Lo que tengo contigo no lo quiero con nadie más.
Ruggero Pasquarelli.
—¿Estás nervioso?
—No, para nada. —me río.— Solo voy a firmar un par de documentos que atestiguan que Liam ahora es un Pasquarelli.
—Me alegro de verdad.
—Lo sé, Mel. Y gracias.
Ella asiente, yo tomo mi billetera y me acerco besando su mejilla antes de salir por la puerta de atrás.
Iba a tomar mi tiempo de la comida para ir y firmar esos papeles.
Cuando le comenté a Karol lo que que quería hacer ni se inmutó, sólo me miró, sonrío apenas y accedió.
Desde que terminó su relación con Manuel hace poco, está demasiado callada e ida según lo que Montse le contó a mi hermano.
Ya no se ríe, solo duerme hasta tarde en sus días libres y los días que trabaja, se levanta muy temprano y no vuelve hasta la noche.
Según sé, Montse ha intentado sacarle algo, pero ella ya casi ni se comunica con ellos. Solo llora en silencio.
Me preocupa su estado, pero seamos sinceros. Si no ha querido hablar con su familia, menos va a querer hablar conmigo.
Conduzco hacia el despacho del abogado de familia que lleva el trámite. Al llegar noto que Karol ya espera ahí.
No lleva el uniforme de la clínica por lo que asumo que hoy es su día libre.
Liam en cambio si tiene puesto el uniforme de la escuelita. Y apenas me ve, corre hacia mí lanzándose a mis brazos.
Me río besando su pequeña frente.
—¿Listo, pequeño?
—Si, papi. Ya quiero ser un Pasquarelli.
—Siempre lo has sido, pequeño. Hoy solamente lo haremos oficial. —me río jugando con su cabello.— Hola, Karol.
Ella solo sonríe como saludo y se adentra al lugar confundiéndome por completo.
No tuve tiempo de analizarla a fondo, pero si noté sus ojos apagados, las ojeras debajo y si desgana total. ¿Qué está pasando con ella?
Camino detrás de ella, una vez estamos en el lugar, la secretaria nos anuncia. Misma que por cierto es amiga de Melania. Ella fue la que me recomendó el abogado.
Y lo agradezco porque el proceso está siendo largo y sencillo.
—¿Cómo está Melania? —pregunta mientras esperamos.— ¿Le recordaste que tenemos la cena hoy?
—Si, y está feliz de recuperar su vida. —aseguro.— De hecho ya mandó a hacer un pastel casero que dirá que o hizo con sus propias manos.
Ella se ríe, asegura que Mel siempre ha sido así. Y lo afirmo, yo más que nadie lo sabía.
Estaba demasiado agradecido con la vida por eso de hecho. Darme la oportunidad de conocer a Mel fue la mejor decisión de mi vida.
En ella no solo encontré una (casi) novia, encontré una amiga, una confidente. Encontré todo lo que ni siquiera sabía que buscaba.
Finalmente entramos a la oficina, el abogado nos recibe y el saber que tiene todos los documentos necesarios me alivia bastante.
Finalmente vamos a llevar un acuerdo legal, y ni ella ni yo tendremos derechos demás para reprocharnos cosas o decidir sobre nuestro hijo.
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Love Her
Romance¿Qué sientes cuando ves al amor de tu vida? Muchas veces me pregunté eso, y para saberlo, debía ver la historia desde tres puntos distintos. Jamás imaginé que uno de ellos dolería tanto. Y no iba a ser el mío precisamente.