only to him (you) | kookgi

Capítulo veinticinco (XXV)

Jung-kook llegó junto a Ho-seok y su hermano a casa.

— Qué bueno que llegaron. — dijo Jennifer. — Se perdieron de algo.

— ¿De qué?

— De mi llegada. — dijo la señora Park al unirse al living.

— Madre. — Ji-min caminó rápidamente hacía ella y le dió un abrazo. Jung-kook se acercó uniéndose a ellos. — Hasta que por fin regresas.

— Perdónenme, pero ya estoy aquí. Los extrañé mucho.

— Y nosotros a ti.

La mujer se separó de sus hijos. — Ho-seok.

— Bienvenida, señora. — ella se acercó y también lo abrazó. — Siempre es un placer verla.

— Lo mismo digo de ti, te doy las gracias por haber cuidado de mi Ji-min.

Ariadna entró a la casa y sonrió al ver a la señora Park.

— Señora, qué bella sorpresa.

— Hola, Ariadna, es bueno volver a verte.

— A mi me da mucho gusto que esté de regreso, pero antes de darle la bienvenida cómo se merece, señor Jung-kook, un joven lo espera fuera.

— ¿Quién?

— Dice que es amigo del señor Yoon-gi, su nombre es Se-hun.

— Gracias, Ariadna, ahora mismo iré a verlo. — caminó hacía la puerta y se encontró con Se-hun. — Hola, Se-hun, me sorprende esta visita, ¿Pasó algo?

— Jung-kook, Yoon-gi acaba de tomar un avión hacia Corea.

— ...¿Cómo?

— Lo que escuchaste, vengo del aeropuerto, Yoon-gi se fue de Los Ángeles. — notó cómo los ojos de Jeon mostraron un ligero brillo. — Tal vez no se despidió de ti en persona, pero te dejó una carta, te la entrego.

— De verdad te lo agradezco mucho, Se-hun. — agradeció al tomar la carta.

— Lamento mucho todo esto que está sucediendo entre ustedes, quisiera poder hacer algo para poder ayudar a Yoon-gi, y a ti también.

— No creo que se pueda hacer algo ahora, pero gracias de todos modos.

— Bueno, sólo vine a eso, nos vemos, Jung-kook.

— Adiós, y gracias otra vez.

— No hay de qué.

Jung-kook cerró la puerta y caminó con la intención de llegar a su habitación ignorando a todos los presentes.

— ¿Qué le habrá dicho Se-hun? — preguntó Ji-min.

— Ustedes quédense aquí, yo hablaré con él. — habló su madre.

Jeon estaba sentado en su cama sosteniendo la carta en sus manos aún con los ojos brillando, sólo que se le notaban más. Escuchó un golpeteo.

— ¿Quién?

— Soy yo, hijo, abreme, por favor.

Parpadeó unas cuántas veces y se levantó de la cama para abrirle la puerta a su madre.

— Perdón por haberme ido así, pero no me siento bien.

Su madre se adentró a su habitación, cerró la puerta y se sentó en la cama.— Habla conmigo, ¿Si? Yo te voy a escuchar.

Su hijo se sentó a su lado y suspiró antes de hablar. — Yoon-gi está en un vuelo hacia Corea, me lo acaba de decir Se-hun. Se fue, mamá, Yoon-gi se fue.