hacer de padre protector al escuchar semejante locura que acaba de hacer pero la verdad es que muero de ganas por darle un abrazo.
Traté de no pasar los límites de velocidad en la autopista para llegar al parque, tenía los nervios a flor de piel. Temblaba y no sabía el porqué de eso.
Apenas pude encontrar estacionamiento salí lo más rápido que pude al centro del parque, ella estaba temblando con un suéter demasiado delgado para este tiempo, con lágrimas en los ojos y una sonrisa al percatarse de mi presencia.
Sentía como las lágrimas bajan de mi rostro y se oprimía mi pecho. Nunca creí que sería tan emotivo un reencuentro. Corrí a darle un abrazo apretado.
- Cariño, estás aquí.- suspiró y se aferró aún más a mi.- Te extrañé tanto, me hiciste demasiada falta.
- Papá.- se quedó en silencio por un momento.- no sabes cuánto extrañaba decir esa palabra.
- Te amo, mi niña. En primer lugar, ¿Por qué te fuiste? ¿Como se te ocurre llevar puesto un suéter tan delgado que no te cubre nada del frío? ¿Quieres tener un resfriado?.- Me quité la chaqueta que traía puesta y se la coloqué. El lado sobreprotector se apoderó de mi de un momento a otro.
- Te explicaré todo, lo prometo.- me sonrió.- ¿Podemos ir por un café? Creo que me estoy congelando.
- Obvio, cariño. Vamos al más cercano. Quiero toda la información y sin omitir ningún detalle.
Llegamos a un pequeño pequeño local, pedimos algunas cosas y ella comenzó a decirme todo lo que había ocurrido.
- Me tenía que ir, no sabes cuánto cambió mamá, ya no la reconozco. Cuando tomé la decisión de quedarme con ella nunca pensé que iba a convertirse en alguien tan diferente, la ves y no tiene expresiones, está siempre deprimida, pasa en una depresión horrible. Ahora solo se dedica a traer hombres a la casa y salir dejándome sola, hay veces que paso 2 semanas sin saber de ella. Tengo que admitir que me equivoqué.- su voz se quebró.- nunca debí irme y alejarme de ustedes, sufrí tanto al quedarme con ella que ya ni recuerdo lo que es estar feliz. Voy a confesarte algo que seguramente no te vaya a gustar pero papá tienes que entenderme. ¿Me prometes que no te vas a enojar?
- Emily, no voy a prometer nada, dime que tienes que decirme. - se que estoy un poco duro pero se que tema va a tocar y de solo pensarlo me enfado.
- Es que..- cerró sus ojos.- por favor, solo pido que me entiendas.- mi mirada cambió enseguida por una de un poco de molestia.- esta bien, no me mires así. Te diré.
- Más te vale que lo digas ahora, señorita. Mi paciencia tiene un límite. Y creo que se a donde va el tema.
- Lo sé, papá. Últimamente al quedarme sola en casa y solo ver alcohol tirado en la sala quise probar, para ver que se sentía, que le provocaba a mamá eso para tratarme de esa forma, quería entenderla.- mis ojos se cristalizaron y me di cuenta todo lo que estaba pasando mi pequeña, no tenía dudas en querer pelear esa custodia.- así que estos meses lo estuve consumiendo, no soy una adicta, ni dependo de eso pero era una buena forma de olvidar todo. Se que esta mal..
- Entiendo que quisieras entender a tu madre y buscaras esa forma pero ten en cuenta que eso nunca fue ni será la solución. Mi niña, eso daña y creo que lo sabes muy bien. Admito que estoy enfadado, no quiero que nunca en tu vida tengas que depender de algo así, se como es el tema ya que al ser médico me topé con tanta gente la cual pasa por cosas así y no sabes cuanto me duele que estes así, nunca debí dejar de insistir para verte o no buscarte. Por favor perdóname.
- No tengo que perdonarte nada, tú hiciste lo que más pudiste y yo fui la que apoyé a mamá para alejarme de ustedes, creí que era lo mejor. ¿Te puedo preguntar algo?
- ¿Que ocurre?
- ¿Yo podría volver?.- algo en mi se quebró.
-¿Como me puedes preguntar eso? Esa siempre será tu casa, amor. Nunca en la vida me vuelvas a decir tal cosa, tienes todo el derecho de volver. Te juro que voy a hacer lo posible por conseguir que estés con nosotros de nuevo, iremos a un juicio tal vez y se que no es agradable pero esa custodia ten por seguro que voy a lograrla.
- Gracias por tanto, papá. No se que haría sin ti.- se levantó del asiento y la abracé al instante.
- ¿Sabes? Tus hermanos estarán felices de verte.- sus ojos brillaron.
Luego de pasar un rato tomando café decidí que era hora de llevarla a casa porque no iba a volver allá, estaba sola y mi corazón no me permitiría dejarla otra vez.
No volveré a rendirme.
Ryan.
Miré el celular y la notificación de vuelta a clases ya estaba en mi buzón de mensajes.
Estoy harto, seguramente nos quitan las vacaciones de invierno y probablemente las de verano por faltar tanto tiempo a clases. No es que odie el colegio porque estoy ansioso de ver a mis amigos y planear unas salidas pero no quiero estrés.
Bajé por algo de comer y vi como Marco caminaba de un lado a otro en el pasillo, encontré súper raro ese actuar. ¿Que le preocupaba?
- ¿Que pasó? Dime ahora si tenemos que planear un funeral.- se puso a reír.
- No seas tonto, estoy caminando nada más.
-¿Ya? Crees que soy tan estúpido para pensar que dices la verdad. Me impresiona, suelta ya lo que pasó, Marco.
- Es Emily.- mi sonrisa se borró al momento. - Hey, no te preocupes. Creo que está bien, acaba de llamar a papá y..
-¿Que? ¿Por qué rayos viene a llamar ahora? Ya esta expulsada de aquí, ¿se quiere hacer la importante?
- No hables así de ella, Ryan. Es nuestra hermana, supera el que se haya ido con mamá.
- ¿Mamá? ¡Que te pasa Marco! ¡Esa desconocida nunca volverá a ser llamada mamá por nosotros, nos abandonó!
- No te comportes como un crío. Eres grande como para tener ese rencor hacia ella. Se que puedes rechazarla pero a nuestra hermana, no. Es una más de nosotros y lo sabes. Nunca la expulsamos de nada, tú eres el dolido.
- Me lo prometió.- susurre.- ¡Me dijo que no se iría de aquí! ¡Que todo estaría bien y apenas acabara el juicio estaríamos todos juntos en casa!
- Yo no quise..- mis ojos se llenaron de lágrimas pero con furia. Me quiso dar un abrazo pero lo aparté de mi lado.- ¿Te encuentras bien?
- Si, no es nada. Estaré arriba.- solo escuché un suspiro de su parte y me fui a mi habitación desapareciendo por las escaleras.
ESTÁS LEYENDO
Pequeñas travesuras
FanfictionCuando se trata de problemas jamás están fuera los Miller. Son una familia bastante unida pero también inmadura, seis adolescentes viviendo con un padre soltero quien lucha cada día para sacarlos adelante, en la casa hay reglas y se tienen que cumpl...