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—De verdad tengo sueño son las dos de la madrugada Tendrás que esmerarte para devolverme las baterías.

—Me esmeraré, jejeje. —Caminaban descalzas por el pasillo, eso sí con sus brazos entrelazados,  sosteniéndose y dándose besos.

***

Jul despidió al chico de la recepción, quedando a la orden para lo que necesitaran y colocando el cartel de no molestar. La suite escogida era la única de esa ala, por lo que quedaba apartada del complejo para mayor privacidad.

El decorado era magnifico, con luz tenue, en su mayoría con muebles de madera o tejidos con lencería de color blanco. La suite tenía en la entrada una salita con un juego de dos sofás con cojines de piso y mesita de recibo, una mini cocina para mayor comodidad y en un costado se podía apreciar la amplia terraza con acceso a la piscina privada que tenía vista al mar, un par de tumbonas y antorchas. La habitación parecía metida en la selva, pero de apariencia nada más, una cama amplia en los mismos tonos con almohadas y colchas que eran un sueño, tenía ventanales cubiertos con persianas de tela que podían moverse al antojo del huésped, según la claridad que quisieran, un armario y también un sofá y amplios puf en una esquina. Los  pocos símbolos de civilización estaban escondidos, conexión wifi, televisión 4k y stereo.

Un adorno floral y una cesta de frutas estaban en el centro de la mesita de recibo, asi como un servicio de champage Rosé, el mismo que han estado disfrutando en la boda  las esperaba en la habitación.

—Está hermosa mi amor!!! Me encanta!—decía Valentina mordiendo una fresa.
Jul se giró y ya tenía la chaqueta desabotonada dejando ver el brasier que traía debajo, —Me encanta que te encante no saldremos de aquí por lo menos en dos días.

—Jajajaja. Ok.. Bueno ya va amanecer y eso cuenta como un día.

Jul la acercó para darle un beso.—Debo cargarte?... o tú me cargas?

—jajja bueno ambas.

—Vamos pues

—Quéeee nooooo! Nos van a ver!

—Valentina! Tú viste donde estamos. No hay nadie a cincuenta metros, así que vamos.

—Jul!

—Vamos.

Jul abrió la puerta, le hizo palmas a Valentina para que acercara. —Vengase esposa mía!

—Jajajaja...—Valentina fue caminando muerta de risa, como la iba a cargar, median casi lo mismo, solo dos centímetros de más le llevaba Valentina, pero en peso, Jul la  sobrepasaba, ahí era el problema para cuando a Valentina le tocara lo suyo.. Jul se frotó las manos y relajó el cuello, Valentina se puso justo al frente le hizo un puchero alzando los hombros como en señal de ¡Dale pues!... Jul la cargó por los muslos se la subió al hombro como un saco de papas y le nalgueó.Valentina entre el grito sorprendida y las risas estaba roja. Entraron a la habitación.

—Señora Valdes!!!! Bienvenida a su humilde suit de luxe donde pasará los próximos cinco  días, desnuda, haciendo al amor, y disfrutando de su luna de miel—Le volvió  a nalguear se agachó para bajarla y se besaron, muertas de risa.

Tres minutos después de una  tanda besucona, Jul esperaba por su cargada, —De verdad debo cargarte.

—Si! Está en el contrato.

—Qué contrato?

—El prenupcial, el del juez que firmamos y en el contrato de la vida.

—Jul si inventas cosas locas

—No invento, ándale que ya va amanecer y tenemos un asunto por resolver..

—Jajaja ok ok, vamos pues, sé condescendiente conmigo, estoy agotada y tu pesas mas que yo.

Cuando Tú Quieras (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora