Ocultar sí es mentir

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Harrison

Visitar a Amelia se ha hecho mucho más fácil desde que la trasladaron a Londres, por lo que he pasado todas mis tardes con ella.

Hoy no será la excepción. Sus amigas me había dicho que vendrían hoy, así que a diferencia de los días anteriores salgo un poco más tarde de casa.

-¿Cuándo me llevaras contigo? -pregunta Charlotte-

-A mi igual me gustaría visitarla -comenta mamá-

-Mañana si les parece bien -me encojo de hombros-

-Bien -sonríe Charlotte-

-Llevale esto, de seguro le sube el ánimo -me entrega un paquete de Jaffa cake's-

Amelia se obsesiono con esas galletas desde que mi madre le dió cuando vino a casa, así que sí, puedo asegurar que esto le hará sentir bien.

-Bueno, las veo después.

Me despido de ambas, y salgo de casa.

__

El camino al hospital no se me hace largo, quizás me he acostumbrado a este.

Ingreso al estacionamiento. Bajo del auto, y comienzo el camino hacia las habitaciones de hospitalización. Especificamente a la 215, donde se encuentra la accidentada de mi novia.

Una vez frente a esta me dispongo a abrir la puerta con cuidado, siempre logro sorprenderla, pues esta casi no suena al abrirse.

-Y bueno -escucho la voz de Theo y me detengo de golpe-.  luego supe que habías quedado en intercambio, sabía que nos iríamos juntos...

Luego de que menciona el intercambio, dejo de prestar atención a lo demás. Amelia quedó ¿y no me dijo? ¿por qué? ¿hace cuánto?

-.... sentí que te perdía, sentí que perdía a la chica de la que estaba -guarda silencio-. estoy completamente enamorado.

Las palabras de Theo vuelven a llegar a mis oídos, y podría decir que en la peor parte. Es ahí donde mi cuerpo no reacciona, dejando caer el paquete que mamá me entregó para darselo a Amelia, haciendo notar mi presencia.

Amelia y Theo voletean a verme. Me quedo inmóvil sin poder decir nada durante un momento, al igual que Theo. Hasta que, me decido por hablar.

-No sabía que estabas aquí -cojo las galletas del suelo-. vuelvo en un rato.

Y sin pensarlo dos veces, salgo de la habitación.

Amelia

Todo sucede en cuestion de segundos, Hazza dejó la habitación, mientras Theo y yo nos quedamos sin saber qué decir.

-Lo siento -susurra Theo, rompiendo el silencio-. no quería darte problemas, creo que es mejor que me vaya.

-No es necesario -me limito a decir-

-Tranquila -sonríe a medias-. hablaremos en otro momento, ahora creo que debes tener otra conversación.

-¿Estas seguro? -pregunto-. no quiero que vuelvas a desaparecer Theo, nada de esto es tú culpa.

-No lo volveré a hacer -me mira fijamente-. vendré en unos días, ahora enserio creo que lo mejor es que me vaya.

Asiento con la cabeza. Se acerca para besar mi frente, y dedicarme una sonrisa. Luego, se aleja para terminar saliendo de la habitación.

Todo estaba retomando su curso relativamente normal, pero creo que la vida me está enseñando que la normalidad no es para mí.

Ni siquiera fui capaz de decirle algo a Theo con respecto a lo que me dijo ¿enamorado de mí? ¿cómo es que no me di cuenta?

Cuando nuestros caminos se cruzan // Harrison OsterfieldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora