56. Intoxicación por alcohol

912 49 6
                                    

[Dos horas antes]

Connor

Me encontraba revisando unos papeles de la empresa cuando mis hermanos llegaron a mi oficina con una gran sonrisa.

- ¿Quieres almorzar por aquí cerca? Encontré un restaurante buenísimo. - Alex se acercó.

- Pensaba almorzar con mis hijos pero no creo que haya problema, le diré a Marco que caliente la comida que dejé preparada temprano.

- Me parece bien. - Nick se sentó.

- ¿Qué van a comer?

- Puede que comida italiana, desde que mi esposa está embarazada yo tengo los antojos. - reímos. - Es verdad.

- Bueno entonces es mejor apresurarnos, no hay que hacer esperar esos antojos.

- Concuerdo contigo.

- ¿La próxima semana seguros que no me necesitarán? Pensaba en una semana de vacaciones.

- Tranquilo, es mejor darle un descanso a todo esto. Cualquier cosa te llamamos.

- Grandioso.

- ¿Van a viajar?

- Si, íbamos a ir hace unas semanas pero por diferentes motivos lo tuve que posponer.

- ¿Algún lugar en específico? - preguntaron camino al auto.

- La verdad no, estoy pensando seriamente si viajar a otro país de sorpresa o dejarlo antes de ir a clases.

- Mejor lo segundo. - opinó Alex. - Puedes ir a unos lugares hermosos, te los voy a recomendar.

- Bueno, sería de gran ayuda.

Condujeron a un lugar no muy cerca de aquí, es bastante elegante el restaurante, no acostumbro mucho a venir por estos lados.

- Hay que disfrutar el dinero señores, tenemos suficiente para venir a comer cada día a uno diferente.

- Lo sé pero prefiero administrarlo de otra manera. - reí. - Y tú también deberías Alex.

- Connor tiene razón, viene un bebé en camino por si no lo recuerdas.

- Sí. - se quedó pensativo. - ¿Me recuerdan ir por chocolates al salir del trabajo?

- ¿Tu esposa...?

- Exacto, ambos andamos igual.

- Quien lo creería, tú embarazado. - bromeó Nick.

- Sabes a lo que me refiero. - le pegó un codazo y reímos los tres.

- Muy bien, elijan que yo pago.

- En ese caso pediré todo el menú.

- No abusen de mi generosidad, tampoco es como si fuera al baño y trajera dinero.

- Ya cállate que lo arruinas.

- Pediré esto. - dijo Nick interrumpiéndonos.

- ¿Les parece cerrar los ojos y pedir lo primero que salga en la carta?

- Que infantiles por Dios.

Pasaron cinco minutos y ya teníamos los ojos cerrados para elegir al azar.

Marco

Por un mensaje de texto que envió papá supe que tenía que calentar la comida, como a los chicos aún no les daba hambre seguimos viendo la película.

Pequeñas travesurasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora