54. Te lo vuelvo a repetir, ¿Quieres ser mi novia?

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Ámbar.

Estar en casa sin nada que hacer, sin preocupaciones y sin alguien que me esté acosando, celando y prohibiendo cosas o personas es un lujo que no tengo hace mucho tiempo.

Pensé que Mike sería ese hombre que marcaría la diferencia entre todas las parejas que he tenido, pero no, se está convirtiendo en un patán; después de la cena en casa de Demian, cuando me vio salir con Kyle, su actitud ha cambiado mucho.

Haciéndole dar celos a Mike pretendía que justamente aprendiera a controlarlos y a mejorar en ese aspecto, pero lo que hizo fue declararme una guerra de hielo, algo en definitiva bastante infantil.

Le escribí los primeros dos o tres días y al ver que no me contestó dejé de hacerlo, no es el hombre más guapo del mundo como para rogarle por un poco de su atención y si estaba tan enojado no era problema mío. Yo intenté arreglar las cosas y comprometerme con él, pero si de verdad él no quiere valorar todo eso, no soy mujer de estar rogando por cariño.

No siento que lo que hice haya sido tan hiriente o tan malo como para tomar esa distancia conmigo. No veo que fue lo tan ofensivo que hice.

Él fue el que se comportó como un imbécil en la madrugada después de la fiesta y después cuando volví para la cena, insinuó que dejaría que Kyle se propasara conmigo, me hizo sentir como una cualquiera y eso no se lo voy a permitir a nadie.

Estaba en la universidad, sentada en la cafetería pensando en todo lo que he pasado en las últimas semanas, todo iba genial hasta que conocí a Kyle y debido a eso Mike mostró sus inseguridades, me frustra, pero nada puedo hacer.

—Ahora solo falta que Thomas vuelva a llamar.

—¿Quién es Thomas? —preguntó Mat— y, ¿por qué sería mala que apareciera?

—No me prestes atención, estoy pensando en voz alta.

—¿Segura?

—Completamente —dije firmemente— ¿cómo estás tú? Por lo que me enteré, Demian no se portó muy bien contigo el día de la fiesta.

—No me lo recuerdes, eso fue una putada de parte de él.

—No creo que te hayas quedado con la espina —comenté— el día de la cena se te veía agotado.

—Estaba cansado.

—Con cuantas personas lo hiciste esa tarde.

—¿De que hablas? —se hizo el inocente— ¿hacer qué?

—No te hagas el desentendido que sabes muy bien de lo que te estoy hablando.

—¿Tan fácil crees que soy?

—¿Es necesario responder?

—Está bien —dijo riendo— solo fue un trio con una chica y un chico.

—Lo sabía —grité

—No hagas escandalo —me tapó la boca con la mano— es algo normal.

—¿Normal? —pregunté— eso no es nada normal Mati, a no ser que seas un promiscuo.

—Me partes el corazón —dijo llevándose una mano al pecho— bueno, si tuviera corazón.

—Tonto —dije riendo.

Nos levantamos de la mesa en la que estábamos sentados y fuimos al mostrador de la cafetería para comprar algo de comer, mientras esperábamos a que la hora de ingresar a clases llegara.

—Sabes algo de Demian —preguntó con un leve tono de esperanza en la voz.

—Está en la oficina.

Me and My Broken Heart.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora