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Y entonces llegué yo, lo más lindo de la casa... aunque solo fuimos tres, mis hermanos se repartieron con sus papás humanos y en libertad solo quedé yo, bueno libertad a medias porque a mí me dejaron en una tienda. Tenía como dos semanas o dos días, o dos siglos, no sé muy bien el tiempo, pero pasaba muchos días ahí solito y triste, pero una chica guapa, que era la dueña del edificio pasaba cuando llegaba muy mona, y a veces y me veía a través del vidrio, y yo decía a mis adentros "anda chiquita llévame contigo grrr"... y un día... un día llegó, yo estaba en lo mío rompiendo el papel que tenia como alfombra, eso es clase de cachorro rebelde básico. Bueno yo estaba ahí rompe y rompe papel, y de pronto me cargaron por mi cuerpito, me llevaron al mostrador y pum... amor a primera vista, la chiquilla que había pasado me llevaba con ella. "Gracias Dios de los perritos" iba a dejar esa fea jaula para siempre, y me iba con esa preciosura, clarooo no era tan fácil, puse mi mejor cara o mejor dicho mis mejores ojitos de perrito llorón, y de una me pusieron un collar y una camiseta porque afuera hacia frío, pasamos por una tienda la chiquilla guapa que solo me miraba, compró un montón de cosas, ropa, cama, comida, y envoltura, porque me dijo claramente.

—Yo seré tu dueña, bueno una de tantas, pero eres el regalo para la peque, estoy segura que te va adorar.

Entonces esa envoltura de regalo era para mí, bueno cuando digo envoltura fignigfica un gran lazo y un globo que casi me lleva por los aires, y así sin mas me dejó en el suelo y "La Peque" me vio... pum, otro amor a primera vista, ella sí que se volvió loca, gritaba y me cargaba, me daba besitos, y yo enamorado, mi corazón ya le pertenecía, a ella y a la chiquilla guapa del mostrador. Apenas entramos a la casa, me volví a enamorar, si lo sé soy un perrito enamoradizo, pero esta guapura de verdad que era guapa rara, definitivamente fui muy afortunado en caer en esa casa, tres bellezas juntas para mi solito, la peque, la Jul y la Val, ahí aprendí que todo lo mío era diferente, vivía con tres chicas, tenía manchas estaba como feo desgastado, las tres me llamaban diferente y entonces me debía portar diferente, jijiji.

La verdad verdad me portaba muuy mal, muy requetemal, bueno con mi peque no, pero con la chiquilla Jul y la guapa Val si, con ellas era otra cosa, es que no me podía controlar, es como si un perrito de diablo me dijera, rompe eso, comete eso, muerde eso, era una voz interna que me decía que hacer. Estaba como loco con las medias de mi humana Jul jajaja a ella no le gusta andar sin medias y yo la mordía a ella y a sus medias jajajaja, y con mi Val ahhh ella era realmente hermosa me decía que soy su Jappy, jajaja que soy de ella, y me da refugio cuando me porto mal, pero bueno a ella también le hice sus cosas jiji, me comí unos cables y unos papeles que ella tenía en el living ese día se molestó mucho muchísimo, pero esas travesuras eran algo que no logré canalizar hasta... hasta que me llevaron a la escuela, ustedes pueden creerlo, me llevaron a la escuela de perros, a mí a Jappy, ni con mis mejores ojitos llorones, ni con besitos, ni con nada pude salvarme de ir todos los días donde los gueyes esos que solo saben de reglas y ser estrictos, no podía ni jugar, en mi horario de recreo estaba muy cansado, y no podía jugar, y bueno así fue mi vida hasta que... hasta que me empecé a comportar mejor, mi malo interno ya no me dominaba y empecé a trabajar como modelo... Si señor! Este gordito de chocolate todo un modelo de revistas, y también empecé a trabajar, iba unos días a la oficina de la Jul, bueno ahí tenía mi oficina, con mi camita, mis platos y unos jugueticos, aunque la verdad es que andaba por todos lados llevando cosas y haciendo trucos, pero me gustaba mi trabajo, los días de ofi me encantan.

Mi vida estaba cambiando considerablemente, ya me portaba bien, trabajaba, iba a la escuela y bueno un día cualquiera, llegó un guey flaco italiano que me regalaba helados, malteadas y pizza, como no voy a quererlo ah?, pero no crean que me quería a mí, quería a mi reina preciosa, mi peque, pero era buen tipo me hacía cariños y me enseñaba trucos, mas todos esos regalos deliciosos, me estaba engordando, lo supe un tiempo después, y eso era fatal para mis clases de perrito, porque no podía correr bien, y tenía que hacer otros ejercicios para rebajar mi barriguita.

Cuando Tú Quieras (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora