52. Malas palabras

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Connor

Al salir de la clínica algo me molestaba en el pecho, no sabía si era el llanto de Ethan o de Emily.

Para uno como padre es difícil hacer estas cosas aún más sabiendo que a ellos no les gusta venir a este tipo de lugares. En el fondo entiendo su posición y más el pequeño dolor que sienten por esa inyección.

Si no era positivo de aquí a mañana iba a traer toda la mala energía para su cita al dentista. Los conozco, son mis hijos y ha sido un problema de siempre su salud.

Como prometí fui a la heladería, no podía llevarles a los demás porque se van a derretir pero en algún otro momento se los daré.

- Mi niño limpia tu carita, no llores más. - Ethan lo hizo entre hipidos. - Tesoro por favor...

- Me duele mucho, no me puedo ni sentar.

- Lo sé mi vida.

- Papi quiero dormir. - Emily me habló.

- Bueno cariño, ¿no quieren helado?

- Si...

- Pero dejen de llorar. - los volví a mirar por el retrovisor.

Me tuve que estacionar a unos metros de la heladería pero no era tanto en caminar, ambos me seguían y daban ternura sus pucheros.

- ¿Qué sabor van a querer?

- Fresa.

- Chocolate.

- Muy bien, ahora vuelvo, busquen una mesa.

Pedí aquellos sabores y para mi uno de vainilla, no había una fila extensa pero si se demoraban en atender. Ya comprados me dirigí hacia el lugar en donde se ubicaron.

- Tienes la carita roja, cariño. - le limpié una lágrima a mi pequeña.

- Un poco.

- De acuerdo princesa, el helado y a casa.

- ¿Podemos ir a un parque de diversiones la próxima semana en nuestras vacaciones?

- Tus hermanos querían otra cosa.

- Pero me encanta ir, además Emily odia los insectos.

- Si nos organizamos bien podríamos pasar el primer día. - su carita de ilusión me alegró. - Lo restante pueden ser visitas a ciudades y para terminar un camping.

- ¡Sii!

- Pero me temo que se tendrá que aplazar otra vez...

- ¡No! Ya fue una semana. - se quejó Ethan.

- Amor, ¿dónde quedará la hora para el dentista en su caso?

- Otro día, no otro mes. - pensó. - ¡El otro año!

Los tres reímos y quizás tenían razón, ¿qué daño podría ocurrir si lo dejamos para un tiempo más?

Un posible dolor de muelas en vacaciones.

Deseaba que no ocurriera. Estuve pensando mucho y quisiera llevarlos a vacacionar a otro país antes de que entren a clases. Nunca viajábamos por motivos de trabajo pero ahora no veo impedimento.

Mientras ellos terminaban su helado revisé el celular, tenía mensajes de Nick y me di el tiempo de verlos. No eran nada importante.

- Papá...

- ¿Si, cariño?

- Hay un cártel de un campamento militar. - Emily susurró.

- ¿Tú nos enviarías? - Ethan preguntó curioso.

Pequeñas travesurasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora