Previamente

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Amelia

Han pasado días informando a Leonardo sobre todo lo que ha pasado desde la última vez que nos vimos. También tuve que llamar a Constanza para ponerla al día. En resumen, he seguido juntandome con Harrison, mi mamá lo adora, y ya no hace comentarios innapropiado desde la última charla que tuvimos la primera vez que vino a casa. Con Trevor volvimos a nuestra mala relación, ya que, me hice amiga de Rebeca y odia que esté en su casa gran parte del día. Por otro lado, empecé la universidad aquí, pero lamentablemente, no he hablado con mucha gente, nuevamente mi timidez me venció.

Hoy debo ir al hospital porque los dolores de cabeza se han intensificado, pienso que es por estrés, pero prefiero asegurarme con examenes médicos en mano, luego tendré que volver porque en una semana más me sacan este yeso maldito. Finalmente, también hoy conoceré a los Holland, Harrison había querido ya presentarmelos pero no quería que pensara que me juntaba con él solo por querer acercarme a Tom, porque claramente no es así.

-¿Lista? -pregunta Leonardo-

-Lista, vamos -sonrío-

Le he pedido a Leonardo que me acompañe, pues, no he querido comentarle esto a nadie, menos a mis padres, no creo que sea necesario preocuparlos.

-¿Te apetece si después pasamos por un café?

-Estaría bien -le respondo-. lo que si no tengo tanto tiempo, recuerda que...

-Vas a juntarte con Harrison porque te va a presentar a sus amigos, lo sé, lo sé, lo has repetido unas ¿10 veces?

-Que exagerado -ruedo los ojos-. ¿Quieres partir ya?

-No te has puesto el casco, animal -me regaña-

-¿Cómo sabes que no lo he hecho? -pregunto desafiante-

-Te veo por el espejo, así hemos estado hablando ¿Lo olvidaste? -sonríe satisfecho-

-Como sea -ruedo los ojos y me pongo el casco-. ¿Vamos?

-Vamos.

Leonardo comienza a manejar la moto. Me gusta mucho salir con él, en este corto tiempo se ha convertido en mi mejor amigo aquí.

Luego de que el doctor me viera dijo que debía hacerme muchos examenes para descartar cualquier problema. Por lo que, tuve que dirigirme al mesón donde agendan horas para los examenes. Una vez todo listo, me encuentro con Leonardo.

-¿Y todo bien? -pregunta preocupado-

-Todo bien, solo tengo que hacerme algunos examenes para descartar algo malo -me encojo de hombros-

-¿Ahora? -me mira confundido-

-No, en tres días más tengo hora para eso -sonrío-

-Ah -hace una mueca-

-Todo saldrá bien Leo -golpeo su hombro-

-Llevas días con esos dolores y la última vez casi te desmayas -responde-

-Si, pero, ya he venido aquí y podrán ver el por qué -digo tranquila-

-Mmm -suspira-. ¿Vamos por el café?

-Vamos.

Llegamos a el lugar donde nos conocimos y nos decidimos por lo de siempre.

-¿Estas nerviosa? -pregunta-

-¿No lo estarías si fueras a conocer a Tom Holland? -respondo riendo-

-Si te caíste las dos veces que viste a Harrison, no quiero imaginar que pasará cuando veas a Tom. No quiero ir a un funeral -bromea-

-Ja ja, muy gracioso -lo fulmino con la mirada-

Leonardo estalla en risas llamando la atención de aquellos que están en el café, me ruborizo ante el hecho.

-Estas loco -digo entredientes-

-Lo sé -sonríe y se seca una lágrima-. ¿Le has contado todo esto a Harrison?

La pregunta me toma por sorpresa, cambió de las bromas a un tema relativamente serio.

-¿El qué? -desvío la mirada-

-Lo de tu cabeza, no te hagas la desentendida -me mira serio-

-No, no lo he hecho. Ni a él ni a mis padres, bueno, eso último ya lo sabías -respondo-

-¿Por qué no? ¿Acaso no es tu amigo también?

-Lo es, pero, no lo sé, quizás puede sentir lástima por mí o tratarme diferente.

-Pero si no te han diagnosticado nada, ¿Por qué lo haría? es solo contarle que has tenido problemas desde la caída.

-¿Para qué preocuparlo?

-Ah, pero si puedes preocuparme a mí ¿no es así? -rueda los ojos-

-Es que tú eres el mejor y me quieres mucho -sonrío-

-Es cierto, pero no te aproveches de eso, necesito compartir la preocupación.

-Basta de preocuparte, ya te dije que todo saldrá bien.

-Como tú digas, animal.

Leonardo me puso ese apodo luego de un día en el que fuimos a comer pastas y me vio comer. Dijo que parecía un león comiendo una zebra.

Reviso mi móvil, Hazza ya me había enviado la ubicación, eso significa que ya era momento de irnos.

-Es hora -comento- me envió la direccción.

-¿Quieres que te lleve? -ofrece Leonardo-

-Ves, eres el mejor -lo abrazo-

-Vamos, no debes tardar en llegar, se trata de conocer a los Holland -se suelta de mi abrazo-

Ruedo los ojos, pero tiene razón. Salimos del café y nos subimos a la moto de Leonardo. Próxima parada: Casa de Tom Holland.

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Llevaba días sin subir capitulo, he estado con muchas cositas:(( espero este lo compense♡





Cuando nuestros caminos se cruzan // Harrison OsterfieldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora