Los lunes inspiraban emociones contradictorias a Jul, y aquel lunes no era la excepción. Le gustaba mucho su trabajo; los retos a los que se enfrentaba la cargaban de energía. Su negocio consistía en invertir en ideas y solía tratar con gente tan extraordinaria como astuta. Las ofertas de negocios que se evaluaban en Valdes & Cohen a diario le brindaban la ocasión de depurar sus habilidades negociadoras, por una parte, y de confiar en su instinto visceral, por otra.
Las personas astutas siempre intentan conseguir algo a cambio de nada y la obligaban a no bajar la guardia. Millones de dólares dependían de ella, por lo que no podía permitirse que ningún artista del fraude con mucha labia le diese gato por liebre.
Lo que odiaba de los lunes era el tráfico. Había más coches en la calle que cualquier otro día de la semana. Los dividía en tres categorías: la primera, los que conducía gente que se había dormido y maniobraba entre los coches para situarse lo mejor posible en el carril. La segunda, los que debían de odiar su trabajo y no tenían ninguna prisa por llegar a su destino y andaban como tortuga. Y la última categoría comprendía cualquiera de los otros dos casos cuando iban hablando por el móvil.
La camioneta azul que iba delante de ella tenía mucha prisa, evidentemente, y la mujer que la conducía hablaba acaloradamente por el móvil. Jul se hundió en el asiento de piel de su BMW blanco y soltó un sonoro suspiro cuando aquella conductora desconsiderada le cortó el paso por segunda vez. Procuró mantener la calma y empezó a repasar las escenas del sábado por la noche.
Poco después de llegar al Downtown, Carlota Montalvo la había acorralado en el tocador de señoras. Carlota era hija del jefe de policía y se habían conocido en otra gala benéfica hacía unas semanas. Le hizo saber sin lugar a dudas que le apetecía repetir las horas que habían pasado juntas en su casa aquella noche. La sesión de sexo había sido emocionante y satisfactoria, pero, al margen del recuerdo, Jul intuyó que Carlota andaba tras algo más que una relación pasajera, de modo que la rechazó.
No le importó volver sola a casa. Lo más interesante de la noche había sido, con gran diferencia, los minutos que había pasado con Valentina Carvajal. Sólo de pensar en ella, con aquel modelo negro que le abrazaba la figura, la hizo hasta temblar y que Jul perdiera momentáneamente el control del volante. Era para darse de bofetadas.
—¿Por qué no la invité a salir? "Por Nayeli" pensó y maldijo exactamente en ese orden, pero el recuerdo de la hermosa rubia de ojos azules le aceleró el corazón. La verdad es que notaba los latidos en los oídos. Tenía que quitarse de encima a aquella sanguijuela cuanto antes para seguir con su vida.
En el momento en que se disponía a cambiar de carril, la camioneta azul y su distraída conductora viraron bruscamente y la golpearon en la parte derecha auto. Jul pisó el freno, la camioneta giró sobre sí misma y se detuvo de cara a ella.
—¡Fuuuck, me chiinga este lunes! —Jul se desabrochó el cinturón de seguridad y salió del coche hecha una furia. Llego en tres pasos a la puerta de la conductora que había colisionado y empezó a hablarle a gritos—. ¡Estas loca! ¿Qué diablos estás haciendo? ¡Cuelga el puto teléfono y presta atención a la carretera! —Su cólera subió dos puntos más al ver que la mujer no colgaba el teléfono. Jul le arrancó de las manos el aparato, responsable de la disputa, y lo cerró con furia—. Te dije que cuelgues el puto teléfono.
Fue entonces cuando oyó un llanto en el asiento trasero. Metió la cabeza en el coche y miró atrás. Un bebé de semanas lloraba a voz en grito. La mujer agarró a Jul por el brazo y le dijo, suplicante:
—Lo siento. Por favor, tengo que llevar a mi hijo al hospital. Está mal y no para de llorar, se está consumiendo de fiebre. Estaba hablando con el médico y debo darme prisa. Sígame, por favor. Pagaré lo que sea por la reparación de su coche, pero ahora tengo que irme.
![](https://img.wattpad.com/cover/229183087-288-k64468.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Cuando Tú Quieras (TERMINADA)
RomanceQué harías si una mujer irresistible te dejara una preguntita al aire ¿Si me quieres, llámame, búscame? Ese es el dilema al que se enfrenta Jul Valdes, directora general de Valdes & Cohen, cuando conoce a la atractiva Valentina Carvajal. A Jul no le...