only to him (you) | kookgi

Capítulo veinticuatro (XXIV)

Jennifer sonrió al instante.

— ¿De verdad?

— Si...— al segundo sintió cómo la mujer se le tiraba encima y lo besaba. Jung-kook la apartó inmediatamente.

— Sólo por mi hijo, no por ti. — le aclaró antes de dirigirse a su habitación.

Cuando se fue, Jennifer sonrió con toda la satisfacción del mundo.

— Te gané, Min Yoon-gi. — dijo en voz muy baja.

En el resto del día, Jennifer intentaba hablar del tema de la boda a Jung-kook, pero este estaba tan molesto que no le había prestado tanta atención.

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Al día siguiente, Yoon-gi ya estaba comenzando a preparar su maleta para regresar a Corea. Cuando su puerta se abrió de repente, se asustó un poco.

— Buenos días. — se trataba de Jennifer.

Yoon-gi prefirió no renegar preguntando cómo la dejaron pasar. — ¿Ahora qué, Jennifer?

— Nada más vengo a preguntarte si quieres estar en la mesa de las personas más cercanas en la fiesta después de mi boda. Jung-kook me propuso matrimonio ayer, y cómo tú siempre estuviste cerca de él, pienso que deberías estar allí.

— Así debían ser las cosas, tú eres la madre de su hijo.

— Si, pero si vamos a volver a estar juntos no es sólo porque soy la madre de su hijo, si no porque nunca a dejado de amarme, con la propuesta me lo demostró.

— Jennifer, si Jung-kook se casa contigo es porque yo así lo quise, no lo hizo por amor a ti, si no por amor a mí, porque yo le dije que se casara contigo. — notó cómo la sonrisa de aquella mujer estaba por desaparecer.

Ella rió levemente. — Si él me propuso matrimonio no es gracias a ti, por favor, Yoon-gi, qué estupidez. Acepta que perdiste. Si Jung-kook te amara tanto cómo dices, no te hubiera dejado.

— Hay cosas que tú nunca vas a comprender, el amor que hay entre Jung-kook y yo es tan verdadero que los dos somos capaces de sacrificarnos el uno por el otro.

— Si, en eso tienes razón, no comprendo ese amor que no te sirve para nada si no te permite estar con la persona que amas.

— Se ve que tu egoísmo no te deja ver más allá. No comprendo a qué viniste en realidad, ¿Quieres hacer que me arrepienta de haber dejado a Jung-kook libre? Porque aún no te has casado.

— No hay nada que tú puedas hacer para evitar nuestra boda, él fue quién decidió casarse conmigo, no fue por lo que tú le dijiste.

— Te equivocas, si voy a verlo en este momento y le digo que volvamos a estar juntos, ya verás que tu boda quedará en la nada, pero no voy a interferir, veamos que es lo que prepara el destino para ti.

— Bien, ya quiero ver tu expresión cuando él se case conmigo y seamos felices junto a nuestro bebé. — ella fue hacía la puerta y se percató de la maleta. — Oh, sabiendo eso, te deseo un buen viaje, lastima que te perderás nuestra boda. — le dijo antes de irse.

Yoon-gi soltó un suspiro reteniendo las lágrimas y continuó con su maleta.

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En la casa de la madre de Jung-kook todo estaba en tranquilidad. Ji-min y Ho-seok habían salido y Jeon los había acompañado. Ariadna había salido a hacer las compras. Las únicas personas en la sala eran Jennifer y Elizabeth, su amiga.