only to him (you) | kookgi

Capítulo doce (XII)

actualización sorpresa.

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— Señora, me sorprende su llamada.

— Lo sé, pero necesito que me ayude, por favor.

— Dígame.

— Usted que tiene contactos en varios lugares. ¿Tiene en Los Ángeles?

— Si. ¿Qué necesita?

— Necesito que me averigüe todo lo que registraron cuando Jennifer Anderson ingresó al hospital Dignity Health.

— ¿Y eso cómo para qué? ¿Quién es la tal Jennifer Anderson?

— ¿Su hijo no se lo comentó?

— Desde que viajó a Los Ángeles no hemos hablado mucho.

— Ay, señora Min, debo contarle muchas cosas.

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Yoon-gi caminó hacía Jeon.

— ¿Qué haces aquí? — le preguntó al tenerlo en frente.

— Necesito hablar contigo.

— Yo no quiero hablar, anoche ya nos dijimos todo, esto se terminó. Hace cinco semanas se terminó.

— Tal vez para ti si, pero para mi no, aún hay cosas que debes decirme.

— ¿Qué más quiere que te diga?

— Antes de eso, quiero preguntarte algo. ¿Ya cenaste?

— No.

— Entonces te invito a cenar, conozco un buen restaurante.

— ¿Es dónde siempre llevas a tu novia?

— No, es un lugar al que solía ir cuando iba a la universidad, siempre he ido sólo. Esta es la primera vez que iré acompañado, si es que aceptas. De seguro no quieres, pero tu estómago no debe pensar lo mismo.

— ...Bien...Vamos.

Después de subirse al auto, Jung-kook conectó su celular al reproductor del vehículo.

— ¿Quieres escuchar música? El lugar es un poco alejado.

— Cómo tú quieras, por mí está bien.

Jung-kook colocó la música y encendió su coche. — Ponte el cinturón, por favor.

Ambos lo hicieron y partieron. Cuando llegaron a Yoon-gi le gustó la decoración del lugar.

— Buenas noches, Alicia. — saludó Jeon a una de las meseras.

— Buenas noches, Jung-kook, hace días que no vienes.

— Tuve algunas complicaciones, pero ya estoy de vuelta.

— Veo que viniste acompañado. ¡Dios mio! ¡No lo creo! Dijiste que querías traer a tu novio a este lugar. ¿Es él?

Jung-kook no sabía que responder. — ...Ah...si...— contestó incómodo. Mientras Yoon-gi no sabía cómo reaccionar.

— Hasta elegiste una mesa para este día, voy a prepararla. — se fue toda emocionada.

Yoon-gi no pudo evitar sentir una enorme calidez en su cuerpo al saber que antes de perder la memoria, Jung-kook le hablaba de él a todos.

— Listo, vengan, tomen asiento. — los dos jóvenes la siguieron hasta la mesa y se sentaron.