15

784 106 92
                                    

Y mientras te miraba, supe que mi promesa no sería bajarte la luna. Porque tú brillo la terminaba opacando.

Manuel Rivas.

—No corran muy lejos, ¿quieren? —Karol nos detiene.— ¿No estás cansado, mi amor?

—No, mami. —se ríe el pequeño.— Vamos, corre con nosotros.

—Se van a mojar, y luego se van a enfermar, y luego no van a poder salir de la cama. —enumera quitándose las gafas de sol.— Andando, es hora de volver.

Liam hace un pequeño puchero y estira sus brazos hacia mí esperando que lo cargue. Sin dudarlo lo hago poniéndolo en mis hombros.

Sostengo sus manos mientras escucho a Karol quejarse porque se hace tarde y ni siquiera nos hemos bañado.

Pero en nuestra defensa, queríamos disfrutar este día al máximo considerando que la salud del niño estaba en perfectas condiciones. Y que este es el último día del año.

Habíamos salido a la playa hace unas cinco horas. Y apenas en este momento teníamos ganas de volver a casa para prepararnos para la posada.

Sería una fiesta realmente grande, claro que Liam estaba emocionado. Será oficialmente su primera fiesta.

Y el que todo el mundo lo haya llenado de regalos y saludos de cariño lo tiene emocionado. Realmente todos aquí saben que consentir al pequeño es lo esencial.

Y respecto a mi familia solo puedo decir que congeniaron muy bien con Karol. Y ni hablar de Liam, lo adoran.

¿Quién no?

Es un niño tierno y realmente curioso por la vida.

Me alegra tanto que Karol pueda decir que lo tiene a él y solamente a él.

Liam es su familia.

—Hasta que llegan. —Carolina nos recibe en la entrada.— ¿Por qué tardaron tanto si fueron solo a dar una vuelta?

—Me divertí mucho, abuelita.

—¿Si? ¿Haciendo qué?

Liam se baja de mis hombros, toma su mano y la conduce hacia la habitación que han estado ocupando mientras le cuenta todo lo que hicimos en estas horas. Me río, Karol niega.

—Me va a costar demasiado dejarlo. —musito perdida en sus pensamientos.— Quisiera poder llevarlo ya conmigo.

—Básicamente si puedes. —le recuerdo.— Es solo cuestión de querer llevarlo contigo.

—Si, creo que para hacer eso primero debería preparar al padre del niño que casualmente vive en mí mismo vecindario y es el hermano del novio de mi prima.

Me río, ella suspira y hace un pequeño puchero avisando que no le gusta esta idea.

Para ella dejar a su hijo al cuidado de alguien más es difícil. Apuesto que para cualquier madre lo es.

Y realmente espero que todo, absolutamente todo termine bien.

Espero de todo corazón que las cosas salgan bien.

Karol se merece poder estar con su hijo. Y espero que Ruggero pueda comprender eso y no le pida que oculte a Liam por Candelaria.

Creo que ambos niños tienen el mismo derecho de conocer a su padre y convivir con él. Gael lleva algo de ventaja, pero eso no quiere decir que será imposible que Liam un día pueda llegar a ser amado por Ruggero como debería.

Negando dejo de lado mis pensamientos y me centro en lo que ahora importa. Y es estar listo para la fiesta de fin de año.

A las nueve de la noche apenas estamos listos para encontrarnos con el resto, Karol en serio se tardó arreglando su cabello. Aunque bueno, valió la pena.

Love HerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora