Gracias mamá

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Amelia

Debo admitir que Harrison ha hecho un trabajo genial como guía, como el dijo terminé aún más enamorada de este lugar. Sin embargo, ya vamos de regreso a nuestras casas, bueno, a mi casa.

-¿No estas cansado?

-Un poco, pero suelo salir harto por aquí, así que, se puede decir que estoy algo acostumbrado -responde-

-Ya veo -sonrio-

-¿No se te ha hecho difícil el cambio de idioma?

-No lo sé, tú dime -suelto una pequeña risa-

-Te manejas bien, aunque no tienes el acento -confiesa-

-¿Me estas calificando? -lo desafío con la mirada-

-Puede ser -sonrie-

-Habla en español, apuesto a que no puedes decir ni una palabra -sigo con mi mirada desafiante-

-H-Hola -dice en español-

-Bah, esa es la típica, di algo más complicado -ruedo los ojos-

-Dime dos palabras o una oración y la digo

-Dejame pensar -guardo silencio- lo tengo -sonrie y elevo una ceja- soy el peor guía turístico del mundo

-Tienes que repetirlo, no puedo tan rápido -se defiende-

Luego de unas cuantas repeticiones Hazza se decide a decirlo y cuando lo hace no puedo evitar las carcajadas. Uno, porque lo dice muy gracioso y dos, porque no entiende nada de lo que está diciendo.

-¿Lo hice bien? ¿Qué significa? -pregunta curioso-

-Excelente -digo entre risas- significa soy el mejor guía turístico -no puedo evitar soltar otra carcajada-

-Estas mintiendo -me mira con cara de poco amigos y saca su móvil-

Hazza usa el traductor y vuelve a repetir lo que le enseñé, así es como descubre que era todo lo contrario.

-Eres mala -me mira fijamente-

-Es broma -sigo riendo- eres el mejor, cumpliste tu palabra y terminé enamorandome aún más de este lugar -digo más calmada-

-Genial -sonrie-

Harrison

Durante todo el camino no hemos dejado de reir con Amelia, la verdad es que se ha encargado de fastidiarme con el español.

-Amelia es la mejor -digo con dificultad- ¿Y eso qué es?

-Algo que puedes repetir siempre que estés conmigo -sonrie satisfecha-

-No me fio de ti -saco mi móvil y consulto con el traductor- te quieres poco ¿eh?

-Algo así -se encoje de hombro mienttas rie-

Pasar la tarde con ella ha sido buena, hemos intentado de datos interesantes para conocernos más y ha resultado bien.

-Estamos por llegar -dice-

-¿Estas segura que solo querrá agradecerme? De verdad soy malo hablando con adultos -insisto-

-Tranquilo, solo serán 5 minutos -sonrie-

Luego de algunos intercambios más de palabras llegamos a la casa de Amelia. Ella saca sus llaves y abre, acto seguido me dice que la espere ahí que irá en busca de su mamá. Voy a salir corriendo, esto es raro.

-Volví -me mira nerviosa- Harrison te presento a mi mamá Lisstte, mamá Harrison, el chico que me acompañó en el hospital -aparece la madre de Amelia sonriente-

-Mucho gusto -suelto nervioso-

-El gusto es mío -me mira como si me estuviera analizando-

No sé qué más decir, esto se está volviendo demasiado incómodo, Amelia que nota mi incomodidad rompe el silencio.

-Bien mamá, ya lo conociste, ahora Harrison debe irse porque tiene cosas que hacer ¿verdad? -me mira-

Cuando voy a responder  de Lisstte le responde a Amelia.

-¿No me dijiste el nombre del hospital para estar con él a solas? -levanta una ceja-

La expresión de Amelia cambia, sus mejillas se ruborizan y pareciera que su cara cae de vergüenza.

-¿Qué dices? -responde- mi mamá, se le ocurre cada cosa -me mira y rie nerviosa-

-Conozco el tipo de chicos que te gustan Amelia -dice su madre-

-Bien, ¿vas a decirle algo más a Harrison? tiene que irse -cambia de tema-

Me he aguantado la risa todo este rato, las expresiones de Amelia son bastante cómicas.

-Gracias por cuidar de esta niña, y por traerla a casa -dice dulce Lissette- ¿te gustaría pasar? prepare algunos dulces de nuestro país

-¡NO! -grita Amelia- digo, seguro tiene mejores cosas que hacer

-En realidad no -respondo tranquilo y Amelia me da una mirada asesina-

-Además de guapo eres bien simpático -dice Lissette- tranquila Amelia, entiendo que hayas querido pasar tiempo con él

-¡Mamá! -dice molesta-

-Te encantarán los dulces. Además te podré conocer un poco más, debo saber sobre el héroe de mi hija -Lissette me invita a pasar-

-Me quiero morir -susurra Amelia-

-¿Dijiste algo? -le pregunto fingiendo no haber escuchado-

-¿No que eras tan malo hablando con adultos? -rueda los ojos-

-Siempre hay una primera vez -respondo satisfecho-

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Me reí escribiendo esto, espero que ustedes igual leyendolo!!<3

Cuando nuestros caminos se cruzan // Harrison OsterfieldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora