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Me fui y no hizo nada para detenerme. Ahí fue cuando entendí porque el mar arroja cosas a la orilla y jamás las reclama.... Porque no le importan.

Manuel Rivas

—De verdad no tienes que acompañarme.

—De todos modos lo haré. —susurro y ella asiente.— ¿Ya podemos irnos?

—Si, solo busco mi abrigo.

Asiento, me cruzo de brazos dispuesto a esperar que termine de alistarse.

Hoy Karol y Ruggero se casan. Y como Melania ha dicho, no tengo que acompañarla. Pero supongo que una parte de mí quiere hacerlo.

Estamos juntos, y no sé si sea porque hay sentimientos de por medio o no.

Simplemente estamos juntos.

Y por esa niña que esperamos intentaremos hacerlo bien.

O algo así.

Admitía que esto estaba siendo peor de lo que ambos esperábamos. Nada de amor o cariño, discusiones cada cinco minutos y cosas así.

Estoy cumpliendo su capricho, ella está llenando el vacío de mi soledad. Demás está decir que somos solamente un par de idiotas haciendo las cosas bien.

—Listo, ya podemos irnos que la ceremonia va a comenzar.

—¿De verdad estás bien?

—Si, ¿por?

Sonrío, la razón es evidente.

Desde que Melania tomó su decisión se había distanciado considerablemente de Karol. Ya no estuvo presente en los últimos preparativos.

Y hace sólo dos días llegó diciendo que ya no sería la madrina de la boda. Y no porque ella quisiera.

Si no porque las indirectas de la amiga de Agustín habían sido suficientes para hacerse un lado.

Ahora la madrina es Clara y eso parece tener a Karol más que feliz.

Realmente no pretendo opinar al respecto.

Media hora estamos fuera de la iglesia, me siento incomodo aquí. Pero dejar a Melania sola tampoco suena como un buen plan.

Le duele estar ahí parada sin poder acercarse a la que se supone comenzaban a ser sus amigas.

—Hey, no sabía que vendrían.

—Sonia. —saludo besando su mejilla.— Yo no sabía que tú vendrías.

—Por Karol lo que sea. —sonríe.— Y el ambiente tan familiar que abunda aquí te hace sentir bien de cualquier manera.

—¿De verdad?

—Si, la felicidad aquí es evidente.

No lo dudaba.

Todo el mundo con grandes sonrisas en el rostro esperando la llegada de los novios. Ya que al parecer Ruggero tampoco llega todavía.

Y mientras Sonia habla de lo bien recibida que ha sido, un auto se detiene frente a la iglesia. Clara avisa que Ruggero ha llegado.

¿Qué hacen ellas aquí si Karol aún no llega?

Quisiera saber pero como es evidente, la única persona que nos habla está aquí parada con nosotros.

Y ahí vemos a Ruggero bajar siendo seguido de su hermano y de su mejor amigo. Melania se remueve incómoda.

Al instante entiendo por qué.

—Que guapa es esa chica. No sé quién es pero se luce con ese vestido.

Love HerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora