Sorpresa

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Harrison

Lissette me ha pedido que vaya por Amelia a la universidad, lo que no ha significado ningún problema para mí, al contrario, necesito verla.

En los últimos días, nuestras conversaciones no han aumentado. La mayor parte del día se la está estudiando, o duermiendo. Pero, ahora que volveré a verla eso no toma demasiada importancia.

Decido estacionar a las afueras de la universidad, y entrar caminando a esta. Recorro gran parte del lugar, es bastante lindo, me alegro de que Amelia esté aquí.

Le envío un mensaje, para saber qué se encuentra haciendo y tener una idea de dónde está, pues, no le he dicho que venía por ella.

-Nada interesante, papeleos de la universidad con la secretaría del lugar. ¿Y tú? ¿Sigues con Charlotte?

-Suena aburrido. Ajá.

-Enviale saludos de mi parte :)


Secretaría, bien ahora debo averiguar dónde queda eso. Muchos chicos y chicas transitan por el lugar, asumo que alguno podrá ayudarme.

_____


-Disculpa -toco con delicadeza el hombro de una chica-

Voltea a mirarme.


-Hola -sonríe-. ¿te ayudo?

-Por favor -sonrío-. necesito ir a la secretaría, eso suena como a la recepción ¿no?

-Mm, cerca, pero, no -ríe-. las secretarias están en las oficinas, para llegar a ellas sólo debes seguir derecho y cuando veas unas escaleras debes doblar en dirección contraria a ellas. Verás un gran espacio verde, cruzas por el y llegarás a un edificio, allí están las oficinas que buscas -explica-

-Muchas gracias.

-No hay de qué, Harrison.

-¿Nos conocemos? -pregunto sorprendido-

-Tú a mí no, pero, yo a ti sí -se encoje de hombros-. creeme que cualquier persona con la que topes tendrá conocmiento de quién eres.

-Cierto... olvidé el detalle de las redes sociales, Tom y todo eso -río-. bien, seguiré mi camino, gracias.

-Que te vaya bien.

Continúo caminado, esta vez más concentrado para seguir las instrucciones de la chica, pues, se ve a simple vista que resulta fácil perderse aquí.

Amelia

-¿Hablaste con tus padres? -pregunta Theo-

-Sí, pero, de todas formas quieren una charla más personal cuando llegue a Londres -comento-. aún así, dijeron que postulara, no perdía nada con intentar.

-Y tienen razón -sonríe-

-Eso sí... -guardo silencio, y Theo fija su mirada en mí esperando que continúe hablando-. te quieren conocer.

-No hay problema -sonríe-. puedo llevar el postre. ¿Qué les gusta a mis queridos suegros? -no se aguanta y suelta una carcajada-

Cuando nuestros caminos se cruzan // Harrison OsterfieldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora