Cuando Tú Quieras (TERMINADA)

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—Listo, le das saludos a Lucia. Te quiero, te bañas toda toda, y dejas esa ropa aquí...—Mientras se bajaba en la redoma interna de la casa

—Si si si... nos vemos en un rato. Mmm comoooo en?

—Tres horas... yo busco Valentina y venimos por ti.

—Bye Teo.

—Bye señorita...

—Listo señora...

—Si ahora vamos donde mi hermana....

—Bellaaa!!! Hola llegue!

—Hola mi corazón! Como estas...

—Pensé no habias llegado de tus compras

—Ven que te quiero mostrar... tienes hambre? Maira hizo un chupe delicioso

—No no.... Como estas?

—Bien y por la casa, mi hija y mis nietos..

—Bien esta en el spa se va el domingo

—Ah si!! Eso me preocupa, no quiero que viaje

—Igual está Jul, pero es solo esta vez y no volverá a ir hasta que lleguen los bebés.

—Mira quiero hacer una tarde de juegos pero diferente como de jardín...

—Ok... la puedes hacer aquí en la alberca que es transparente.

—Si eso es lo que quiero. Y mira las cosas que compré.

Mariangel y Lucia estaban entretenidas viendo las compras y los datos de las invitadas a esa tarde benéfica de la próxima semana. Como siempre Lucia hacia uso de su larga lista de amistades y las rotaba en cada reunión, con la finalidad de siempre recaudar dinero y realizar esos encuentros por lo menos mensual, era muy buena anfitriona, y guardaba cada detalle para que todo quedara bello y las invitadas siempre volvieran para repetir la experiencia, al parecer la nueva nieta le gustaba la organización de eventos y la ayudaba cosa que le encantaba a la bella. En otro lado de la ciudad en un spa muy lujoso y privado estaba Valentina ya terminando su masaje, le relajaban toda la zona lumbar..

—Dioooos! que divino.... Con esta gran barriga, que no puedo acostarme, este masaje especial me ha caído de perlas.

—Esa es la idea.. —Le decía Rebecca su masajista... —Ya sabe que puedo ir a su casa para cuando no pueda trasladarse

—Si si, lo tendremos en cuenta, el doctor dice que debería aumentar unos seis o siete kilos más, te podrás imaginar mis pies, y mi espalda...

—Tranquila siempre estaremos a la orden para hacerla sentir mejor... y su esposa?.. —Le ajustaba la bata y los cojines para su comodidad.

—Estaba ocupada, pero ella viene por mi... seguro pide una cita para los próximos días y viene con nuestra hija, estarán solas las dos y ellas siempre inventan hacer algo para pasar el tiempo.

—Jeje bueno perfecto, nos encanta atenderlas... Listo Valentina, ahora se puede quedar unos veinte minutos recostada acá en el sillón, disfrutando de la aroma terapia y de esta infusión de menta, mientras arreglamos todo para la otra sesión.

—Ok gracias... Maira? Me puedes acercar mi teléfono, con el embarazo siempre me tienen monitoreada y no puedo perderme mucho tiempo.

—Si si tranquila. Pero luego lo coloca aquí en esta mesita y le sugiero relajarse, es su momento, después yo la vengo a buscar...—Le cubría con una manta el área de las piernas para que no tuviera frio, y le dejaba el cuarto con poca luz para que se relajara.