Don't give up

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Amelia

Me pongo de pie con algo de dificultad. Hace 3 dias me han quitado las muletas, así que, estoy en el proceso de acostumbrarme.

Salgo de mi habitación, camino hacia la escalera y aferro a esta para bajar.

Maura aún se encuentra estudiando en el comedor de casa.

-Pensé que estabas tomando una siesta -comenta sin mirarme-

-Lo estaba, pero desperté -hago una mueca-

-¿Esa pesadilla otra vez?

Asiento. Con toda la mala suerte que he corrido este año, mis sueños se han esfumado, y en su reemplazo ha llegado una pesadilla que no tiene intenciones de abandonarme. En ella, el vuelo que tomamos con Theo tiene problemas, y el avión termina estrellandose.

-Es solo una pesadilla -me anima Maura-

-Espero -suspiro-. en fin, si muero, quiero recordar que comí todos los muffins que pude.

-Estas loca -Maura niega con la cabeza-

Vuelvo a sonreirle, y con lentitud comienzo a caminar hacia la cocina para ir por el objetivo. Allí están, en el platillo con el vidrio que los cubre mamá. Lo levanto con cuidado, y cojo el muffin. Cuando estoy por darle una mordida, Maura entra en la cocina evitando que lo haga.

-¿Qué?

-Hazza está aquí, quiere hablar contigo.

-¿Qué?

-¿Ahora estas sorda?

-No, sí te escuché -respondo.- solo quería que lo repitieras.

-Bueno, Hazza está en la sala de estar, quiere hablar contigo.

-¿Lo dejaste pasar?

-Sí -responde.- mira, si van a terminar al menos haganlo bien. Se deben una conversación, y creo que te haría bien tenerla.

Guardo silencio. Estuve días esperando a que quisiera escucharme, días esperando a que se apareciera por aquí, y ahora que lo hace, siento que no tengo nada que decir.

-No sé qué decir.

-Quizás no tengas que decir nada, sólo escucharlo.

-¿Crees que me odia? -pregunto.- ¿por qué ha venido?

-No, no creo que te odie. Y no sé, no sé porque ha venido, pero, eso es algo que tienes que averiguar tú -se acerca a mí y coje mi mano.- pase lo que pase, estaré aquí, lo sabes.

-Gracias -asiento-

-Anda.

Doy una última mirada a mi hermana, y salgo de la cocina para ir a encontrarme con Hazza.

Harrison

La figura de Amelia comienza a acercarse con lentitud. Está más delgada de la última vez que la ví, y ya no está con las muletas.

-Hola -murmura-

-Hola.

-¿Quieres que te devuelva tú poleron o algo así? -pregunta con un tono de confusión-

-No -rio por lo bajo.- me gustaría hablar contigo... si tú aceptas.

-¿Ahora quieres hablar? -dice cabizbaja.- e-estuve días esperando que dejaras de ignorarme, esperando que todo fuera un impulso tuyo, pero, no -guarda silencio.- realmente terminaste lo nuestro.

-Y me equivoqué.

Amelia eleva la vista, logrando que nuestras miradas se encuentren.

-¿C-cómo?

Cuando nuestros caminos se cruzan // Harrison OsterfieldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora