31. Todos por igual

1K 51 9
                                    

Connor

Cuando terminamos con Mateo lo acompañé a comprarse un helado que me pidió durante todo el camino, mi niño tenía la carita roja y yo trataba de colocar una botella por lo menos fría para que bajara la intensidad.

- Papá quiero que sea de piña. - miró la vitrina en la heladería.

- Elige dos sabores.

- ¿Puedo elegir el mismo dos veces?

- Claro que si, cariño. - este me sonrió y le dieron su helado doble. En mi caso pedí uno uno pequeño de frutilla.

- Mateo siéntate en esa mesa de allá mientras voy a cancelar el pedido. - mientras terminaba de pagar recibí una llamada de mi hermano.

Al principio pensé en dejarlo pasar pero luego me imaginé que algo les había pasado a mis pequeños y opté por contestar.

[Llamada]

- Alex ¿qué pasó?

- No te asustes.

- Si lo dices de esa manera me preocupas ¿le pasó algo a los niños? ¿Alguno se siente mal?

- No quería tener que molestarte pero..

- Por favor llega al punto.

- No encontramos a tu hija.

- ¿Es una broma? ¿Emily?

- Si Connor ¿quién más?

- ¿La llamaron? ¿Hace cuánto no la ven? No, ¡No puede estar perdida! ¿Llamaron a la policía?

- Hermano tranquilo, la vamos a encontrar pero no contesta.

- Voy para allá. - corté la llamada.

No sé cómo le dije a mi hijo que se moviera para irnos de lo nervioso que estaba, siempre hace algún berrinche por irse pero esta vez fue todo lo contrario.

Tomé respiraciones profundas en el camino y trataba de pensar positivo. Nunca me había dado un ataque de pánico o algo por el estilo pero ahora realmente me sentía mal.

Recorrimos toda la playa junto a mi hermano, mis hijos la llamaron una infinidad de veces y aún así no aparecía, no contestaba ni daba señales de vida.

- No puede estar pasando esto Alex. - mi voz se quebró.

- Connor te prometo que la vamos a encontrar en algún lado. Por favor discúlpame, yo debí verlos a todos.

- La culpa no es tuya si no de ella que salió sin pedir permiso alguno ni avisar a que lugar iba.

- ¿Estas enojado o preocupado?

- De las dos cosas y muy angustiado. Si ella no aparece iré con la policía, no esperaré más horas.

- Sigamos buscando.

La tarde pasó como si hubieran sido tan solo minutos, todos los chicos estaban en la casa con mi cuñada. Nick llegó a ayudar, buscó por diferentes partes de la ciudad pero ninguno encontró nada.

Tiritaba en la casa de Alex, me tuvieron que dar un vaso de agua con azúcar porque yo ya no podía estar tranquilo.

- Te tienes que calmar. - Nick me miraba.

- Escúchalo Connor. Tienes que conservar la calma por tus hijos, no pueden verte así de preocupado.

- No saben cuanto me duele no tenerla justo a mi lado, todo ese tiempo que no puede verla crecer por culpa de su mamá y ahora que tenía la mínima oportunidad ocurre esto. Soy un mal padre, no debí ir a la clínica ni dejarlos solos..

Pequeñas travesurasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora