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¿Sabes cuál es la parte difícil de amar? Saber que aunque ese sentimiento sea correspondido, no es suficiente para igualar lo que tú sientes.

Manuel Rivas.

—¿Y por eso llorabas, pequeño? —él asiente limpiando sus mejillas empapadas de lágrimas.— Hey, no.

—Es que, si mi papi y mi mami no están juntos, no quiero estar con él.

—¿Por qué dices eso?

—Porque mi papi tiene esposa. —solloza angustiado.— Y otro hijo.

—Pero eso no quiere decir que dejará de quererte, pequeño.

Él niega, se vuelve todo un mar de lágrimas de nuevo. Niego besando su pequeña frente.

Es angustiante y sumamente desesperante ver a un pequeño llorar porque no comprende algunas cosas que para nosotros son normales.

Karol maldice tomando su rostro entre sus manos. Claro está que quiere matar a Ruggero. Como si él tuviese la culpa de las cosas.

A pesar de todo, se trata solamente de las ironías de la vida. No es la culpa de nadie aquí, la vida es extraña para todos.

No sólo a ella le pasan coas horribles. A todo el mundo nos pasan cosas horribles.

Lo importante es que sepamos vencer esos miedos.

—Aún eres muy pequeño para entender. —digo limpiando todo rastro de lágrimas de su rostro.— Pero ya vas a ver que más adelante, no solo vas a entenderlo, sino que también vas a disfrutar mucho el tener dos familias.

—¿Dos familias? —asiento.— ¿Por qué?

—Mira, te voy a contar un secreto. —me acomodo sin bajarlo de mis brazos.— Mis padres también se divorciaron. Y yo tampoco quería aceptarlo, me solía mucho saber que ya no iba a verlos juntos todos los días. Pero, la parte bonita de esto es que poco tiempo después tuve una familia doble. Porque papá me dio muchos más hermanos con los que jugaba mucho, y mamá siguió haciéndose cargo de nosotros dándonos la misma cantidad de amor.

Su mirada se ilumina de inmediato, le pide que le cuente más. Sonrío comenzando a contarle mi realidad.

Y un poco demás para ser sinceros.

Pero bueno, lo importante aquí es que seamos buenos con él e intentemos hacer que se olvide de esto. No es justo para él y su pequeño corazón de pollo.

Un rato después se queda dormido en mis brazos, miro a Karol. Y cuando ella corresponde mi mirada, es sólo para largarse a llorar.

Ay, Dios. Hoy es el día de las lágrimas y arrepentimientos al parecer.

—No sé por qué le dije. —solloza.— Sabía que esto no era tan bueno como pintaba. Tengo miedo, Manuel.

—Karol, no puedes culparte por eso. No es tu culpa que las cosas se dieran así. Sólo no pudiste controlarlo.

—¿Y sabes lo mal que se siente? Mi hijo ahora piensa cosas que no son.

—Todo niño tiene la ilusión de ver a sus padre juntos. —le hago saber.— Y si, es cierto. Se precipitaron al decirle tantas cosas de un solo golpe. Debieron dar un paso a la vez, pero eso ahora no importa ya, lo esencial ahora es demostrarle que Candelaria puede ser una amiga para él y no una enemiga como ha comenzado a verla.

—De la manera que sea, le he pedido a Ruggero que se aleje por un momento.

—Bueno, no puedo opinar al respecto. Es su decisión como padres. —me encojo de hombros.— Pero sea de la manera que sea, solo espero que tomes las decisión con la cabeza y no con el corazón.

Love HerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora