Amelia
Han pasado 3 días y todo ha cambiado, todo se ha transformado en una pesadilla. Harrison me habla, pero no es lo mismo, solo se limita a preguntarme cómo van mis dolores y ya, lo cual me duele. Y mucho. Por otro lado, mamá sigue molesta por haberle ocultado los dolores, mareos y visitas al hospital. Papá por el contrario, ha dejado su enojo para después, por lo que, él me acompañará a realizarme los exámenes hoy. Leonardo, Rebeca y Maura han sido los únicos que no se han molestado por lo sucedido, bueno, Leonardo ya sabía todo.
-¿Cómo estás? -Maura entra a mi habitación-
-Bien, creo -respondo-
-Hablaré con mamá.
-No hace falta Maura, entiendo que esté enojada. Cometí un error -suspiro-
-No puede estar enojada por siempre, tiene que acompañarte en esto, aún no sabemos si es grave o no -comenta-. hablaré con ella quieras o no.
-Gracias -sonrío a medias-
-¿Puedes levantarte -pregunta-
-Sí -río-. creo que amanecí bien.
-Bien, está listo el desayuno, tienes que baja a tomar para poder irte al hospital con papá -dice-. vamos.
-Anda, yo voy de inmediato -sonrío-
-Bueno, no tardes -se da media vuelta y sale de mi habitación-
Cuesta entender en qué momento cambió todo, hace 3 meses estaba tranquila. No tenía amigos aquí, eso es cierto, pero nada malo pasaba y ahora estoy aquí preparandome para ir al hospital. Suspiro. Tomo mi móvil, mensajes de Leonardo, Coni y Rebeca, ningún mensaje de Hazza. Miro la hora y me doy cuenta que debo apurarme.
Me pongo de pie para dirigirme a la bañera. Me ducho rápidamente, salgo del baño para volver a mi habitación y vestirme. Saco cualquier polera junto con mi jeans rasgado favorito más mis vans negras con terraple. En menos de 5 minutos estoy lista, me pongo en disposición para bajar, pero, el dolor intenso vuelve y me lo impide. Tomo mi cabeza con ambas manos intentando aliviar el dolor, sin embargo, no da resultado. Noto cómo comienzo a perder el equilibrio, con mi mano izquierda me afirmo del escritorio, lamentablemente, no es suficiente. Caigo al suelo, golpeando cada parte de mi cuerpo y mis ojos comienzan a debilitarse. Todo pareciera ir en cámara lenta, lo último que logro ver es a Maura gritando hasta que mis ojos sin soportar más se cierran.
Harrison
-¿Has hablado con ella? -pregunta Harry-
-Ayer le pregunté cómo seguía todo.
-No puedo creer que aún no arregles las cosas, ya van tres días. Te vas a arrepentir -Tom me mira fijamente-
-¿Y hoy? -Harry vuelve a preguntar-
-No lo sé -desvío la mirada-. se supone que hoy tiene los exámenes.
-Estas comportandote como un idiota ¿lo sabes? -insiste Tom-
-Creo lo mismo. Hazza, sí estuvo mal que te ocultara algo tan serio cuando se supone que son amigos, pero, si lo son, tú deberías estar ahora con ella, acompañandola -Harry hace una mueca-
-Te ocultó algo y eso no lo hacen los amigos, pero, lo que tú estas haciendo ahora tampoco lo hacen los amigos. Creo que ya están a mano -apoya Tom-
No quiero decir nada, sé que tienen razón, me he comportado como un niño de 3 años. Me duele que no me haya dicho nada, yo podía acompañarla cuando fue al hospital, yo podía protegerla.
-Está bien -suspiro- hoy iré a hablar con ella.
Tom y Harry celebran como si se tratara de un hoyo en uno. Los miro con gracia.
-Iré a bañarme -comento y salgo de la cocina-
Estos días darme un baño liberaba mis tensiones, me renueva completamente. Comienzo a vestirme, una vez listo decido revisar la hora en mi móvil. 3 llamadas pérdidas: todas de Lissette, mamá de Amelia. Demonios.
Primer bip, segundo bip, tercer bip. No hay respuesta. Piensa, Hazza, piensa. Leonardo.
Primer bip, segundo bip...
-Harrison -responde-
-¿Ha pasado algo? Lissette me ha llamado
-Es Amelia -su voz se quiebra-. está en pabellón.
-¿Qué? ¿Cómo? -pregunto preocupado-
-Estaban a momentos de irse al hospital cuando Amelia se desvaneció, perdiendo el conocimiento -guarda silencio-. no lograban despertarla Hazza.
-¿Qué dijo el doctor?
-No lo sé, llegué hace poco -suspira-
-Voy para allá -corto la llamada-
Soy un completo idiota, todos estos días las estuve ignorando cuando se encontraba mal. Guardo mi movil y salgo de mi habitación a toda prisa.
-¿Dónde vas tan rápido? -me detiene Tom-
-Al hospital.
-¿Pasó algo? -me mira preocupado-
-Sí, pasó que soy un idiota y ahora ella está mal, la están operando -siento como un nudo se forma en mi garganta-
Tom me mira con sorpresa, no sabe qué decir. En eso llega Harry.
-¿Por qué las caras? -pregunta-
No soy capaz de responder, las lágrimas amenazan en salir. Tom me abraza y yo me aferro a él con fuerza.
-Necesito verla -susurro-
-Vamos, yo te llevo -responde él-
Harry está parado sin decir nada, no entiende el por qué de todo esto, pero actúa y va en busca del auto.
Salimos de casa, en el camino Tom le explica a Harry lo sucedido. Me limito a mirar la ventana, la angustia y preocupación me están matando. Es increíble como en tan poco tiempo Amelia ha significado tanto para mí, si llega a pasarle algo aún peor, no me lo perdonaría nunca.
_________________________________________
Un poquito de drama ¿me perd0.nan? Comenten qué les pareció!!
Aprovecho de contarles que también tengo una fanfic de tom, por si quieren pasar a verla<3
ESTÁS LEYENDO
Cuando nuestros caminos se cruzan // Harrison Osterfield
FanfictionAmelia es una chica de 19 años quien tuvo que abandonar su país de origen por una fuente laboral prometedora para su padre. En este nuevo camino conocerá a mucha gente, dentro de este nuevo grupo de personas se encontrará el chico de sus sueños, por...