Cuando nuestros caminos se cruzan // Harrison Osterfield

Mejores amigos

Harrison

Una vez salgo de la habitación me arrepiento por mi actuar, pues debí escuchar lo que Amelia tenía por decir, pero necesito un momento para pensar.

-Hazza ¿dónde vas? -la voz de Leo me detiene-

Volteo a verlo.

-Me voy.

-¿A casa? -pregunta confundido-. ¿está todo bien?

-Sí -respondo-

-¿Y por qué te vas tan temprano?

-Tengo que... tengo que hacer unas cosas con Charlotte.

-Ah -entrecierra los ojos-. está bien, nos vemos.

Leonardo sigue su camino, y yo sigo el mío, trato de no tomarme mucho tiempo en llegar al estacionamiento.

Una vez allí, subo en el auto echo mi cabeza hacia atrás, y suspiro cansado. Cojo mi móvil, busco entre mis contactos y marco probando suerte.

-¿Qué pasa?

-¿Estas ocupado? -pregunto-. te necesito.

-Acabo de terminar las grabaciones -responde-. ¿quieres que te llame por videollamada?

-No, tranquilo, podemos hablarlo por aquí -respondo-

-Bien, ¿en qué puedo aconsejarte ahora?

Amelia

Desde que Harrison abandonó la habitación, no he logrado ordenar mis pensamientos.

Cometí un error, sí, pero no ha querido escucharme. Theo no sabía lo del intercambio por mí, no hablaba con él. Además, para ser justa, con todo esto no creo que pueda irme ¿qué sentido tenía decirle?

Leonardo aparece por la puerta de la habitación.

-Acabo de ver a Harrison -comenta-. ¿ha pasado algo?

-¿No vas a saludar?

-No -dice serio-

Elevo una ceja.

-Ah no, no es cierto, claro que te voy a saludar querida lisiada -se acerca a mí para besar mi frente-

-Hola -sonrío un poco aliviada-

-¿Estabas llorando? -sus ojos se fijan a los míos-. ya, cuentame.

-No puedo -respondo-

-¿Qué no confías en mí? -pregunta-

-Claro que lo hago, pero...

La puerta se vuelve a abrir, pero esta vez quien aparece es Trevor.

-Hola -sonríe-

-Estamos conectados ¿o qué? -pregunta Leo divertido-

-No, tú me copias los horarios -responde él-

-Disculpa, pero quien ha llegado antes he sido yo -Leo dice con orgullo-

-Como sea -Trevor rueda los ojos-. ¿cómo estás? -se acerca a mí-

-Bien -susurro-

-¿Has estado llorando? -pregunta-

-¡Ves! -Leo me mira-. ahora que estamos los dos aquí, solo tendras que contarlo una vez, anda cuentanos.

Miro a Trevor y luego a Leo, ambos se encuentran con sus miradas fijas en mí, esperando que les de una respuesta. Pero, ninguno de los dos sabe lo del intercambio, y me asusta que tengan la misma reacción que Hazza.