43. Visitas

993 53 4
                                    

Connor

Por la mañana me levanté mucho más temprano de lo normal para organizar unas últimas cosas del trabajo además de pensar seriamente si unirme a la empresa de mi padre en unos meses.

Me pareció muy extraño escuchar ruidos a esa hora ya que todos deberían estar durmiendo. Estos se oían desde la sala de juegos y por curiosidad me acerqué en silencio.

Fue una sorpresa encontrarme a Ethan pegado al televisor con sus controles de juego, tenía los audífonos puestos y hablaba por el micrófono.

- Hey.

- Hey. - me respondió y su cara fue un real poema al darse cuenta que estaba allí. - Papá...

- ¿Qué haces despierto?

- Nada. - entré a la sala y lo levanté del sillón. - Ahora voy dormir.

PLAS

- ¡Ay! - se sobresaltó.

- ¿Acaso sabes la hora que es jovencito? - colocó en silencio el micrófono.

- ¿Las tres?

PLAS PLAS

- ¡Au! ¡No me pegues que ya apago todo!

PLAS PLAS PLAS

- ¡Espera!

- ¿Te quedaste toda la noche despierto jugando? - ya se formaba un puchero. - Responde Ethan.

- Si... - de un solo movimiento lo acosté en mis rodillas. - ¡Nooo!

PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS

- Tienes bien claro que hay una hora para dormir y se respeta.

PLAS PLAS *Auu* PLAS

- ¡Estamos de vacaciones! - en parte tenía razón pero era demasiado tarde.

- No es justificación, hijo son las cinco de la mañana.

- ¿Y? - al contestar de esa forma desafiante me molestó.

PLAS

- ¡Lo siento!

- Estos juegos no los verás en una semana. - me miró espantado al ver que los empecé a desconectar.

- ¡Pero si recién me los entregaste hace dos días! - se apresuró en ir a mi lado. - Por favor no los guardes, te prometo que no me quedaré jugando hasta tarde...

- Escúchame Ethan, si esto se vuelve a repetir no será una simple semana.

- Volví del baño. - Mateo venía entrando a la habitación cuando se da cuenta de la situación. - Digo... - se dio la vuelta. -Iré a seguir durmiendo.

PLAS PLAS PLAS

- ¡Ay! - le llegaron de todas maneras.

- Se me van a acostar inmediatamente, caramba. - corrieron como si sus vidas dependieran de ello y me causó gracia.

Dios dame paciencia.

Recibí un mensaje del abogado con el caso de la custodia, estuve cuestionándome varios días sobre el tema y no quería exponerla a un juicio por segunda vez, por esa razón le pregunté hace poco si se podía obtener de una manera diferente pero lamentablemente no existía.

Estuvimos conversando bastante para acordar los últimos puntos antes de darme la fecha en la que tendría que defender el caso. Era consciente de que existen ambas posibilidades, ganar o perder y eso me colocaba aún más nervioso.

Pequeñas travesurasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora