Me and My Broken Heart.

62. Camping

Carlos.

Mi vida se estaba complicando a pasos agigantados, en la universidad no estaba en mi mejor momento, mis padres me estaban pidiendo mucho más dinero del que podía conseguir, Aisha estaba mucho más controladora que nunca, mis amigos se habían enojado conmigo por haber preferido a mi novia que a ellos en algunas ocasiones y en la librería el señor Robins estaba furioso, por qué no estaba cumpliendo con todos mis horarios laborales.

Mis niveles de estrés estaban por las nubes todos los días y la única forma que tenía de descargar un poco todo ese caos que tenía era con la yerba; al principio solo lo hacía una vez a la semana o menos, pero en este momento si no lo hago tres o cuatro veces por día no me siento tranquilo.

No me preocupa volverme adicto a ella, estoy seguro que la puedo dejar de consumir en cualquier momento y no me hará falta para nada, yo controlo las drogas, ellas no me controlan a mí.

Mi vida se ha convertido en un torbellino de nuevas experiencias desde que estoy con Aisha y eso me tiene feliz, aunque, a mis padres y amigos les preocupe un poco todo lo que está pasando conmigo, pero no me quiero preocupar por lo que piensen de mi o lo que ellos quieran opinar, todo ese drama me tiene sin cuidado.

A veces me sorprendo conmigo mismo por la forma en que he cambiado en las últimas semanas y todo gracias a Aisha, ella ha sido un gran motivo para mejorar y volverme un poco menos ñoño y empezar a hacer cosas diferentes, claro que todo ese cambio ha afectado el resto de mi vida, como mi desempeño en la universidad y la relación con todas las personas que quiero.

—¿Ya estás listo? —preguntó mi compañero de cuarto.

—Un segundo —respondí.

Teníamos planeado ir de camping ese día, él llevaría a su novia y yo iría con Aisha, lo que me tenía muy emocionado y estaba que no podía de la emoción y no entendía por qué, ella y yo ya hemos estado juntos, ya hemos tenido relaciones, ya casi que vivimos juntos, entonces la novedad no era mucha.

Quizás el único cambio con anteriores ocasiones es que ella acepto ir conmigo sin tanto inconveniente por qué no irían mis amigos y porque la relación con ellos ha ido empeorando en los últimos días, ellos dicen que me estoy dejando manipular por ella, y que eso me llevará por mal camino y yo les respondo que eso no tiene nada que ver.

Creo que la única que me comprende es Lu, pero ella hace días no aparece, la última vez que supe de ella fue por un mensaje que me decía que iba a viajar donde su madre a su casa y que no estaba segura cuando regresaría, me pareció extraña la forma en la que me escribió, como si no fuera ella, pero tampoco le presté mucha atención.

—¿Seguro que quieres faltar a clases hoy? —preguntó por enésima vez él.

—Tranqui, no hay problema —respondí quitándole importancia— ya hablé con el profesor y le dije que estaba muy enfermo —mentiras, no había ido por las aulas hacía más de una semana.

Esta semana era importante en la universidad, casi todas las facultades estaban realizando exámenes parciales en todas las carreras, derecho no era la excepción, pero no me preocupaba demasiado, podía perder los exámenes parciales y con el resto de notas pasaría las materias para poder graduarme.

—¿Tu no trabajas los miércoles? —preguntó otra vez mi compañero de cuarto.

—Generalmente si —contesté a su pregunta—, pero puedo hablar con mi jefe y decirle que estaba ocupado con los exámenes.

—¿Estás seguro?

—Mira, ¿quieres ir de caming o no? —estaba irritado, este tipo ya parecía mi madre— hoy tengo una mercancía más fuerte —y le mostré una bolsita con unas pastillas y otra con hierva—, si no quieres ir, más me tocará a mí, tu decisión.