Paralizada

250 17 15
                                    

Amelia

Retomar la rutina, se ha vuelto algo realmente difícil. Si con el accidente a mi cabeza, el hospital era mi segunda casa, con este accidente básicamente se ha convertido en mi casa, y la universidad en mi segunda casa.

El tiempo casi ya no me pertenece. Si no fuera porque Hazza me acompaña a las terapias, quizás no lo vería. Hace unos días comenzó a trabajar como el modelo de River Island, por lo que, el tiempo pareciera no pertenecernos a ambos. Aunque entendemos que es algo que escapa de nosotros, nos ha traído algunos problemas.

-¿Tenemos listo el ensayo para psicología infantil? -pregunta Chloe-

-¿Y el de oralidad? -agrega Natalie-

-¿O el informe de evaluación en la educación? -Chloe suspira-

-Psicología, listo. Oralidad, listo. Evaluación, casi listo -respondo-

-Mierda, yo pensé que este fin de semana lo tendría libre -resopla Natalie-

-Y yo -Chloe golpea la mesa-

-Puedo terminarlo esta tarde -sugiero-. estuve averiguando sobre las practicas evaluativas en la biblioteca con ayuda de Theo. Es lo que faltaba, así que puedo hacerlo.

-Deberíamos terminarlo juntas, no tienes por qué trabajar más, Amelia -Natalie niega con la cabeza-

-Es cierto -dice Chloe-

-Estaba acostada todo el día, yo pude adelantar algunas cosas que ustedes aún no terminan -insisto-. de verdad, no hay problema.

-Ya que insistes -Chloe se encoje de hombros-

-¡Chloe! -Natalie le recrimina-

-¿Qué? ella ha dicho que no hay problema.

-Natalie, enserio -sonrío-

-Pero ¿no debes ir al hospital? -pregunta confundida-

-En la mañana me han cancelado el control, tengo libre hoy.

-¿Y no veras a Hazza? -pregunta Chloe-

-Tenía la intención, pero él no puede. Debe completar otra sesión de fotos -resoplo-

-Lo lamento -Chloe hace una mueca-

-Da igual -sonrío a medias-

-¿Y a los chicos? ¿Leo? ¿Trevor? -pregunta Natalie-

-Los veré el jueves -respondo-

Ambas se miran un momento.

-Bien -dicen al unísono-. tú eres la encargada de terminar el informe -termina de decir Nat-

-No las defraudaré.

__

Me ha tomado un par de horas terminar el informe, pero por suerte solo me van quedando los detalles.

Observo la hora, y cuando voy a enfocar mi vista nuevamente en el texto, la persona que estuve buscando antes de venir aquí, aparece frente a mí.

-¡Amelia! -grita con entusiasmo-

-¡Silencio! -recrimina aquella chica que siempre nos hace callar-

-Shhhhhh -comenta divertido Theo-

¿Y a este qué le pasó?

-Theo, estamos en la biblioteca, haras que te asesinen los maniaticos del silencio -le advierto-

-¡Maniaticos del silencio! -grita soltando una carcajada-

Y entonces descubro de qué trata esto. El olor a alcohol que emana mi amigo, llega hasta mis fozas nasales. Theo está ebrio.

-Theo -digo entre dientes-. guarda silencio.

Vuelve su vista hacia mí, sus ojos están algo pérdidos.

-Creo que... -susurra- creo que voy a vomitar.

-¿Qué? -pregunto algo alarmada-. oh, mierda. Theo, no. Espera.

Si lo llegan a ver así, se podría meter en algún problema. Con rápidez guardo mis cosas en el bolso, cojo mis muletas para ponerme de pie. Cuando lo logro, pongo mi bolso en mi hombro derecho.

Me acerco con la mayor agilidad que puedo a Theo, cojo su mano tirando de él para que siga. Por suerte, capta con rápidez que me lo quiero llevar de allí.

-Me está raptando una chica muy guapa -dice riendo-

Realmente se le paso la mano con el alcohol. Un café de seguro lo repondrá, y sino, lo meteré a una bañera con agua fría.

...

Llegamos a la cafetería que frecuentamos visitar. Hoy definitivamente he forzado mi pierna.

Theo toma asiento como puede, y yo tomo asiento al lado de él. Diana, una de las meseras, se acerca a nosotros para hacer los pedidos.

-Amelia -sonríe-. Theo, ¿qué les puedo ofrecer?

Antes que mi amigo abra la boca, me adelanto para pedir por ambos.

-Para Theo un café bien cargado, y para mí lo de siempre, mocca blanco, por favor -respondo-

Diana asiente, y se va hacia la barra para preparar nuestro pedido.

-¿Qué te ha pasado? -pregunto por fin a Theo-. ¿Por qué estas así de ebrio?

-No estoy ebrio -sonríe malicioso-

-Sí lo estas, Theo.

-El whiskey está haciendo una fiesta en mi sangre.

-Eso es estar ebrio.

-Ah, entonces sí -ríe por lo bajo-

Diana aparece con los café, depositando cada uno donde corresponde. Cuando se va, obligo a Theo a tomar un sorbo del líquido que ha sido depositado frente a sus narices.

-¿Por qué has tomado tanto? -pregunto preocupada-. ¿Me he perdido de alguna fiesta?

-La fiesta que se han armado mis padres -dice con evidente sarcasmo-

-¿A qué te refieres? -elevo una ceja sin entender-

Theo guarda un eterno silencio, mientras sigue bebiendo del café.

-Theo -susurro-

-Me han estado escondiendo el cáncer de mi padre -suelta-. se va a morir, Amelia.

La respuesta de Theo me deja sin palabras. Demonios. Las lágrimas en sus mejillas no tardan en aparecer, a lo que decido guardar silencio, pero contenerlo con un abrazo.

En respuesta esconde su rostro en mi cuello, dejando que la pena se exprece con fuerza.

Acaricio su pelo, con la intención de tranquilizarlo.

-Lo siento tanto, Theo -susurro, besando su cabeza-

Los sollozos comienzan a desparecer. Theo comienza a elevar su rostro con lentitud, hasta que se detiene quedando cerca de mí. Nos quedamos así, durante unos segundos, y entonces, él sin titubear une sus labios con los míos.

Me tardo un momento en reaccionar. Para cuando lo hago, Theo se separa de mí bruscamente. Mierda.

-Diablos Amelia, no debí hacer eso, lo siento.

-Y-yo, yo... -tartamudeo-

-Sera mejor que me vaya.

Sin terminar su café, Theo se pone de pie, abandonando el lugar. Aún paralizada, observo como se aleja entre la gente, y entonces, pienso: Hazza.

_________________________________________

El drama anuncia su llegada....El final anuncia su llegada...

¿Qué les pareció el capítulo? Les leo!!💚

Cuando nuestros caminos se cruzan // Harrison OsterfieldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora