Fight

292 25 13
                                    

Harrison

Observo como Amelia se aleja entre la multitud. No sé qué acabo de hacer, ni tampoco sé por qué la dejé irse así.

-¿Qué haces? -aparece Tom-. Ve tras ella.

-No, yo...

-Lo sé, los vi -comenta-. estabas a punto de besarla.

-No sé qué hice, Tom -lo miro-

-Ve por ella, no puede estar sola por allí -insiste-

-Ni siquiera sé donde se fue -observo a mi al rededor-

-Salió del club -responde-. Harry la vió, pero, no quiso acercarse, él... vió lo mismo que yo.

-Genial -digo con sarcasmo-

-Anda, Hazza -me ordena-. tienen que hablar.

Luego de pensarlo un momento, asiento con la cabeza y me alejo de Tom. Me muevo entre la gente hasta que logro salir del club. Allí está ella, apoyada en una muralla, con la mirada pérdida. Me acerco con lentitud.

-Amelia.

Eleva la mirada hacia mi, se queda así por unos minutos, y luego, para mi mala suerte, comienza a caminar en dirección contraria. Salgo tras ella.

-¡Amelia! -le llamo-. espera.

No se detiene, por lo que, debo acelerar mi paso.

-¡Amelia! -repito-. ¡Amelia, espera!

Esta vez, estoy lo suficientemente cerca para cojer de su mano. Se detiene de golpe, y voltea a mirarme. Ha estado llorando, puedo notarlo.

Amelia

Intentar calmarme no ha dado los mejores resultados, y para empeorar mi angustia, Harrison aparece.

-Amelia.

Lo que menos necesito en estos momentos es tenerlo cerca. Me confunde, su actuar no deja de dar vueltas por mi cabeza. Acelero el paso, para volver al club, quiero irme a casa. Siento como viene tras de mí, y me llama, a lo que obviamente lo ignoro. Hasta que me alcanza, cojiendo mi mano. Me detengo de golpe, para voltear a verlo.

-¿E-estabas llorando? -pregunta-

Desvío la mirada decidida a retomar mi camino de vuelta al club, pero, no me deja. En respuesta sus brazos me envuelven, mi cuerpo no se coordina con mis pensamientos y termino de aferrarme a él en un cálido abrazo.

-No me hagas esto -susurro-

-¿Qué cosa? -pregunta confundido-

Todas las sensaciones que recorrían mi cuerpo al tenerlo cerca, vuelven. Me gustaría besarlo, me muero por hacerlo. Pero, tengo miedo... miedo de que eso no signifique nada para él.

-Amelia, perdoname.

Elevo la vista hacia él, nuestras miradas se encuentran. Lo observo en silencio durante unos minutos, hasta que esta vez mis ganas son más fuertes.

Me pongo en puntas para alcanzar sus labios y lo beso con suavidad. Harrison, se queda perplejo, pero, cierra los ojos y se deja llevar. Siento como un millón de escalofríos recorren mi cuerpo en una mezcla de placer junto con miedo. En mi cabeza recorren un millón de pensamientos, pero, nada me permite alejarme. Sus manos se deslizan por mi cuello, e intensifica el beso.

En un impulso, me separo de él para observalo. Harrison me mira confundido, pero, para mí sorpresa se acerca a mí encontrandome en un segundo beso. Sus labios acarician los míos, con ternura. Haciendome sentir débil, me separo nuevamente y me apoyo en su pecho para no desmoronarme. Él acaricia mi cabello, para terminar lanzando aquellas palabras que lograran destrozarme.

-Amelia, esto está mal -resopla-. eres mi mejor amiga, yo... no puedo.

Las lágrimas se apoderan de mis ojos, me alejo de él. Me observa preocupado, intenta acercarse, pero, retrocedo.

Por mis mejillas recorren aquellas lágrimas acomuladas, y la frustración me hace actuar. Volteo, comienzo a caminar en dirección al club.

-Amelia -me llama-

Ignorando el hecho de que Hazza viene atrás, acelero el paso intentando llegar lo más rápido al club.

Una vez adentro, me acerco a la barra y le pido al jóven cinco shots de Whisky. Me los entrega con una sonrisa en su rostro, y yo comienzo a beber uno tras otro. Hasta que una mano me detiene.

-¿Qué haces? -pregunta molesto-. no debes beber tanto, Amelia, tus pastillas...

-¿Ahora te preocupa lo que me hace bien o mal? -lo interrumpo molesta-. debiste haberlo pensado antes de besarme o siquiera haber respondido al beso.

-No hagas esto, por favor.

-Déjame en paz -desvío la mirada-

-Vamonos, Amelia -Hazza toma mi brazo-

-No quiero -insisto-

Me toma de la cintura e intenta moverme de la barra para salir del club.

-No me forcejees, me duele.

-Por favor, tenemos que irnos, esto te hará mal -me mira preocupado-

-Hazza, basta.

Un chico se acerca hacia nosotros.

-¿Te está molestando? -pregunta-

-Yo...

-No te metas -responde Harrison-. ella tiene que irse.

-No quiero irme.

-Ya la escuchaste -dice el chico-. deberías soltarla.

Hazza tira de mí con la fuerza suficiente para movernos, y salir de allí. Pero, el chico interviene golpeando de un puñetazo a Harrison.

-Así no se toma a una mujer -bufa molesto-

La culpa comienza a invadir mis emociones. Si le hubiera hecho caso esta escena no se hubiera presentado, ahora somos el centro de atención.

-¡No tenías derecho a golpearlo! -grito al chico-. mierda, Hazza -me acerco a él-. ¿estas bien?

-Vamonos de aquí ¿quieres? -desvía la mirada-

Los chicos aparecen acercandose a nosotros. Miran a Hazza, luego me miran a mí, hasta finalmente mirar al chico.

-¿Qué mierda? -suelta Tom molesto-

La cara del chico se desconfigura al ver a Tom.

-Vamonos, Amelia -repite Harrison-

Me coje de la mano y me encamina a la salida, donde estabamos hace unos minutos, antes de arruinar todo.

Lo observo preocupada. En su labio recorre la sangre... por culpa mía.

-Lo siento -susurra-

-Fue mi culpa -digo cabizbaja-

-No -posa su mano en mi mejilla-. yo me comporte como un idiota contigo.

-Pero, por mí te golpearon -comento-

-Quizás me lo merecía -sonríe-

-No digas eso -digo cabizbaja-

Por la salida aparece Tom, Harry, Sam, Leo y Sophia.

-¿Nos vamos? -pregunta Tom-

Hazza y yo asentimos. Leo, se acerca hacia mí y susurra en mi oído que luego debemos hablar, se aleja y se despide del restro para irse hacia su moto junto a Sophia.

Harry se acerca a mi, y posa su brazo en mi hombro.

-Siempre pensé que tú le darías una paliza a Hazza -bromea-. al menos fue por ti.




Cuando nuestros caminos se cruzan // Harrison OsterfieldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora