Yo te cubro

311 26 10
                                    

Amelia

Abro los ojos con lentitud, siento el cansancio apoderarse de mí cuerpo, pero aún así decido levantarme.

Me dirigo al baño y me miro al espejo. Mis ojos están hinchados, ignoro la razón por la que se ven así.

Tomo un baño de agua caliente, lo cual me relaja bastante, aliviando un poco el cansancio que sentí al depertar. Me cuesta no pensar en él, y en todo lo que sentí al verlo, pero, me esfuerzo en quitar todo tipo de pensamientos relacionado a eso.

Una vez lista, salgo del baño con mi bata y mi toalla en el pelo.

-¿Cómo te sientes? -pregunta Maura al verme pasar por fuera de su habitación-

-Mejor -miento-

-¿Segura?

-Sí -sonrío a medias-. iré a dar una vuelta al parque, necesito despejarme. ¿Me cubres?

-Anda tranquila -sonríe-

-Gracias.

Vuelvo mi rumbo a mi habitación. Cierro las cortinas para vestirme. Una vez en ropa interior, busco qué ponerme. Me decido por unos jeans apretados negros, un poleron holgado plomo y unos botines. Saco la toalla de mi cabeza, dejando que mi pelo humedo caiga por mis hombros. Tomo mi celular, mis audifonos y mi tarjeta por si se me antoja un café, mamá me la había devuelto luego de volver del hospital.

Bajo con cierta discresión dando resultado, pues, logro salir de casa sin que me vean. Una vez afuera cojo el celular para poner música, al verlo noto todos los mensajes, en su mayoría de Harrison, pero, los ignoro. Pongo mi canción favorita del momento Arms of a strangers - Niall Horan. Y comienzo mi paseo.

__

Llevo un tiempo despierto, sin embargo, aún no me he levantado. Reviso una vez más mi celular, aún no hay respuesta de Amelia, salgo de whatsapp para revisar instagram. La chica de ayer me había comenzado a seguir, pienso en seguirla también, pero, me decido por no hacerlo.

Vuelvo a abrir whatsapp para enviarle otro mensaje a Amelia, al ingresar a su chat noto que no se conecta desde ayer, en instagram tampoco ha aparecido. Creo que mejor me iré a verla.

__

Luego de vestirme y comer algo, tomo el auto para dirigirme a la casa de Amelia.

No me ha tomado mucho tiempo llegar, supongo que la preocupación que tengo por saber que está bien me ha hecho actuar con rapidez.

-Harrison -sonríe Lissette-. no sabía que vendrías. Adelante.

-Le avise a Amelia, pero, no ha respondido mis mensajes... ni mis llamadas -explico-

-Oh -me mira preocupada-. que raro, si quieres voy a buscarla para que...

-Mamá -la interrumpe Maura-. papá necesita ayuda con... la lavadora.

-¿Otra vez? -pregunta Lissette-

-Sí, otra vez -responde Maura-

-Disculpa Harrison, tengo que...

-No se preocupe -sonrío-

Lissette abandona la habitación dejandome a solas con Maura.

-Amelia no está -dice Maura-

-¿Cómo? -pregunto confundido-. tú mamá me estaba diciendo que la iría a buscar.

-Sí, porque aún no le digo que salió.

-¿Está bien? -digo preocupado-. ¿Dónde fue?

-No puedo decirte -hace una mueca-. lo siento, Hazza.

-¿Qué? ¿Por qué no puedes decirme?

-Amelia necesitaba espacio, y me pidió que la cubriera con eso -explica-. no se siente bien.

-¿Ha sido por lo de ayer?

-Espera... ¿Tú sabes? -abre los ojos sorprendida-

-Sí, Tom me contó.

-Ese Tom -dice entredientes-. bueno, supongo que entiendes entonces porque quiere espacio. Confirmar que tú amor no es correspondido puede ser bastante duro.

-¿Amor? ¿Amelia estaba enamorada de Erick? -pregunto sin entender- pero, si Tom ha dicho que ha querido pasarse de listo con ella.

-Mierda -dice en español-. claro, ósea sí, eso -vuelve al inglés-. me refería a que... para Erick debió ser duro que Amelia no quisiera besarlo, entonces se comportó como un imbécil... un cavernícola.

Maura

Amelia, Amelia, Amelia por qué he aceptado cubrirte. Ahora tengo a Hazza mirándome totalmente pérdido y extrañado. Espero que no haya notado a lo que realmente me refería o ahí sí que desato una guerra civil con mi hermana.

-Ah... sí -dice por fin-. ¿crees que pueda esperarla?

Sé que Amelia no lo quiere ver, porque sabe que no podrá seguir ocultando su dolor. Pero, creo que en algún momento tendrá que enfrentarlo, y si alguien no la presiona un poquito no lo hará.

-Sí -respondo-. no hay problema.

-Gracias, Maura -sonríe-

-No hay de qué.

Estoy metiendome en una grande, Amelia querrá matarme, pero, estoy segura que al final me lo agradecerá.

Amelia

Luego de un café y una larga caminata por el parque decido volver a casa.

El camino consiste en más música triste y en un par de lágrimas que se escapan sin previo aviso. Aún no le he dado señales de vida a Harrison, sé que está mal, sé que él no me haría daño conscientemente, aún así no puedo evitar recordar lo que vi sin que me duela, y sin querer alejarlo de mí.

Todos esos pensamientos no dejan de acompañarme, no le pongo atención a nada más que a mis pies. Cuando elevo la vista ya estoy frente a mi casa. Abro la puerta y luego la cierro.

-Hola -saludo con voz monotona al entrar al comedor-

-Hola -sonríe mamá-. pudiste haberme avisado, no te hubiera prohibido salir.

-Lo siento.

-¿Qué tal el parque? -pregunta papá-

-Todo bien.

Voy a tomar asiento, y entonces aparece él.

-Hola Amelia -sonríe-

Mis ojos se cristalizan de solo verlo, me impresiona lo rápido que me afecta. No soy capaz de responderle, sólo me quedo mirandolo fijamente.

Menos mal que Maura me cubriría. Me las va a pagar.


Cuando nuestros caminos se cruzan // Harrison OsterfieldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora