Harrison
-Auch -gruño-
-No te quejes, debo limpiar -dice Amelia-
-Duele.
Con delicadeza pasa un paño con agua tibia, luego, con su otra mano saca una bolsa de hielo para ponerla en mi mandibula.
-¿No hay más sangre? -pregunto curioso-
-No -niega con la cabeza-. nunca había visto un labio sangrar tanto la verdad.
-Nunca había tenido una enfermera en casa -bromeo-
-Pues, tienes a la peor -sonríe a medias-
Me dedico a observar su rostro, aquella sonrisa que acaba de dibujarse en el, me deja pensando.
Que fácil me ha resultado entenderla, acompañarla, hacerla reír, pero... que difícil ha resultado descifrar lo que siento al estar con ella.
-¿Y? -pregunta-
-¿Qué?
-Te pregunté algo -insiste-
Por irme lejos junto a mis pensamientos, no he prestado atención a lo que Amelia me decía. Pero, supongo que tiene relación con lo que ha pasado, por lo que, me decido a responder.
-Estoy confundido, no sé qué quieres que te diga... yo... todo lo que acaba de pasar es tan... no lo sé.
-¿Qué hablas? -me mira confundida-
-Nosotros, el beso, la discusión que termino en golpiza...
-Te pregunté si ya querías ir a dormir, Hazza.
Mierda. Amelia desvía la mirada, cabizbaja. Genial, no estaba pensando en eso y yo acabo de recordarselo.
Siento la necesidad de saber que pasa por su cabeza en estos momentos. Con lentitud poso mi mano en su mentón para levantarlo y lograr que me mire.
-Sabes que no debes guardarte las cosas conmigo -comento-
-¿Qué quieres que diga? -dice frustrada-. sabes lo que siento por ti, sé que sabes que no he dejado de amarte.
Guardo silencio. No sé cómo lo hago, pero, sin siquiera esforzarme termino metiendo la pata hasta el fondo.
-¿A qué te refieres con que estas confundido? -la observo en silencio y continúa-. Vamos Harrison. No es justo, no es justo para mí esta situación, no puedes llegar, besarme de esa forma y esperar que todo esté bien, y que finalmente, yo lo olvide. Especialmente, después de todo lo que te he dicho, porque tú sabes cuánto te amo, demonios Harrison, te amo. Sabes que haría cualquier cosa por repetir ese beso, por poder compartir aunque sea un poco de tú amor -guarda silencio-. todo esto no es justo -niega con la cabeza-. tú me besas para luego... por favor aclara lo que sientes, porque esto no hace más que dañarme, duele Hazza. No sabes cuánto anhelo odiarte -resopla frustrada-. pero, en el fondo de todo esto, de todo lo que pienso y todo lo que deseo olvidarte, no puedo dejar de sentir amor por ti. ¿Te das cuenta de que moriría por estar contigo? ¿Que nuestros labios vuelvan a juntarse, pero esta vez para siempre? -dice cabizbaja-. sólo piensalo... sea lo que sea que decidas, estaré a tú lado, jamás dejaré de apoyarte, incluso si sale todo mal o si incluso llegas a tomar distancia para aclarar tus pensamientos. Yo siempre estaré para ti, Harrison, siempre a tu lado -vuelve a mirarme, esta vez, con sus ojos cristalizados-. siempre estaré para amarte, aunque no seas capaz de notarlo.
Cada una de sus palabras me hace estremecer. No me siento capaz de responder, sólo siento el impulso de acercarme a abrazarla, para evitar que sus lágrimas terminen por caer. Pero, para mí sorpresa, Amelia las contiene y se pone de pie.
-Me iré a dormir ¿si? -dice con su voz quebrada-
Ni siquiera soy capaz de asentir, sólo noto como se aleja hacia la cama, acostandose en ella.
Me detesto por no poder decir ni una sola palabra, pero, honestamente sigo intentando procesar todo lo que me acaba de decir. ¿Por qué me cuesta tanto aclarar mis sentimientos por ella? ¿Por qué tengo que seguir rompiendo su corazón? Resoplo frustrado.
___
Sin darme cuenta he pasado una hora sentado pensando en todo lo que ha pasado esta noche.
Primero, la beso, o al menos respondo a su beso, luego, la hago sentir mal diciendo aquellas estúpidas palabras.
Segundo, la sigo para molestarla con mi estúpida presencia que tanto mal le había hecho hace tan solo unos minutos, aunque, para ser justos la vida se vengó y me llegó un puñetazo.
Tercero, y último, le recuerdo todo lo anterior, logrando que se sienta aún peor y suelte todo aquello que me tiene aquí.
...
Me pongo de pie, y me acerco a la cama recostandome al lado de Amelia, quien ya se encuentra en un sueño profundo.
Con cuidado, para no despertarla, me acerco a ella para observala. Duerme con el ceño fruncido. Poso mi mano con lentitud en su mejilla, para terminar acariciandola. Amelia se mueve un poco, pero, ahora su rostro ha cambiado, y su expresión es de tranquilidad.
Volteo nuevamente para quedar sobre mi espalda. Suspiro frustrado. ¿La amo? claro que la amo, pero, ¿de esa forma?
Amelia se voltea a mí dormida, con su brazo rodea mi cintura y su cabeza se posa en mi hombro. Los nervios se apoderan de mí, sé por cómo terminaron las cosas si estuviera despierta, jamás haría esto. La observo de reojo, y las ganas de rozar sus labios vuelven a apoderarse de mí, pero, ella tiene razón, no es justo. No hasta que logre iluminarme, y descubrir qué es realmente lo que quiero con ella. ¿Por qué soy tan complicado?
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Hola chicass, ¿siguen disfrutando? siempre suelo reirme cuando escribo, pero, en este capítulo no pude evitar las lágrimas💔 espero sigan leyendo, comentando, y votando. Las amo!!
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Cuando nuestros caminos se cruzan // Harrison Osterfield
FanfictionAmelia es una chica de 19 años quien tuvo que abandonar su país de origen por una fuente laboral prometedora para su padre. En este nuevo camino conocerá a mucha gente, dentro de este nuevo grupo de personas se encontrará el chico de sus sueños, por...