No sé qué lo que vi en ti, solo sé que no se puede ver en nadie más.
Karol Sevilla.
—Ay, si. Adiós, Ruggerito bonito. —se burla Mauricio y suspiro con la cara estampada contra el cojín.— Ni siquiera le interesa que el novio está enojado con ella por andar suspirando por su Ruggerito bonito.
—¡No es cierto! Yo estoy molesta con Manuel. —aclaro.
—¿Y por qué?
—Niños, son las dos de la mañana y siguen hablando de cosas sin sentido. —dice mamá pero los tres la ignoramos.— Bueno, solo decía.
—Es que..., no sé cómo decirlo sin que suene feo pero..., Melania está aprovechando su situación de abuso para ganar puntos con Manuel.
—¿Y por qué te enojas con él?
—Porque, o sea... —suspiro.— Mierda. Solo busco una excusa para no sentirme mal por lo que hice.
—¿Con tu Ruggerito bonito?
—¡Basta, Mau!
—Vas a despertar al niño. —reprende mamá.— Y si, está mal que busques excusas para....
Se calla cuando la puerta principal es tocada, doy un respingo viendo a Liam removerse en la cama.
Montse se aleja yendo directo a abrir.
Mauricio vuelve al ataque con su manera tan tóxica de molestarme y mamá lo reprende. Me río golpeándolo con mi cojín.
Odio que mi hermano haya escuchado la manera tan babosa de la que le despedía del padre de mi hijo. Tonto, tonto.
Desde que llegué a casa me tienen aquí sentada exigiendo que les cuente todo lo del viaje. Y si, les conté absolutamente todo.
Hasta el beso que le di para que dejara de verse obligado a preguntarme por lo que su esposa hizo o dejó de hacer.
¿Qué iba a saber yo que las muestras de sangre que Candelaria llevó no eran de Ruggero? Le pedimos la sangre del padre ya que ella no era compatible.
Y literalmente ella dijo que Ruggero no pudo ir pero que las muestras fueron sacadas en un laboratorio aparte. Insisto, no fue mi culpa.
—Bueno, yo ya tengo sueño y ustedes seguramente también. —musito echándolos de la habitación. Ambos se ríen.— Y por favor, nada de esto se lo diremos a Manuel. Sobre todo lo del beso.
—¿Ese que te encantó?
Muerdo mi labio inferior viéndolo con seriedad fingida. Mi hermano se ríe despeinando mi cabello antes de ponerse de pie.
Ambos están a punto de salir pero la puerta se abre y me confunde ver a Ruggero siguiendo a Montse. ¿Qué hace aquí a esta hora?
—Ruggero. —musito sin moverme.— ¿Qué haces aquí?
—¿Podemos hablar?
—¿A esta hora?
Asiente, sus ojos brillan, y no precisamente de felicidad. ¿Estuvo llorando?
Mamá saca a mi hermano y a mi prima de la habitación. Me hace una señal de advertencia y finalmente se marcha cerrando la puerta a sus espaldas.
Me pongo de pie cubriendo a Liam mejor con las mantas antes de tomar la mano de Ruggero conduciéndolo hacia el sillón.
Nos cubro a ambos con una manta calientita. Me dedico a mirarlo esperando que diga algo.
Él suspira.
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Love Her
Romance¿Qué sientes cuando ves al amor de tu vida? Muchas veces me pregunté eso, y para saberlo, debía ver la historia desde tres puntos distintos. Jamás imaginé que uno de ellos dolería tanto. Y no iba a ser el mío precisamente.