62. Dulce hogar

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Ryan

Debo admitir que estoy un poco agotado, estos días han sido muy buenos pero también cansadores al caminar por todos esos parques temáticos. El día jueves fue de relajo y ya es viernes, la última actividad antes de viajar a casa.

Decidimos adelantar la vuelta por mi pie el cual con exigencias por parte de papá sobre cuidarme tuve que guardar total reposo. Veía a mis hermanos divertirse y yo aburrido en una cama del hotel, de igual manera me trató de animar trayendo todo tipo de postres, pequeños regalitos cuando salían los demás a puestos en el parque, en fin.

No soporto pisar, con eso lo digo todo.

Papá me explicó que es de segundo grado y se evidencia una rotura significativa pero incompleta del ligamento del tobillo, esa es la razón del porqué hay limitación en el movimiento y me esté doliendo horrible.

- ¿Te arreglo la maleta? - Liam se agachó a buscar sus audífonos.

- Sería de gran ayuda.

- Aquí frente a ti el mejor hermano.

- No te lo niego.

- ¡Oye! - Ethan nos miró de la cama del lado. - Estoy aquí presente.

- ¿Y?

- Ah, con que con esa estamos.

- ¿Qué vamos hacer antes de irnos?

- ¿Disculpa? No puedes, tú estado no te lo permite. - rieron ambos.

- No sean así. - me levanté aguantando una mueca. - Puedo y quiero.

- Díselo a papá.

- Liam ayúdame, ¿sí?

- Te saldrá caro. - movió las cejas. - Diez dólares y tienes mi silencio.

- Quince y trato de persuadir a papá. - le siguió Ethan.

- ¿Apuestan? - Mateo entró con una sonrisa en el rostro. - Veinte y hago todo pero si agregas cinco ten por seguro que saldrás sí o sí.

- Mateo, tu ganas. - revisé mi billetera y sentía las miradas fijas.

- ¡Soy tu mellizo y mejor amigo!

- ¡Y compartimos sangre!

- Ethan eso es obvio.

- Él es adoptado. - dijo refiriéndose al menor que hizo cara de ofendido.

- Por lo menos a mí me planearon. - susurró.

- Uh. - reí a carcajadas. - Me temo que debes dar la pelea por vencida.

- ¿Qué hacen?

La puerta se abrió y Emily se acostó a mi lado apretando con una fuerza inhumana la almohada.

- ¿Qué te hizo la pobre? - se la quité de las manos.

- ¡Papá no me deja salir sola! - tiró los zapatos.

- Cuidado, bestia. - mi mellizo le sacó la lengua.

- ¿No crees que es porque no conoces la ciudad?

- No ayudas Ryan.

- Podría pasarte algo. - le di más importancia. - Es peligroso.

- Exacto y te podrían dar ganas de hacer trucos en patineta quedando como este idiota.

- El puñetazo que te daré, Ethan... - cerré los puños.

- La violencia no es la solución. - Liam se puso en el medio. - A excepción de que quieran guardar el secreto aportando...

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