42

975 143 104
                                    

Volvamos al día en el que me confesaste lo que sentías por mi, volvamos a ser nosotros.

Ruggero Pasquarelli.

Estoy... ¿Cómo describirlo en una sola palabra?

¡Ah si! Cabreado a más no poder.

Lo que Leonardo y Melania me han hecho me subleva. ¡Sobre todo por Melania!

Es que..., ¡no lo puedo creer!

¿Por qué ellos me hacen esto? ¡¿Por qué?!

Creo que hay que comenzar explicando lo que sucede. Y es muy sencillo en realidad.

Karol está ilusionada, de nuevo.

Pero esta vez me deslindo de culpas, yo ni siquiera sabía que le dieron un regalo supuestamente de mi parte.

Ellos solitos me metieron en esto y solitos han de sacarme de esa incómoda situación.

¿Comprenden lo difícil que fue esto para mí?

Los malditos jugaron en mi contra.

Estoy molesto sobre todo con Melania. Eso no se hace.

—Deja de blasfemar que no entiendo el italiano tan de corrido.

—Es que... —me detengo a tomar aire.— Si Karol me odiaba antes, ¡más me va a odiar!

—Pero estás diciendo que no fue tu culpa.

—¿Y crees que eso a ella le va a importar? ¡Exacto! Definitivamente no.

—Ruggero, voy a colgarte si no te calmas.

La advertencia de Agustín me hace respirar profundo.

Me sentía muy jodido por esas dos personas que tan especiales eran para mí. No lo concibo.

—Te recomiendo que hables con Melania y le preguntes lo que sucede.

—¿Preguntarle? Pero si se supone que las cosas han quedado más que claras.

—Ruggero...

—Melania no quiere estar conmigo. Y por mi está perfecto, no voy a rogarle.

—Rugge...

—Claro que la quiero, pero tampoco es imprescindible para mi, mejores cosas vendrán.

—Ru...

—Creo que es mejor que dejemos las cosas claras y que me diga en la cara pero lo nuestro no le importa y por eso me está lanzando a los brazos de mi ex.

—Por Dios, Ruggero. ¡Cállate!

Vuelvo a guardar silencio, él aprovecha mi silencio para hablar de todo lo que le apetece.

Aclara que lo que siento por Melania es fuerte, pero no se compara con mis sentimientos hacia Karol.

Ahora resulta que hasta él sabe de mis sentimientos y yo no.

Que mal.

—Andando, dejemos los rencores de lado. —sugiere.—  Amas a Karol, idiota. Date cuenta.

—Yo siempre la he amado, Agustín.

—¿Y entonces? ¿Quién putas te entiende? Hace poco le dijiste que no la amabas. Y que dejara de luchar por ti, que no querías arruinar lo de Melania y...

—Yo sé lo que dije. —le corto.— Y no intentes voltear las cosas. Si liberé a Karol de las presiones, lo hice porque como ves, nada está bien con nosotros.

Love HerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora