19. Primos y alcohol

1.3K 53 3
                                    

Liam

Mientras arreglaba las cosas para salir al parque de atracciones sonreía como un idiota porque ya tendría con que sacarle en cara a mis hermanos, era tanta la emoción que la hora ya no se hacía eterna.

Cuando le avisé a mi mejor amigo que estaba listo y que ya estaba yendo hacia su casa me pareció raro que no respondiera absolutamente nada. Al llegar y despedirme de papá vi como su mirada de culpabilidad lo delataba a metros.

-¿Que hiciste? - le pregunté confundido.

- Quería que la pasaras bien ¿ya?

- Julián..

- Te dije que iríamos al parque de diversiones pero..

- ¿Pero?

- Nos vamos a la fiesta que consiguió Alan.

- ¡Joder! ¿sabes que me van a castigar de por vida?

- Si pero no, adivina..

- No tengo ganas de adivinar nada.- coloqué mi mano en la frente.

- Si iremos al parque, tranquilo. Solo que después nos vamos a desviar un poquito.

- Eso está igual pero no importa, tengo unas ganas de olvidar todo que acepto.

- Ya está entonces. Afirmate amigo que esta noche la pasaremos genial.

Esperamos a que Alan llegara para irnos hacia el parque pero este nunca llegó, lo llamamos una infinidad de veces pero tampoco respondió su celular hasta que llamamos a su mamá y nos dijo que estaba castigado de último minuto.

Así que nos fuimos solo nosotros dos y la mamá de Julián la cual solo nos iba a dejar ahí para luego acompañarnos hasta la fiesta, a él siempre lo dejan salir más en ese sentido, su mamá es súper relajada todo lo contrario a papá.

- Aún no puedo superar que te dejen ir a una fiesta llena de alcohol.

- Privilegios de ser el favorito entre mis hermanos.- sonrió.

- ¿Entonces qué soy yo? El favorito imposible porque me dejarían ¿no?

- No lo sé. Pero deja de pensar eso.

No seguí su consejo y me quedé pensando en eso durante toda la noche. ¿No me quieren verdad? A mis hermanos obvio que si porque los dejan hacer lo que quieran, bueno no es cierto pero tienen más permisos.

Marco siempre los tiene al ser mayor pero a mi no me falta nada para alcanzarlo y sigo como un niño a sus ojos.

- ¿Que te parece si nos subimos a esa montaña rusa?

- ¿Acaso piensas en hacerme vomitar? - él asintió.- ¿Que esperas entonces?

Corriendo mientras reíamos de los nervios y nos formamos en la fila para subirnos al juego, la adrenalina que sentía era muy grande. La fila cada vez avanzaba y ya temblaba.

- Joder que nervios.

- Ni te imaginas.- llegó nuestro turno.

Nos abrocharon los cinturones de seguridad y esperamos unos minutos antes que comenzara el juego hasta que sentimos un ruido indicando que todo iba a empezar, ya sentía que el corazón se me salía pero cerré los ojos y me dejé llevar gritando por la adrenalina junto a mi mejor amigo.

Marco

Tenía muchísima hambre y bajé por un sándwich, todo estaba en silencio así que algo pasaba. Mis hermanos no estaban en el patio ni en la sala, algo raro. Tocaron la puerta principal y fui a ver de quién se trataba.

Pequeñas travesurasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora