Lena se encontraba reunida en la Sala de Consejos con Sam y con J'onn para que le dieran novedades sobre los Hijos de la Libertad y los Daxamitas. Por desgracia, ninguno tenía buenas noticias para ella. Según le dijo el Gran Comandante, los espías movilizados aún no habían logrado dar con la ubicación del ejército que Mercy Graves estaba formando. Por su parte, Sam le contó que Kelly aún no había sido localizada.
– Según me dijo Alex, Kelly no es muy buena ocultándose. Si no ha aparecido aún, es porque alguien la está ayudando. Y apostaría a que es Rhea. Lo más seguro es que esté con ella en estos momentos.
– Eso podría ser bueno –dijo J'onn –. Si damos con Kelly, también podríamos dar con Rhea. Ahora sabemos que se encuentra aquí, con su ejército al otro lado del Océano Negro. Si la capturamos, el ejército daxamita podría dispersarse.
– Lo que dices suena bien –dijo Lena –. El problema es que Rhea es muy astuta. Pude comprobarlo en el poco tiempo que la conocí. Si no supiera de la existencia de Imra o no hubiera investigado a los reyes de Titan, habría logrado engañarme para que le prestara mis barcos.
– Astuta o no, con todo el Imperio buscándola, ya no lo tendrá tan fácil para esconderse –dijo Sam –. Si es tan lista como dices, lo más seguro es que haya salido de territorio metropolitano.
Lena suspiró.
– Esperemos que así sea. Pero, hay que evitar como sea que esa mujer logre traer su ejército al Continente y se repita aquí lo que ha sucedido en el Continente de las Esmeraldas.
– No se preocupe, mi reina –dijo J'onn –. La Armada Real está en alerta y tenemos tropas desplegadas a lo largo de toda la costa occidental.
Lena dio la reunión por terminada. El Gran Comandante se fue, pero Sam se quedó.
– Querría consultarte algo, Lena –dijo la Gran Consejera algo nerviosa –, más como amiga que como consejera.
Lena alzó una ceja.
– ¿Y qué es exactamente?
– Mi relación con Alex va muy bien. Creo que, tanto ella como Kara, han demostrado ser dignas de confianza. Creo que ha llegado el momento de que conozca a Ruby.
Lena se cruzó de brazos y alzó más la ceja.
– ¿Quieres presentarle a tu hija tan pronto...? –dijo con voz intimidatoria.
Sam estaba cada vez más nerviosa.
– Es que... no me sentiría bien... –decía con voz entrecortada –. Ya sabes... Los secretos y... –finalmente, se rindió. Dio un fuerte resoplido antes de continuar – No puedo, Lena, no puedo mentirte. Alex me siguió cuando iba a ver a Ruby. El hechizo de protección la atrapó, pero yo la dejé pasar. También la he dejado ver a Ruby más veces. Venía a pedirte permiso para que pudiera verla sin tener que hacerlo a tus espaldas.
Lena asintió muy seria.
– Me alegra que por fin me lo hayas dicho.
Sam arqueó las cejas.
– ¿Lo sabías?
– Yo también formo parte del hechizo de protección, cuando este actúa, yo también lo siento. No sabía quién lo había hecho pero, cuando vi que no dijiste nada y que ese día comenzó tu relación con Alex, lo comprendí todo.
– Lo siento, Lena –dijo Sam cabizbaja –. Es la primera vez que te fallo.
Lena alzó una mano en señal de paz.
– Si quisiera amonestarte, ya lo habría hecho. He estado esperando desde entonces a ver si confesabas. Has tardado, pero al final lo has hecho y eso me alegra.
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RESURGENCE
FanfictionLa ciudad de Argo es lo único que queda de una poderosa y avanzada civilización que dominó el mundo hasta que un cataclismo destruyó la capital de su imperio, Krypton. Ahora, los kryptonianos se dedican a ayudar a los reinos humanos para ir por el b...