Emily
3:42 AM.
Sigo sin poder dormir, los pensamientos no me dejan tranquila por lo que opté por levantarme a buscar un vaso de agua. En el camino escuché un ruido en la cocina, más de alguno debe tener lo mismo que yo o están jugando en la consola a escondidas y les dio hambre.
- ¿Tú? - dije mirando a mi hermano mayor sentado en el sofá con una mano en la frente. - ¿Estás bien?
- ¿Por qué no lo estaría? Solo vine por un vaso de agua.
- No podía dormir.
- Yo menos...
- Adivino. - susurré abriendo el grifo. - ¿Película que no puedes dejar de ver?
- No peque, es la cabeza. Me estuvo doliendo desde que me levanté y con dos pastillas no se me quitó.
- Relájate y trata de dormir otra vez. Cuando cierres los ojos dejas tu mente en blanco.
- Lo tomaré en cuenta.
Al dirigirme al comedor me fui quedando dormida en la silla al relajarme completamente. Oí ruidos provenientes de la sala y creí que Marco estaba con algún café o había encendido la televisión pero a diferencia de eso sacó las llaves del auto en plena madrugada.
- ¿Vas a salir? - lo miré sorprendida. - ¿Estás sonámbulo?
- ¿Qué? No.
- Entonces sacas el auto por...
- Una emergencia. - completó. - Papá no se dará cuenta.
- ¿Desde cuándo mi hermano mayor sale a escondidas en la noche?
- Nunca, no pienses mal. Solo que hoy quiero ir a tomar aire.
- Ajá. - miré el reloj. - ¿Faltando para las cuatro de la mañana?
- ¿Eres mamá acaso? - me quedé en silencio y su cara cambió. - Lo siento, sé que me quieres cuidar pero tendría que ser al revés, ¿sabes?
- Bien, no vayas muy lejos. Cuídate y si vas a una fiesta yo te puedo cubrir.
- Te quiero, ahora duerme que si papá despierta...
- Si, sí. - lo abracé y él hizo lo mismo.
En mi cuarto volví a cerrar los ojos deseando que de una vez por todas dormir tranquila y que las pesadillas no fueran un problema.
•••
Los rayos del sol en mi ventana provocaron que abriera los ojos y el mal humor se esparciera a pasos gigantescos. Odio que llegue luz a mi cara.
- Buenos días. - Ethan corrió a lanzarse a mi cama.
- Me aplastas. - reí tratando de quitarlo.
- ¡Yo también quiero! - llegó Mateo.
Así sucesivamente fueron llegando cada uno de mis hermanos. Esto comenzó con una pelea de almohadas y bastantes caídas al piso.
- Tu cara. - se burló Ryan desde la silla de decoración apartado de los movimientos bruscos.
- Te daría un buen golpe con la almohada pero sería injusto viendo que no te puedes defender. - le saqué la lengua.
- El pie me lo impedirá pero aún me sirven las manos, Emily.
- Quiero ver eso. - cumplí lo que le acababa de decir y este se levantó cojeando pero cobrando venganza, fue una tortura repleta de carcajadas.
Estaba por formarse una pelea de quien le pegó a quien muy fuerte y nos interrumpieron en la puerta, era papá con pijama aún.
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Pequeñas travesuras
FanfictieCuando se trata de problemas jamás están fuera los Miller. Son una familia bastante unida pero también inmadura, seis adolescentes viviendo con un padre soltero quien lucha cada día para sacarlos adelante, en la casa hay reglas y se tienen que cumpl...