only to him (you) | kookgi

Capítulo veintitrés (XXIII)

Yoon-gi se había olvidado completamente de la marca.

- Ah. - la cubrió con su mano. - No es nada.

- Nada...Está bien. - habló Se-hun. - Enseguida iniciará nuestra reunión, debo irme. Con permiso. - se levantó de su asiento y se alejó.

- Bueno, ahora que el presidente se fue, ¿Podemos hablar?

- Si, siéntate.

- No, prefiero hacerlo en otro lado, aquí hay mucho ruido, esperaré a que termines tu desayuno.

- Es el último sorbo de mi café.

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- Nam-joon me dijo que en la fiesta del sábado estuviste preguntando por mí.

- Es cierto.

- Aquí estoy, ¿Qué necesitas de mí?

- Respuestas.

- Bien, entonces házme las preguntas.

- ¿Desde cuando él y tú están así?

- ¿Así, cómo?

- Sabes a lo que refiero. Los ví besándose en el supermercado.

- Lo sé, fue mi idea besarlo cerca de ti, para ahorrarte la confesión de amor y la cursilería.

- ¿Piensas que soy estúpido?

- De alguna manera si, sin ofender.

- Tú no lo besas cómo si lo quisieras.

- ¿Tú qué sabes? ¿Acaso conoces lo que hay entre él y yo?

- Es lo que de seguro haces con cualquier mujer, lo besarás, estarás con él, hasta que consigas que se entregue a ti y después lo botaras como si fuera una basura, ¿Qué sucedió? ¿Te hartaste de las mujeres y quieres probar cosas nuevas con mi Yoon-gi?

- ¿Tu Yoon-gi? Ni siquiera considera tu existencia. Quisiera romperte la mandíbula, pero no me haré expulsar por golpear a alguien cómo tú. Sólo te diré un par de cosas.

- Habla.

- En realidad no nos importa a Yoon-gi, y a mi si abres la boca y difundes la noticia de que nos viste besándonos, pero para nosotros mientras más duremos en secreto será mejor y si lo llegas a hacer ambos sabemos lo que va a pasar.

- Si, cambiarán de opinión con respecto a él, lo juzgarán y lo mirarán de la manera en la que te miran a ti.

- Entonces si tanto lo quieres, te encargarás de mantenerlo a salvo y mantendrás tu boca cerrada.

- En ningún momento dije que la abriría, pero si lastimas a Yoon-gi...

- Si, me sacrificaras al diablo.

- Correcto.

Jung-kook caminó hasta la puerta del salón. - Ah, voy a dejarte algo en claro: es mi Yoon-gi. - sentenció antes de irse.

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Ji-min llevó a Yoon-gi a la azotea del instituto.

- En unos minutos comenzarán las clases, Ji-min, dime lo que tienes que decir.

- Sé que sólo hablamos una sola vez, esa vez me ayudaste con mis libros cuando se me cayeron, ¿Recuerdas?

- Si.

- Desde ese día...no dejo de pensar en ti, siempre que te veo quiero hablarte, pero nunca puedo hacerlo.