Kaleb.
El fin de semana me la pasé con mi hija todo el tiempo. Después de haber pesado con cabeza fría en lo que era mejor para mí, para mi familia y mi futuro, llegué a la conclusión de que esta estúpida historia con el hijo de papi de Demian, no debería de quitarme tanta energía.
Así que después de meditarlo por un tiempo, decidí enfocar toda mi atención, energía y pasión en hacer feliz a mi pequeña hija, de todas maneras, es en ella en la que debería de poner todo mi empeño, o ¿no?
Era lunes en la mañana, y ese día Roxana iniciaba clases en su nueva escuela, ósea que estaba corriendo como una gallina sin cabeza por todo el cuarto y la casa, buscando todas las cosas que debía llevar a su primer día.
Como mi hija además de haber heredado mi carácter, también se parece a mi en lo desordenado. Solo con esas dos cosas tenemos todos los ingredientes necesarios para tener una fiesta privada que dure mucho tiempo. Y si necesitas buscar algo debes disponer de parte del día.
—¿Roxana donde pusiste la maleta? —grité desde el armario de mi habitación— necesitamos irnos rápido o llegarás tarde al primer día de clases.
Rox estaba fuera de la habitación, buscando su bendita maleta en los otros cuartos en los que podría estar, pero al escuchar que la estaba llamando, se asomó por una esquina de la puerta. Se quedó allí inmóvil por unos minutos, esperando a que la volviera a llamar.
Estaba dándole la espalda a la puerta, pero escuchaba como mi hija se movía inquieta en la entrada a mi habitación. Me giré para mirarla y en mi cabeza se implanto la idea de que ella me estaba mintiendo.
—Rox, ¿sabes donde está la maleta? —pregunté cauteloso.
Ella bajó la mirada al suelo, y se comenzó a mover de lado a lado, como si se estuviera balanceando. Después de unos pocos segundos levantó la mirada y me miró a los ojos.
—Papi, no me acuerdo —respondió en un murmullo—. Debe de estar con las cosas que trajimos de la otra casa.
Si bien recordaba haberla embalado junto con nuestras otras pertenencias cuando nos mudamos a esta casa, no recordaba el lugar exacto donde la había dejado luego de haber desempacado todas nuestras cosas.
—¿Estas segura de eso?
Ella se quedó en silencio otra vez, se le veía muy nerviosa e inquieta, como si lo que estaba pasando fuera complicado para ella.
—Quizás María sepa algo de la maleta —dirigió mi atención fuera de ella.
Su actitud me tenía impactado y no entendía que era lo que estaba sucediendo con mi hija, nunca se comportaba de esa forma. Pensé en buscarla en la habitación de Rox, pero ya lo había hecho y me parecía tiempo perdido.
De repente me percaté de las palabras que ella había expresado y me di cuenta de que tenía razón, ¿quién más en esta casa conoce el paradero de todo?
—María —grité, me sentía frustrado por estar llegando tarde a su primer día de clases que por la situación de la perdida de la maleta como tal.
La empleada del servicio de mis tíos, se acercó con prisa hasta mi habitación, se paró en la puerta mientras se secaba las manos con el delantal que llevaba alrededor de la cintura.
—Dígame joven Kaleb, ¿en qué le puedo ayudar?
En ese momento mi hermosa hija salió corriendo de la habitación como si la estuviera persiguiendo un perro rabioso para morderla. Me causo un poco de curiosidad su actitud, pero no quise llamarla de nuevo, quizás se acordó del lugar donde estaba su maleta para el colegio.
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Me and My Broken Heart.
Romance¿Como se puede definir el amor? Y ¿el desamor? Demian es un hombre de familia que fue criado con los mejores valores y con las más altas espectativas frente a la sociedad y lo que él podía hacer para servirle al resto de mundo. Siempre ha querido se...