Thank you, sister.

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Harrison

Llego a casa con la intención de estar a solas en mi cuarto, pero como imagine hay interrupciones.

-¿Tan temprano aquí? -pregunta mamá-

-Sí -respondo sin levantar la mirada-. Amelia tenía que hacer algunos examenes de control, y decidí que sería mejor dejarla sola -miento-

-Ya... -comenta-. ¿y vas a volver?

-No -respondo, esta vez mirandola-. el horario de visitas tiene termino, má.

-Bueno, pero a ti nunca te ha importado eso ¿por qué ahora sí?

-Porque la vi cansada, y yo también estoy cansado -respondo-. ¿puedo ir a recostarme o vas a continuar el interrogartorio?

Sus ojos se abren como platos tras mi respuesta, por lo que me arrepiento de enseguida, ella no tiene culpa.

-Lo siento -digo cabizbajo-. realmente estoy cansado, además, me duele algo la cabeza.

-Está bien, mejor vete a descansar.

-Lo siento.

-Olvídalo, ve a dormir, a ver si así arreglas tú humor.

Voltea en dirección a la cocina. Genial, primero reacciono mal con Amelia, ahora con mamá. Amelia. Niego con la cabeza, demonios no quiero pensar en eso, ya lo hice durante todo el camino. Resignado me dirigo a mi habitación para encerrarme allí de una vez.

-A mí me diras qué te sucede, y sin mentiras -Charlotte se posa frente a mí-

-¿Qué carajo? -pregunto asustado-. ¿qué haces en mi habitación?

-Vamos, si te esperaba afuera no me dejarías entrar -responde-. ahora, cuentame.

Toma asiento en mi cama, y me observa atenta.

-No tengo todo el día.

-Nada, no ha sucedido nada -respondo-

-Dije sin mentiras -advierte-

Odio cuando se pone así, pues siempre termina por sacarme las palabras de la boca. Aunque, no puedo negar que sus consejos me han llevado a grandes victorias.

-Amelia -respondo-. ha sido aceptada en el intercambio, y no me lo ha dicho. Lo sabía antes del accidente.

-Oh -susurra-

Me acerco a mi cama, y me siento al lado mi hermana.

-Supongo que no iremos mañana.

-No, lo siento -respondo-. reaccioné mal, tampoco creo que quiera verme.

-¿Por qué los hombres siempre tienen que ser tan cabezotas? -rueda los ojos-

-¡Oye! -actúo ofendido-

-Entonces, ¿no dejaste que te explicara las razones del por qué lo hizo?

-No.

Charlotte golpea mi cabeza con su mano.

-¡Auch! -le recrimino-

-Bien, estuvo mal lo que hizo Amelia, entiendo que estes sentido, molesto o como quieras estar -comenta-. pero, ¿no crees que debías escuchar una explicación primero?

-Sí -respondo-. lo sé, Tom también me lo ha dejado claro. Pero, cuando entré estaba Theo allí, y él sabía todo, mientras que yo no tenía idea, soy su novio Charlotte, y él justamente el chico con el que se va.

-¿No que ellos ya no hablaban? -pregunta confundida-

-No, sí, no lo sé -respondo-. se suponía que no, pero ¿cómo sabía entonces?

-Estaban postulando juntos al programa de intercambios, al mismo destino ¿enserio crees necesario que ella le dijera? de todos modos se iba a enterar.

-Buen punto -resoplo-. pero, mi cabeza no podía pensar con claridad ¿okey?

-¿Sus amigos sabían? -pregunta-

-No lo sé -respondo-

-Tendrás que averiguar, porque si era realmente sólo a ti a quien se lo estaba ocultando tenemos un problema más profundo -comento-. de todos modos, debiste escuchar lo que tenía por decir, quizás sólo quería disfrutar de lo bueno que le estaba pasando sin tener que pensar una vez más que tendría fin.

-No la dejaría, aunque se fuera a otro planeta, no terminaría con ella -digo cabizbajo-

-Sé que no, pero tienes que ser realista. No sería lo mismo -dice-. además, bastante le costo estar contigo, y ¿quien tuvo la culpa de eso? -finge toser-. ejem, tú.

-Estas siendo de gran ayuda, enserio -niego con la cabeza-

-Lo siento -posa su mano en mi hombro-. ya fue mucho en tú contra, pero te lo merecias un poco -ríe-. tienes que tomartelo con calma, está bien que estes molesto, pero que eso no arruine lo que por fin han logrado construir. Es cierto, tuvo que decirte, eso estuvo mal, pero te aseguro que tiene sus razones y puede que cuando las escuches, entiendas mejor el por qué de su decisión -sonríe para animarme-. o puede que no, sin embargo, si hay algo que puedo asegurarte, es que esa chica lo que menos busca es hacerte daño. Todos metemos la pata a veces hermanote, tú lo sabes.

-Solo necesitaba estar solo, pensar un poco más calmado.

-Está bien -acaricia mi hombro-. insisto, tomate tú tiempo, pero que no sea eterno, ella también necesita saber de ti, y conversar sobre esto.

-Lo sé -hago una mueca-. gracias -beso su frente-

Charlotte me da un corto abrazo, para luego separarse de mí. Se pone de pie, y se dirige a la puerta de mi habitación.

-¿Eso es todo? -pregunto-. ¿ningún consejo concreto?

-Debes calmarte primero, pensar más tranquilo, y luego ir al hospital para tener "esa" conversación con Amelia. Ya sabes, conocer las razones por las que decidió ocultarlo, sólo así podrás saber si seguir molesto o tratar de entenderla -responde-. dejame decirte que la segunda opción suena mucho mejor.

-¿No has pensado en estudiar psicología? -río-

-Idiota -niega con la cabeza-. resuelve tu cabeza mejor.

Abre la puerta y sale de mi habitación. Sin embargo, en menos de un minuto vuelve a entrar.

-Ah, y resuelve tus celos por Theo.

Lo más rápido que puedo, le lanzo una almohada. Charlotte suelta una carcajada, y esta vez sí abandona la habitación sin volver.

Me recuesto en la cama cansado. Cojo mi móvil, reviso mis contactos y llamo a Leo. Charlotte tenía razón, necesito saber si era sólo a mí a quien le ocultaba todo esto.

Cuando nuestros caminos se cruzan // Harrison OsterfieldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora