Kaleb.
El despertador de mi teléfono sonó a las seis de la mañana, abrí los ojos y centré mi mirada en el techo de la habitación, a través de las cortinas se filtraba unos pocos e insignificantes rayos de luz natural, que iluminaban el suelo de madera y algunas motas de polvo flotaban en el aire que quedaba libre en ese espacio.
Como era normal en mí, había despertado con una erección, que abultaba mi ropa interior. Estuve dando vueltas en la cama, quitando el efecto del sueño de mi sistema. Pasaron varios minutos hasta que la segunda alarma que tenía programada comenzó a sonar en mi teléfono. Me deshice de las sábanas que cubrían mi cuerpo y puse los pies sobre el suelo de madera. Caminé hasta el cuarto de baño y me miré en el espejo de cuerpo completo que había justo detrás de la puerta. La imagen que me devolvía el espejo era un poco más que morbosa. La tela de mi bóxer se había estirado haciendo que pareciese una carpa de circo.
Encendí la ducha y me metí debajo del agua fría. Necesitaba tener la mente despejada, tenía la esperanza de que ese día Demian apareciese por la universidad y quería tener un pensamiento claro para poder enfrentarlo. Muy en el fondo de mi mente sabía que me estaba obsesionando con él y que eso no era para nada bueno.
Después de haberme duchado, me lavé los dientes y salí del cuarto de baño. En mi habitación, me acerqué al closet y saqué de él, la ropa con la que me iba a vestir ese día.
Cuando estuve listo, salí de mi habitación y me dirigí a la habitación de mi hija, al abrir la puerta me llevé la sorpresa de que ya estaba lista para salir. Me miró con unos ojos de suficiencia increíbles, como si dijera que ya era una niña grande y podía prepararse para la escuela ella sola.
Bajamos a la cocina juntos, y nos sentamos en la mesa del comedor. María ya tenía preparado el desayuno. Comenzamos a comer, en un agradable silencio, que solo era interrumpido por los cubiertos. Justo antes de que termináramos de comer, Kyle, mi hermano, hizo acto de presencia en el comedor.
Mi tío lo miró con un poco de incomodidad en los ojos, a lo que mi hermano hizo un gesto de exasperación, pero de todas maneras se sentó en la silla vacía que había al lado de Roxana. Era muy extraña la ocasión en la que ellos dos se comportaran de forma decente. Tenerlos a los dos en una misma habitación, se sentía igual a lo que debe de sentir un soldado cuando tiene una granada en la mano.
Nunca sabía como comportarme mientras ellos dos estaban juntos. Si me ponía de parte de mi hermano, mi tío lo vería como si me hubiera confabulado contra él, pero si tomaba partido a favor de mi tío, mi hermano consideraría eso como una traición.
Por lo general era mi tía, la esposa de mi tío, la que intervenía entre ellos dos. Siempre lograba calmarlos y zanjaba las discusiones. De hecho, ella era la que había insistido para que Kyle se quedara a vivir en la mansión, mientras lograba conseguir algún lugar propio. Y como mi hermano hacía lo que ella le pidiera había aceptado y a mi tío no le quedó más opción que tragarse sus reproches.
—Roxana, come rápido —apuré a mi hija—. Ya casi es hora de ir a la escuela.
Por lo menos tenía la excusa de llevarla a la escuela, para poder salir de allí antes de que ellos comenzaran a discutir. Kyle me miró como si fuera un traidor y lo estuviera dejando solo en medio de una batalla, y mi tío nos ignoró por completo. Yo solo me encogí de hombros, como si los reproches no dichos estuvieran dirigidos a alguien más.
Me levanté de la mesa seguido por Roxana, caminé hasta mi habitación para lavarme los dientes, mientras que ella hacia lo mismo en su cuarto. Al salir de las habitaciones, en una sincronía casi perfecta, bajamos hasta la planta principal donde habíamos dejado nuestras cosas. Tomé ambas maletas y las acomodé sobre mí hombro. Al salir de la casa nos dirigimos a mi auto, subimos en él y nos encaminamos a su escuela.

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Me and My Broken Heart.
Romance¿Como se puede definir el amor? Y ¿el desamor? Demian es un hombre de familia que fue criado con los mejores valores y con las más altas espectativas frente a la sociedad y lo que él podía hacer para servirle al resto de mundo. Siempre ha querido se...