¿Y tú, en qué miedo descubriste que eras valiente?
Ruggero Pasquarelli.
Siete en punto de la tarde, cruzo la puerta de casa y lo primero que veo es a Montse con Liam en brazos a punto de quedarse dormida. Sonrío.
Se nota que ha estado cuidándolo desde hace rato.
Todos sus cuadernos están regados en la sala, Liam juega con su nutria de peluche y Montse lucha por no quedarse dormida. Asumo que mi madre y mi suegra están torturando a mi esposa.
Pero en defensa de ambas, Karol fue la que dijo que de ninguna manera se quedaría aunque sea con un rollito demás. Y eso implica que desde que dio a luz la han fajado tan fuerte que apenas puede respirar.
Me acerco a Montse. Ella sonríe dejando que tome a Liam en brazos.
Y si decir nada se deja caer en el sillón demasiado agotada.
Agradecía a esa mujer, estaba con nosotros en todo momento. Y diría que estaba aprendiendo a ser madre de a gratis.
Pues se queda sola con Karol todos los días.
Ya que mamá y Caro vienen solamente dos veces a la semana. Sobre todo porque quieren que aprendamos a ser padres sin ayuda de nadie.
—Hola, precioso. —musito besando la mejilla de mi hijo.— Parece que tus abuelas no vinieron hoy.
Liam bosteza, y tras acercar mi dedo a la comisura de sus labios como Carolina me ha dicho que lo haga, compruebo que efectivamente tiene hambre.
Subo a la habitación. Y al cruzar la puerta, veo a Karol planchando la mini ropa.
Sonríe al vernos, desconecta la plancha y se acerca recogiendo su cabello.
—Llegaste.
—Justo a tiempo o Montse dejaría caer al niño. —me río.— Está muy cansada.
—Si, dice que aunque fue a casa de su amiga para estudiar, no pudo dormir nada. Y cuando llegó de la universidad le pedí que me ayudara con Liam, tenia muchas cosas que hacer, mucha ropa que lavar, planchar, doblar y guardar. Comida por preparar y una casa entera por arreglar. —suspira.— Tiene hambre, ¿verdad?
—Eso parece.
Asiente, deja un beso en mis labios y toma a Liam en brazos antes de sentarse en la cama. Y mientras lo amamanta, la escucho contarme de su día.
Hoy tuvo que llevar a Liam al hospital para que le hagan el chequeo de su primer mes y para que la revisaran a ella también.
Todo está bien con ambos.
Luego volvió a casa, bañó al niño tras su primera vacuna, lo durmió y limpió la casa hasta que Liam despertó. Y tras alimentarlo lo dejó en la cama viendo el techo mientras ponía a lavar la ropa y preparaba la comida.
Cuando Liam se cansó de mirar el techo, lo bajó con ella en su cochecito y lo mantuvo a su lado mientras lavaba la ropa del pequeño a mano.
Cuando Montse llegó vio la luz en definitiva. Y me siento aliviado de que ella siga viviendo con nosotros.
Yo habría renunciado hace mucho.
—Ni se te ocurra dormirte o no vas a dormir en toda la noche. —advierte mirando al pequeño.— Liam, mira una cosita.
Karol mueve el sonajero, Liam sigue el sonido con la mirara sin abandonar el seno de su madre y me río poniéndome de pie.
Le aviso que me haré cargo de lo que haga falta y con eso bajo.
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Love Her
Romance¿Qué sientes cuando ves al amor de tu vida? Muchas veces me pregunté eso, y para saberlo, debía ver la historia desde tres puntos distintos. Jamás imaginé que uno de ellos dolería tanto. Y no iba a ser el mío precisamente.